Santiago.-El Papa Francisco felicitó mediante una carta al arzobispo de esta arquidiócesis Ramón Benito De la Rosa y Carpio por sus 25 años de boda de plata de ordenación como obispo.
La misiva fue leída por el Nuncio Apostólico, Juse Thadeus Okolo durante la ordenación presbiteral de los diáconos Leonardo Casimiro y Roberto Escaño en la Catedral Metropolitana de Santiago.
Aunque se había suspendido la celebración de las bodas de plata de consagración como obispo de De la Rosa, debido a la salud de monseñor Francisco José Arnaiz, el Nuncio Apostólico, Okolo, leyó un emotivo mensaje firmado de puño y letra por el Papa Francisco resaltando la labor sacerdotal del arzobispo de Santiago.
En la misiva, el Sumo Pontífice, llama a que siga trabajando con profundo fervor y de forma sabia como hasta ahora lo ha venido haciendo en los tres posiciones que como obispo ha ocupado desde la diócesis de Santo Domingo, la de Higuey y como arzobispo de Santiago.
Al agradecer la distinción del Papa, dijo que resultan un estímulo para el ministerio que, aunque con limitaciones, precariedades, fallos ha tratado de ejercer con amor al servicio de la Iglesia.
“Agradezco profundamente al sucesor de Pedro que, en la línea de la sucesión apostólica, pone de manifiesto la continuidad de aquella misión que me fuera confiada ya hace 25 años por el beato Papa Juan Pablo II”, puntualizó. Al utilizar una frase del Papa Francisco que dijo ya él ha repetido en varias ocasiones, se declara pecador, pero no corrupto.
En la homilía De la Rosa resaltó la necesidad del fortalecimiento de la familia, del respeto del esposo por su pareja conyugal y asumir un corazón misionero para seguir fortaleciendo el catolicismo y el evangelio. A la ceremonia asistieron monseñor Agripino Núñez Collado, el obispo auxiliar, Valentín Reynoso, así como de otros sacerdotes y familiares de los curas ordenados.
En el caso de los daos sacerdotes, Leonardo Rafael García fue enviado para ejercer la labor pastoral en Sabana Iglesia; mientras Roberto Escaño en otras comunidades.
El Papa Francisco al valorar la labor sacerdotal se refiere a de la Rosa y Carpio como alguien que ha ejercido con una verdadera eficacia en parroquias y en el ámbito de la formación de jóvenes y en el santuario Nuestra Señora de la Altagracia y como vicario general de la diócesis de Higuey.
