La instalación de hornos que operen con gas natural paliaría el problema ambiental y sanitario que provoca la quema de neumáticos para la fabricación de cal.El ecologista Luis Carvajal, de la Academia de Ciencias y de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), plantea que los males que generan la quema de miles de llantas de vehículos en Ojo de Agua, provincia Hermanas Mirabal, “tiene una solución tan práctica y barata que no sabemos por qué no se aborda”. “La solución es pasar los hornos a gas, incluso a gas natural. Esto evitaría que los productores tengan que recurrir a la quema de hasta 800 neumáticos para obtener una determinada cantidad de cal”.
Carvajal asegura que, aunque los hornos de Ojo de Agua se concentran dentro de una zona poblada, en otros lugares del país existe una práctica igual de contaminante y dañina para el medio ambiente y la salud humana. “En San Cristóbal siguen existiendo hornos de cal aunque se inició un proceso de industrialización, pero sólo lo han alejados de los caminos. Camino a Palenque existe una práctica permanente y continua de elaboración de cal con este sistema”, dice.
De hecho, el Ministerio de Medio Ambiente asegura que tiene inventariado 348 hornos en todo el país. El vocero de esa dependencia oficial, Mayo Rodríguez, define como “un proceso bastante tedioso” enfrentar y erradicar el problema ambiental y de salud que provocan las personas que utilizan neumáticos de vehículos y leña para la fabricación de cal.
Asegura que, aunque en un momento se llegó a inventariar los hornos, todavía “no se ha hecho nada” para erradicar el problema que provocan, porque se requiere de una inversión en tecnología que los productores de cal no tienen capacidad de asumir.
“El inventario se hizo para comenzar un trabajo de capacitación para que los fabricantes operen con métodos menos agresivos con el medio ambiente”, dice. Indica que se trata de prácticas que existían antes de surgir la Ley 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Rodríguez sostiene que una de las alternativas sería unir en cooperativas a los extractores de rocas calizas para que puedan operar los hornos de fabricación de cal en forma colectiva y, de esa forma, afrontar la inversión económica requerida.
El polvillo de la cal afecta la salud y la vegetación
Los árboles de Ojo de Agua atestiguan el problema generado por el polvillo que despide la cal. Ramón Antonio Capellán asegura que los sectores más empobrecidos de Ojo de Agua recurren a la quema de neumáticos y leña como combustible para fabricar cal, debido a la falta de fuentes de empleos.
“¿Quién de nosotros tiene para comprar una finca de cacao? No tenemos para comprar un motor, mucho menos para una finca porque aquí el cacao lo tienen los Mirabal, los González…”