Siempre ha existido la inquietud de porqué los niños dicen primero papá que mamá. Para las madres resulta algunas veces chocante,que sea una de las primeras palabras del hijo que llevó en su vientre por nueve meses.
Tal ha sido siempre esa inquietud, que diferentes entidades especializadas en el estudio de la conducta humana y de la evolución y desarrollo de las personas, se hayan interesado en analizar esta situación, a fin de establecer los porqués.
Lo primero que escuché acerca de este tema, es que por ser la P una consonante labial, le resultaba más sencillo a los pequeñitos pronunciarla, no así la M, que es una consonante nasal.
A resumidas cuentas, la explicación es que Papá es una palabra más fácil que Mamá y por lo tanto a los niños les cuesta poco pronunciarla. Aunque yo diría que más que fácil, es Papá, una de las dos palabras más significativas que decimos a lo largo de nuestras vidas. Es tan dulce como suave. Es tan inmensa que el solo hecho de saber que contamos con él, nos hace sentir fuertes, seguros, casi invencibles.
Es tan hermoso su sonido que tan solo escucharlo nos da felicidad, nos arranca una sonrisa. Por eso me gustó tanto esta poesía que encontré en la web y la comparto con ustedes.
Una palabra tan corta. Un significado tan grande.
Una palabra fácil de escribir y tan difícil de explicar.
Alguien tan especial, con sus virtudes y defectos.
Alguien tan grande, con un corazón inmenso.
El que siempre está para lo que necesites, desde niño hasta adulto.
Desde día hasta noche.
El que te cuida cuando estás
enfermo.
El que te consuela cuando estás triste.
El que te ayuda cuando lo
necesitas.
El que comparte tu vida a diario.
El que te enseña cuando no sabes.
El que te corrige cuando estás equivocado.
El que te felicita cuando no lo estás.
El que aprende de ti.
El que daría la vida por ti sin pensar.
El que piensa en ti cuando dice vida.
El que no tendría vida sin ti.
El que daría su vida por tenerte a ti. l