Ampliar la base tributaria y reducir las exenciones fiscales aplicables en el sistema impositivo dominicano no puede ejecutarse al margen del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS). Por ser un impuesto que combina las particularidades de ser el más importante, en términos de recaudación, y el de mayor exclusión, una ampliación de la base tributaria del sistema impositivo dominicano necesariamente tiene que afectar al ITBIS, incorporando a su universo gravable algunos de los bienes y servicios que todavía están fuera del alcance de ese gravamen.
En la última reforma tributaria hecha en el país, la de noviembre del 2012, fueron asimilados al ITBIS ocho productos de la canasta básica que a lo largo de los primeros 30 años de aplicación de ese impuesto habían quedado fuera. Esos productos son azúcar, aceite, café, chocolate, margarina, yogur, mantequilla y grasas comestibles. Con esa acometida, se redujo la protección histórica que había prevalecido para bienes alimenticios sin procesar.
Con la última reforma, el peso del ITBIS como principal impuesto del sistema impositivo dominicano se consolidó. Desde enero del año pasado, cuando comenzó la aplicación a los nuevos bienes, con una tasa reducida que inició con 8% pero que ya es de 11%, el aporte mensual del ITBIS promedia RD$9,000 millones, en sus dos aplicaciones: interna y externa. En total se proyecta que este año el tributo aporte en sus aplicaciones más de RD$100,000 millones.
En el informe que rindió el lunes último la misión del FMI que estuvo por dos semanas en el país, revisando la economía, se recomienda al Gobierno dominicano ampliar la base tributaria y reducir las exenciones fiscales, como estrategia para que en un plan de mediano plazo reduzca “más rápidamente las necesidades de financiamiento y reconstruir los colchones fiscales”. En referencia a ese planteamiento, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, dijo que el Gobierno no hará reforma tributaria ni subirá la tarifa eléctrica, y que se enfocará en bajar el gasto público y el nivel de endeudamiento del país.
La precisión de Montás, sin embargo, deja en el escenario el tema del pacto fiscal, que por las presiones del sector privado, implicaría propiciar una reforma fiscal integral, es decir, que toque ingresos y gastos. Ese debate lleva varios años y ha sido una respuesta del empresariado a las diferentes propuestas de reformas tributarias, de emergencias, que el Estado ha planteado cuando ha enfrentado situaciones de déficit fiscal.
En las discusiones por regular el sector privado se ha ido por el lado de reducir el gasto, mientras que el Gobierno ha puesto la vista en el llamado gasto tributario, que es como define al monto de ingresos que el fisco deja de percibir al otorgar un tratamiento impositivo preferencial que se aparta del establecido en la legislación tributaria, con el objetivo de beneficiar a determinadas zonas o contribuyentes.
Para el presupuesto del año en curso, el Ministerio de Hacienda calculó que el gasto fiscal ascenderá a RD$181,455.2 millones, monto equivalente a un 6.6% del producto interno bruto (PIB).
De ese volumen, al ITBIS le corresponde un estimado de RD$99,523.9 millones, equivalente al 54.8% del total y 3.6% del PIB. Esa elevada ponderación hace del ITBIS una vía de obligado recorrido en cualquier iniciativa para aumentar la base tributaria y reducir las exenciones fiscales.