Michael Keaton, el “Batman” más pensativo, cumplió 60 años

Michael Keaton no es un típico héroe de acción, ya que su cuerpo no tiene una complexión grande ni es musculoso. A cambio, con frecuencia mira pensativo a la cámara y levanta una ceja. Así se hizo famoso en 1989 como “Batman”, bajo la dirección de Tim Burton.

Keaton brilló de nuevo encarnando al héroe del cómic. En “Batman Returns”, de 1992, es protagonista junto con Danny DeVito, en el papel del Pingüino, y Michelle Pfeiffer como Catwoman.

El actor ha probado casi todos los géneros, desde el drama de Shakespeare en “Much Ado About Nothing”, dirigida por Kenneth Branagh, pasando por el marido clonado en la comedia “Multiplicity” hasta el agente del FBI en el drama de acción de Quentin Tarantino “Jackie Brown”.

Primero probó como comediante y cámara, antes de conseguir pequeños papeles en la televisión. Al mudarse a Hollywood en la década de 1970, se encontró con que ya había un actor con el nombre de Michael Douglas. Por lo tanto, no podía inscribirse así en la asociación de actores. El novato eligió a su colega Diane Keaton, que ya era famosa entonces por “The Godfather”, como su madrina de nombre.
Su primer papel en una película, bajo la dirección de Ron Howard -que posteriormente ganaría dos Oscars-, lo recibió en 1982 en la comedia “Night Shift”. En esta cinta, Keaton brilla como empleado loco de una casa funeraria. Poco después interpretó en “Mr. Mom” a un padre de familia en un suburbio que pierde su empleo y se ocupa de los quehaceres domésticos.

La crítica lo elogió por su personaje de fantasma en la comedia “Beetlejuice” (1988) de Tim Burton. Y cuando el cineasta lo convocó para protagonizar “Batman”, la carrera de Keaton en Hollywood experimentó un avance extraordinario.

Pero no sólo interpretó personajes simpáticos. En el thriller psicológico “Pacific Heights” (1990) ponía la piel de gallina como subinquilino psicópata. En “Desperate Measures” (1998) fue un asesino en serie psicópata bajo la dirección del francés Barbet Schroeder. Y entre medias, estremeció hasta las lágrimas a los espectadores de “My Life” (1993), donde interpretó a un marido enfermo de un cáncer incurable, acompañado por Nicole Kidman.

Con “Jack Frost” (1998) participó en una aventura fantástica. En esta cinta, Keaton interpretó a un músico que descuida a su familia, pero que tras su muerte recibe una segunda oportunidad y regresa a la Tierra como muñeco de nieve. Como presidente estadounidense en “First Daughter” (2004) no tuvo mucha suerte. Esta película banal con Katie Holmes como su hija fue un fracaso en la taquilla.

Pero se recuperó el año siguiente con la comedia “Herbie: Fully Loaded”, en la que Herbie es un Volkswagen Escarabajo de carreras con personalidad. Keaton reveló ser fan de estos vehículos. En el pasado tuvo dos, uno modelo 1963 y otro 1965. Son “automóviles grandiosos”, opinó.

Para Hollywood, sus papeles nunca alcanzaron para un Oscar, pero Keaton se puede conformar con el “Career Achievement Award” por sus méritos como actor y director del Festival de Cine de Zúrich. Hace dos años fue distinguido allí por toda su carrera cinematográfica. En el marco del festival también presentó su ópera prima “The Merry Gentleman”, un thriller romántico en el que da vida a un asesino a sueldo que se enamora de una testigo de un asesinato.

Con frecuencia Keaton deja Hollywood y se refugia en su rancho en el estado de Montana. En el pasado salió en las primeras páginas de los diarios por sus amoríos con coprotagonistas como Michelle Pfeiffer y Courteney Cox, pero actualmente es reservado con su vida privada.

Estuvo casado sólo una vez, y hace mucho tiempo. De su fracasado matrimonio con la actriz de televisión Caroline McWilliams, de quien se separó en 1990, tiene un hijo.