Hace varias semanas La Escuela Económica informó que el presidente electo Danilo Medina ordenará la construcción de dos plantas de generación de 300 megavatios cada una, a carbón mineral, para tener una reserva fría que le permitirá renegociar los contratos con los generadores.
Otro dato, para que vayan anotando. El nuevo presidente anunciará en cualquier momento el sometimiento al Congreso Nacional de un proyecto de ley para la creación del Ministerio de Energía y Minas. Esa institución asumirá el control de la Comisión Nacional de Energía, la Dirección de Minería, las empresas del sector eléctrico estatal, las acciones del Estado en al Refinería Dominicana de Petróleo y todos los proyectos e iniciativas relacionadas con el sector energético en sentido general.
La idea es concentrar en una misma institución todos los esfuerzos que realice el Gobierno en busca de mejorar la eficiencia en la producción de electricidad, promoción de energía sostenible y explotación minera, incluyendo la búsqueda de petróleo en yacimientos conocidos y por conocer que tienen potencial de explotación, aunque en bajas proporciones.
La iniciativa había sido propuesta durante el primer período de gobierno de Leonel Fernández por el exadministrador de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Radhamés Segura, pero en ese tiempo no le prestaron mucha atención, además de que el gobierno del PLD no tenía mayoría congresual y posteriormente perdió las elecciones en el 2000. A su regreso en el 2004, el gobierno de PLD no le dio seguimiento a la idea.
Pero ahora va en serio, tanto que hasta se sabe quién será el primero en dirigir el ministerio. Tan pronto sea creado por ley, en el Ministerio de Energía y Minas sería designado el diputado Pelegrín Castillo, quien renunciaría de su puesto de legislador. Pero como esa diputación es de los Castillo Semán, es muy probable que esa corul pase a ser ocupada por un hermano de Pelegrín. Sí, ese mismo, Vinicito Castillo, para calentar la pista en la Cámara de Diputados.