Santiago. Una mujer se quitó la vida cortándose las venas, agobiada por los problemas, mientras un hombre murió aplastado por un ascensor.
Jaqueline Díaz, de 41 años de edad y madre de dos hijos, residía en la comunidad La Herradura al suroeste de Santiago.
Los familiares dicen que Díaz además de los problemas depresivos, vivía agobiada por no saber como pagar una deuda que había contraído.
En tanto, que Saúl Sosa Colón, de 34 años de edad, empleado de una cabaña turística, murió aplastado por uno de los ascensores del negocio, cuando supervisaba el aparato, reportó la Policía.
Al momento de su muerte se encontraba en el techo del edificio, supervisando un ascensor de la cabaña, cuando apretó un botón, y el aparato lo aplastó contra el techo, falleciendo de manera instantánea.
El médico legista actuante certificó su muerta a consecuencia de aplastamiento del cráneo.