Ahora que se da el caso de la tenista rusa Maria Sharapova, suspendida por dar positivo al uso de sustancias prohibidas, me llegan a la mente algunas preguntas que se han hecho constantes en este mundo deportivo. Es que no son uno ni dos los casos de deportistas que han sido sancionados por ese motivo.
Después del castigo que una determinada liga o circuito da a su
atleta, viene uno que duele tanto o más que el primero: el tema de los patrocinios. Las más que famosas marcas Nike, TAG Heuer y Porsche decidieron echarse a un lado de la tenista rusa, luego que admitió haber consumido una sustancia prohibida.
Eso me recuerda a Tiger Woods y a un sinnúmero de atletas que han recibido el abandono de sus marcas patrocinadoras cuando se ven envueltos en líos personales o situaciones con sustancias prohibidas. No soy mercadólogo ni nada por el estilo, pero creo que eso obedece a un asunto de misión, visión y valores que portan las marcas que al efecto negativo que puede producir un atleta en los consumidores.
Pregunto: ¿qué porcentaje de consumidores dejará de comprar un par de Nike, porque al momento de hacerlo se recordará de que María Sharapova dio positivo? Debe ser uno muy bajo, estoy seguro, si es que hay.
La realidad es que las marcas quieren enviar un mensaje de integridad a sus consumidores, que no sé si llega a la hora de que estos quieran consumir sus productos.
Siempre me sorprendo como con los casos de dopaje de las Grandes Ligas, especialmente con aquellos que involucran a dominicanos. Por ejemplo, Álex Rodríguez sufrió la mayor sanción en la historia de las Grandes Ligas por estar ligado a los esteroides, pero cuando regresó el año pasado los fanáticos lo recibieron como si nada había pasado.
Para colmo, Rodríguez tuvo una gran temporada y eso es historia. Ahora hasta los patrocinadores andan nueva vez tras él. Hay más casos, muchos.
Me parece que en esta era la gente se acostumbró a los esteroides y no lo ven como las ligas o circuitos. Las empresas, en algún momento, deberán voltear la página y romper la racha si seguimos a este ritmo.