A hora que ya el país contará con un nuevo gobierno que asumirá el poder el próximo 16 de agosto, surge la esperanza en gran parte de la población de ver hecho realidad, por lo menos el inicio de solución de muchos de los graves problemas ambientales que confronta la República, principalmente el gran Santo Domingo y el Distrito Nacional. Entre las prioridades que deberían ser tomadas en cuenta por el electo presidente Danilo Medina figura el rescate de los denominados barrios marginados habitados por familias extremadamente pobres que viven en destartaladas casuchas a orillas de los ríos Isabela y Ozama.
Se trata de una amplia área de esa parte de la capital habitada por familias pobres cuyas vidas están en permanente peligro por las frecuentes crecientes de los señalados ríos durante las temporadas de lluvias como la actual.
El país cuenta con excelentes profesionales de la ingeniería y la arquitectura, así como extraordinarios ambientalistas que deberían ser tomados en cuenta por el nuevo gobierno peledeísta a instalarse en agosto venidero para que presten su concurso en el estudio y posible solución del señalado problema. Una de las primeras medidas a tomar por el nuevo gobierno que encabeza Medina debería ser el inicio de un inmediato plan de construcción de viviendas de interés social para reubicar a las familias residentes en la accidentada zona.
En el país ya hay precedentes de solución a este tipo de problemas, como son los extraordinarios planes habitacionales ejecutados durante los gobiernos de Balaguer para reubicar a moradores de los barrios Guachupita, La Zurza, La Ciénaga, Gualey, Simón Bolívar y otros muchos sectores paupérrimos existentes principalmente en zonas aledañas a los indicados ríos y cañadas. Fruto de ese ambicioso programa habitacional son los multifamiliares de Los Ríos, Los Mina, Mata Hambre, Los Manguitos, Hondura y los barrios militares de San Isidro y de la Marina de Guerra en la zona oriental. La reubicación en lugares apropiados de todas aquellas familias, permitiría hasta la creación allí de un gran complejo turístico con modernas edificaciones y avenidas con acceso a esplendorosas instalaciones apropiadas que incluyan un mirador con vista al Isabela y el Ozama.