Isidro de los Santos es un microempresario de Villa Duarte, dueño de una panadería que ha logrado sacar a flote, pese a que no sabe leer ni escribir.Entre sus afanes para cumplir con las decenas de pedidos de pan que debe llevar a diario a los colmados y cafeterías de la zona, Isidro, de 43 años, narra cómo le ha pesado no haber aprendido sobre letras. Recuerda que dejó la escuela cuando tenía unos nueve años para trabajar, porque su familia era muy pobre y nunca había nada para comer, y menos para comprar cuadernos y uniformes.
En la modesta panadería, ubicada en la calle Míster Marles, esquina Alejandro Ibarra, Villa Duarte, Santo Domingo Este, De los Santos tiene siete empleados que tampoco saben leer ni escribir y son parte de las 850 mil personas analfabetas que tiene el país. Sin embargo, desconoce que este lunes el Gobierno inicia el plan nacional de alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo”, con el que busca erradicar el analfabetismo de República Dominicana.
Y es que de unas 25 personas encuestadas al azar, que confesaron no saber leer ni escribir, sólo una dijo que alguien había visitado su casa, lo inscribió en una lista y prometió avisarle cuándo y dónde debe ir a tomar las lecciones. Los demás encuestados manifestaron su interés de ser tomados en cuenta para asistir a los grupos de enseñanza.
La queja de que ha habido poca difusión de la campaña de alfabetización masiva es común en diferentes sectores de la capital. Cada entrevistado tenía una historia que contar sobre lo que han pasado por ser analfabetos.
Algunos admitieron que aún sienten vergüenza cuando tienen que firmar con la letra X o cuando no pueden llegar a un lugar porque no pueden leer los nombres de las calles. Sergio Ruiz es otro de los encuestados y explica que nunca fue a una escuela, porque su madre no se preocupó por eso, pues lo más importante era buscar la comida para alimentar a sus hermanos más pequeños.
Hoy es un adulto de 53 años que dice estar motivado para ir donde sea para aprender, por lo menos a leer y escribir su nombre.
Buena marcha
La ministra de Educación informó que todo está listo para que inicie el plan. Josefina Pimentel sostuvo una reunión con la Junta Nacional de Alfabetización en el Palacio Nacional, en la que se pasó balance al trabajo organizativo realizado para el lanzamiento del programa.
Anunció que este lunes a las 4:00 de la tarde se realizará el acto central de lanzamiento del Plan de Alfabetización, en la Escuela Nelly Biaggi, ubicada en el sector El Almirante, municipio Santo Domingo Este, actividad que se espera sea encabezada por el presidente Danilo Medina.
La funcionaria explicó que para la primera etapa del programa se capacitaron seis mil voluntarios, pero aumentarán porque faltan tres provincias por registrar. Los datos se darán a conocer en el transcurso de este mes.
Esperan ser convocados
Freddy Alcántara
Motoconchista
“No he escuchado nada del plan para aprender a leer y a escribir, pero estoy dispuesto a ir donde me digan. No fui a la escuela porque en mi casa me mandaban a trabajar a la loma y nunca tuve la oportunidad de estudiar, pero ahora me gustaría”.
Juan Florentino
Empleado público
“Como nunca aprendí a leer ni escribir firmo todo con una X. Eso me da vergüenza, pero ya me inscribieron en una lista para enseñarme a leer y escribir. A mí nunca me mandaron a la escuela porque me enfermaba mucho. El tiempo pasó y me hice un viejo sin darme cuenta”.
Isidro de los Santos
Panadero
“Quiero que me digan dónde ir para coger clases. El que no sabe leer ni escribir está feo para vivir. Nunca fui a una escuela, pero he trabajado mucho para que a mis tres hijos no les pase lo mismo. No he oído nada del plan de alfabetización, pero voy a averiguar a dónde debo ir”.
Aridio Martínez
Exempleado
“Estoy dispuesto a ir a la escuela para aprender, pero nadie me ha dicho nada de ese plan. Tengo un hijo adulto que tampoco fue a la escuela, pero nunca es tarde para aprender. A veces tengo que decirle a la gente que el hecho de no saber leer no quiere decir que coma hierba”.
Henry Tomás
Ayudante de colmado
“Quiero que me incluyan en ese plan. Nunca aprendí a leer ni escribir, porque no tuve oportunidad. Creo que todavía puedo aprender algo si alguien me ayuda. He vivido toda mi vida sin saber qué dice un letrero en la calle. Eso me da vergüenza pero quiero cambiar”.