La diabetes es una enfermedad crónica que se ha convertido en un problema de salud pública en Centro y Sur América. De acuerdo a la Federación Internacional de la diabetes, se estima que 24.1 millones de personas, equivalente al 8% de la población de la región, tienen diabetes, y República Dominicana es el segundo país con prevalencia más alta de la región, con un 10.74%, equivalente a 670 mil diabéticos. Durante el 2014, alrededor de 7, 8888 murieron en el país a causa de esta enfermedad.
Esta afección es uno de los mayores problemas para los sistemas de Salud Pública. En la mayoría de los países de la región se encuentra entre las primera cinco causas de mortalidad y entre las primeras 10 de hospitalización.
Durante un congreso realizado sobre el tema en República Dominicana, el doctor Ammar Ibrahim, director general del Instituto Nacional de la Diabetes, Endocrinología y Nutrición ( INDEN), dijo que es de suma importancia la cooperación transversal entre institutos, organismos gubernamentales e iniciativas privadas, para que en conjunto fomenten la investigación y se desarrollen herramientas y programas en beneficio del paciente y que éstas sirvan para enfrentar las transiciones tanto demográficas como epidemiológicas para la atención de una de las enfermedades crónico- degenerativas de mayor impacto, como es la diabetes.
Durante su participación, Carlos Alvayero, médico endocrinólogo de El Salvador, expresó que para los pacientes que a pesar de tomar antidiabéticos orales y haber implementado cambios en su estilo de vida no han logrado alcanzar su meta, existen alternativas de tratamiento como las nuevas insulinas análogas basales que ofrecen grandes beneficios, ya que producen menos ganancia de peso y menor hipoglicemia, especialmente por las noches en comparación con otros regímenes.
“Existen otras opciones terapéuticas que no necesariamente son insulinas. Entre estas están las incretinas, una nueva clase farmacológica con efecto muy positivo que se puede usar en combinación con otros antidiabéticos orales”, dijo el especialista.
Alteraciones que produce este mal
De acuerdo a los especialistas participantes en el congreso, el exceso de glucosa (azúcar) en la sangre puede afectar a diversos órganos y tejidos. Por ejemplo, aumenta la probabilidad de padecer problemas en dientes y encías como gingivitis, periodontitis, infecciones. Además, puede causar hipertensión arterial, lesiones en los vasos sanguíneos y con ello alterar los ojos (retina), reduciendo la visión y conduciendo en ocasiones a la ceguera. Del mismo modo, pueden lesionar las células y los vasos sanguíneos de los riñones, afectando la capacidad de filtración y pudiendo producir, en algunos casos, mal funcionamiento del riñón, llevando a la diálisis.
Es frecuente que en los diabéticos, tanto tipo 1 como tipo 2, el estómago tarde más de lo habitual en vaciarse. Puede aparecer, por tanto, ardor de estómago, náuseas, regurgitación de alimentos no digeridos, una sensación temprana de hinchazón en la barriga al comer y espasmos de la pared del estómago.
Los diabéticos también tienen un aumento en el riesgo de padecer infartos del corazón, trombosis cerebral y lesiones en los pies, debido a la mala circulación y a la pérdida de la sensibilidad. Todas estas complicaciones son frecuentes sobre todo en aquellos diabéticos que tienen mal controlada durante varios años la glicemia, la tensión arterial y el colesterol.
También hay que añadir que, en la medida en que la glucosa está elevada, ésta, a su vez, puede elevar los valores de triglicéridos y perjudicar la coagulación, sin olvidar el importante papel que desempeñan el sobrepeso y la obesidad en las complicaciones,dado, además, a que un 75% de los pacientes diabéticos tipo 2 presentan obesidad.
Por el contrario, en aquellos diabéticos que cumplen correctamente la dieta, hacen ejercicio a diario y toman todos sus medicamentos, el riesgo de las complicaciones es mucho menor, ya que suelen tener bien controlada la enfermedad.
Qué hacer
Durante los últimos años se han desarrollado nuevas técnicas farmacológicas que contribuyen con un mejor control de la enfermedad, y diversos estudios clínicos han demostrado que un control estricto de la glicemia previene la aparición y progresión de las complicaciones asociadas a este padecimiento.
Cuidado con la diabetes gestacional
Se dice que una mujer tiene diabetes mellitus gestacional (DMG) cuando se le diagnostica diabetes por primera vez durante el embarazo. Cuando una mujer desarrolla diabetes durante el embarazo, suele presentarse en una etapa avanzada y surge debido a que el organismo no puede producir ni utilizar la insulina necesaria para la gestación.
La diabetes gestacional suele desarrollarse en una etapa avanzada de la gestación, cuando el bebé ya está bien formado, aunque siga creciendo. El riesgo para el bebé es, por lo tanto, menor que los de cuyas madres tienen diabetes tipo 1 o tipo 2 antes del embarazo. Sin embargo, las mujeres con DMG también deben controlar sus niveles de glucemia a fin de minimizar los riesgos para el bebé. Esto normalmente se puede hacer mediante una dieta sana, aunque también podría ser necesario utilizar insulina o medicación oral.
La diabetes gestacional de la madre suele desaparecer tras el parto, pero las mujeres que han tenido DMG corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 con el paso del tiempo. Los bebés nacidos de madres con DMG también corren un mayor riesgo de obesidad y de desarrollar diabetes tipo 2 en la edad.
Dato
Los síntomas principales de la diabetes son emisión excesiva de orina, aumento anormal de la necesidad de comer , incremento de la sed y pérdida de peso sin razón aparente.
Saber
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de noviembre y según datos de la OMS, es una de las 10 principales causas de muerte a nivel mundial. La diabetes es un mal grave y se deben tomar en cuenta algunos pasos para controlarlo.
