La vida le ofrece a un muy reducido grupo de personas, la oportunidad de gobernar a su pueblo. Danilo Medina es uno de esos pocos privilegiados. Por lo tanto esta es una oportunidad que bajo ninguna circunstancias la puede desperdiciar, pues le quedaría una amargura y un arrepentimiento para siempre.
Por eso considero muy atinada que una de sus consignas de campaña fue que gobernará “para corregir lo que esta mal”.
Traigo esto a colación, pues los resultados del índice de Competitividad Global 2012-2013 que acaba de publicar el Foro Económico Mundial, obliga al Presidente Medina a corregir urgentemente una de las mayores vergüenzas que puede tener una Nación, pues de acuerdo con este índice, la República Dominicana ocupa el último lugar, dentro de una lista de 144 países de todo el mundo, en lo que concierne al despilfarro en el gasto gubernamental y el favoritismo de los funcionarios públicos. Asimismo ocupa el antepenúltimo lugar en lo que refiere al desvío de los fondos públicos.
En otros indicadores también estamos pésimamente clasificados por esta prestigiosa organización mundial, como es el caso de la calidad del suministro eléctrico, la disponibilidad de instituciones de investigación científica y muchos otros. Pero debemos reconocer que no le podemos pedir al nuevo gobierno que corrija todas estas deficiencias de la noche a la mañana, pues muchas de ellas son problemas complejos que requerirán tiempo para poder ser superados. Sin embargo, en lo que concierne a los tres primeros indicadores, cualquier presidente está en capacidad de corregirlos, puesto que está a su alcance, ya que sólo se requiere una decisión política y determinación para hacerlo. Si así actúa, tendría el respaldo del pueblo sin cuestionamiento, en caso que lo necesite para poder enfrentar fuerzas internas adversas.
Precisamente, lo que enoja a la población en estos momentos es que debido al despilfarro en el gasto gubernamental, al desvío de los fondos públicos y el favoritismo de los funcionarios del pasado gobierno, es que ahora tendremos que negociar nuevamente con el FMI y someternos a una nueva disciplina fiscal que muy bien pudimos manejar, sin la imposición de ningún organismo internacional y sin tener que aplicar nuevos gravámenes a este pueblo que ya está saturado de impuestos.
Sobre los indicadores donde estamos relativamente bien posicionados de acuerdo a esta publicación, no tenemos nada que decir pues nuestro deber es verlo con naturalidad. Así pues bienvenido sea que nos califican en muy buenos lugares en lo que se refiere a la colaboración entre empleadores y empleados; también a la fortaleza de los bancos y otros no menos importantes. Aquí se aplicaría la otra consigna de campaña: donde el Presidente Medina se comprometió a gobernar “para continuar lo que esta bien”.
Sirva pues esta calificación del Foro Económico Mundial para que nuestro presidente decida con todas sus fuerzas, eliminar esta vergüenza nacional.