Todo comienzo requiere de un gran impulso, el acierto de un buen punto de partida y el equilibrio interior para sostener el paso firme, constante y certero. Iniciar un camino tiene una tasa media de riesgo, otro porcentaje de garantías de llegar y no falta una buena dosis de aventura, la busquemos o no, ¡viene en el paquete! Un buen camino ventajosamente cohesiona equilibradamente todos estos factores.
Si hoy inicias la ruta al cambio, o si vas en la autopista de tu segunda oportunidad, ve con Dios, El ya ha estado donde tú vas, conoce la mejor ruta a tu destino y El es el camino hasta allí, en sus huellas está tu paz y en su palabra tu luz.