Han pasado 60 días desde que concluyó el mes de junio del Año de la Transparencia y el Fortalecimiento Institucional, y el país realmente no sabe en cuánto terminó el déficit fiscal en el primer semestre del 2011, probablemente, la variable más importante dentro de las metas establecidas en el acuerdo stand-by con el FMI.
Ni el Ministerio de Hacienda (MH) ni la Dirección General de Presupuesto (Digepres) han dado a conocer su estimado. Bajando tablas mensuales que publica en su portal la Digepres y realizando operaciones aritméticas rudimentarias, uno podría concluir que el déficit fiscal
alcanzó RD$12,916. millones.
¿Cómo podemos llegar a este resultado? Tomando los estimados de ingresos corrientes más donaciones que la Digepres publica mensualmente. Si lo hacemos y sumamos los primeros 6 meses del 2011, obtenemos algo cercano a RD$136,896.7 millones.
A ese valor tenemos que restar el estimado de los gastos totales del Gobierno, excluyendo, los gastos por amortizaciones de la deuda pública, para el período enero-junio del 2011. Ese total de gastos alcanzó, según la Digepres, que es una dependencia del MH, RD$149,813.2 millones. Restando el total de gastos del total de ingresos corrientes más donaciones (RD$136,896.7– RD$149,813.2 millones) obtenemos el resultado del déficit fiscal del primer semestre del 2011, según la Digepres y el MH: RD$12,916.2 millones.
Si el dato fuese cierto, estaríamos muy bien posicionados para lograr cerrar el 2011 con el déficit fiscal de RD$33,500 millones que se acordó con el FMI.
Lamentablemente, el dato de Digepres-MH es incorrecto. No lo digo yo. Lo dice el Banco Central (BC). El BC acaba de colocar en su portal el documento “Resultados Preliminares de la Economía Dominicana”, Enero-Junio 2011. En el mismo se incluye una estimación del ejercicio fiscal durante el primer semestre del 2011.
Según el BC, los ingresos corrientes alcanzaron la suma de RD$136,439.2 millones en el primer semestre del 2011, una cifra bastante cercana al estimado de Digrepres-MH, aunque no hay forma de justificar que dos instituciones que están prácticamente una frente a la otra, registren una diferencia de RD$457.5 millones en los ingresos corrientes.
En cuanto a los gastos totales, excluyendo la amortización de la deuda pública, mientras Digepres-MH los estiman en RD$149,813.3 millones en el primer semestre del 2011, el BC los estima un poco más altos, RD$163,208.6 millones, una diferencia de RD$13,395.3 millones. Utilizando esos estimados de ingresos y gastos, el Banco Central estima que el déficit fiscal en el primer semestre del 2011 ascendió a RD$20,679.3 millones, superior al de RD$12,916.6 millones estimado por Digepres-MH.
¿Es cierto el estimado del BC? Revisemos primeramente la aritmética, pues hay algo raro. Ingresos, RD$136,439.2 millones. Gastos, RD$163,208.6 millones. Restando el segundo del primero, arroja un déficit de RD$26,769.4 millones y no de RD$20,679.3 millones. Parecería que se produjo algún error de digitación.
¿Entonces el déficit no fue de RD$12,916.6 millones como afirman Digepres-MH sino de RD$26,769.4 millones como se desprendería de los datos publicados por el BC?
Para responder la pregunta tendríamos que saber si el BC está incorporando en sus datos los aumentos en los atrasos en que incurrió el Gobierno Central durante el primer semestre del 2011.
A continuación, algunos ejemplos. El presidente Fernández ha revelado que con Refidomsa, debido a la decisión política del Gobierno de no realizar a principios de año la totalidad del ajuste de los precios de los combustibles que se derivaba del aumento de los precios de los derivados en el mercado mundial, el Gobierno incurrió en una deuda con Refidomsa de más de RD$2,000 millones.
Pregunta. ¿El BC incluyó en la partida de gasto este “subsidio oculto” que el Gobierno confirió a los consumidores de combustibles y que se financió con una “deuda oculta” de más de RD$2,000 millones con Refidomsa? Si no está incluido, debemos incluirlo pues ese fue un gasto adicional que quizás el BC ni Digepres-MH registraron.
Otro caso. La deuda con los generadores de electricidad. A final del 2010, el Gobierno tenía una deuda con los generadores de electricidad ascendente a US$289.9 millones. A final de junio, la deuda ascendía a US$618.1 millones. El aumento de la deuda con los generadores en el primer semestre del 2011 ascendió a US$328.2 millones.
Ese incremento de la deuda con los generadores debe ser registrado como una transferencia corriente devengada, aunque no pagada, financiada con acumulación de atrasos. A la tasa de RD$38.19 por dólar, tendríamos que agregar al total de gastos la suma de RD$12,534 millones.
Pero hay más. El Gobierno, durante el primer semestre del 2011, enfrentó una situación delicada al tener que desenvolverse con menores desembolsos de préstamos externos debido al impasse con la 5ta y la 6ta revisión del acuerdo con el FMI, la cual fue aprobada a mediados de julio de este año. Para que se tenga una idea de lo intensa que fue esta restricción, mientras en el primer semestre del 2010, el flujo neto de recursos externos recibido por el Gobierno Central (desembolsos de préstamos menos amortizaciones) ascendió a US$854.4 millones, en el primer semestre del 2011 cayó a US$252.2 millones, para una baja de US$602.2 millones. La caída es más dramática cuando tomamos la totalidad del sector público, incluyendo al Banco Central y al resto del sector público no financiero. El BC estimó que mientras en enero-junio del 2010 el flujo neto de recursos externos recibidos por el sector público consolidado alcanzó US$875.6 millones, en el primer semestre del 2011 colapsó, cayendo a sólo US$1 millón.
Ante esa realidad, el Gobierno Central, para evitar el colapso de la inversión pública en el primer semestre del 2011, llevó a cabo algunas operaciones con bancos para que estos canalizasen recursos a contratistas de obras del Estado, préstamos que se pagarían en el segundo semestre del 2011 cuando ingresasen los préstamos externos que habían sido detenidos debido al impasse con el FMI, así como los recursos de la colocación de los US$500 millones de bonos soberanos.
En otras palabras, durante el primer semestre del 2011 se realizaron gastos de inversión pública, no financiados con ingresos corrientes ni con préstamos al gobierno sino con financiamiento de bancos a contratistas privados, gastos públicos que se registrarán como tal, una vez el Gobierno pague esas cubicaciones a los contratistas. ¿De cuánto estamos hablando? Es muy difícil tener un estimado certero, pero conocedores de esas prácticas señalan que la suma supera los RD$3,000 millones en el primer semestre del 2011.
No hemos terminado. Para el período enero-junio del 2011 los intereses a ser pagados al Banco Central de acuerdo a lo que establece la Ley de Capitalización y acordado con el FMI, ascendían a RD$9,429.5 millones. Sin embargo, según el último Informe de la Dirección General de Crédito Público entregado al Congreso, durante el primer semestre del 2011 sólo se pagaron RD$6,241.0 millones. En consecuencia, el Gobierno se atrasó con el BC con la suma de RD$3,008.5 millones por concepto de intereses devengados pero pagados al Banco Central. ¿Incluyó esta partida el BC en su estimado de gastos del Gobierno y por tanto, en el cálculo del déficit fiscal? No lo sabemos.
Como vemos, en adición los RD$26,679.3 millones de déficit fiscal estimado por el Banco Central (claro, corrigiendo el aparente error de digitación que mencionamos arriba), tenemos otros RD$20,514 millones de gastos que no sabemos si están o no registrados, producto de aumento de atrasos con Refidomsa, los generadores de electricidad, contratistas privados y el Banco Central.
Si esos gastos derivados de aumentos de atrasos no han sido registrados, entonces el déficit fiscal en el primer semestre del 2011 fue mayor al publicado por el Banco Central y varias veces mayor al que se desprende de las publicaciones mensuales de la Digepres-MH. El valor real del déficit oscilaría, por tanto, entre los RD$26,679.3 millones publicado por el BC y un máximo de RD$47,193.3 millones que incluiría los aumentos de atrasos acumulados en el primer semestre del 2011. Alcanzar la meta de RD$33,500 millones para el 2011 sería difícil.
Una misión del FMI llega hoy a República Dominicana para iniciar la 7ma Revisión del acuerdo stand-by. Entendemos que el FMI haría una gran contribución a la transparencia y al fortalecimiento institucional, si luego de analizar todas las informaciones que exija al Gobierno, da a conocer cuál es la metodología que se ha estado usando, en el marco del acuerdo stand-by, para estimar el déficit fiscal.
En años anteriores, el FMI exigía el cálculo del déficit sobre la base de los compromisos (commitment basis) y por eso, debajo de la línea encontrábamos el detalle de cómo se había financiado el déficit: con recursos externos netos (préstamos externos menos amortizaciones de la deuda pública externa), con recursos internos netos (préstamos internos menos amortizaciones de la deuda pública interna y otros pasivos internos), y con variación de atrasos (aumento o disminución de atrasos). Por alguna razón, ese detalle ya no se presenta.
Como tampoco se presenta si en las partidas de gastos que el FMI vacía en sus estimaciones de las cuentas fiscales, incluye o no todos los gastos realizados por el gobierno sobre la base de lo devengado, sin importar si los ha pagado o no.
La transparencia en las cuentas fiscales es fundamental para evitar sorpresas desagradables en el futuro. El FMI está más consciente que nadie de la importancia que esto tiene para evitar que los mercados tengan confianza en las cuentas públicas que les presentan los gobiernos que emiten deuda soberana. Una parte del castigo recibido por Grecia recientemente, se debió a la opacidad sin precedentes que mostraban sus cuentas de déficit fiscal y deuda pública. Cuando se dijo la verdad, los mercados castigaron duramente la deuda griega y todos conocemos las consecuencias.
Quizás estamos equivocados, pero no creemos que se vea bien que mientras Digepres y el MH hablan de un déficit de unos RD$13,000 millones, el BC presenta informaciones que cuanto se restan adecuadamente, arrojan un déficit de RD$26,000 millones, el doble. Y eso, sin tomar en cuenta aumentos de atrasos que todos los días aparecen en la prensa, pero nunca en los registros oficiales.
Los artículos de Andy Dauhajre en El Caribe
pueden ser leídos en www.miprd.org/andy