Cristina dice que luego de una sección ardiente lo mejor es hablar sobre cosas que te relajen, pero entiende que antes de eso debe considerar algunos minutos en silencio. En realidad, éste siempre ha sido uno de los grandes dilemas en torno a la relación de pareja y el sexo, ¿se debe o no hablar en la cama?
El doctor Ángel Enrique Pacheco, del Instituto Doctor Pacheco de Psicología, explica que algo importante es entender que “la cama no es el mejor lugar para discutir sobre problemas de pareja.
Las discusiones deben realizarse en otro entorno, pero no en el lugar que se asocia al descanso, porque esto luego afecta los patrones de sueño”.
Sin embargo, ¿cuál es el momento propicio para hablar, antes, durante o después del acto sexual? El especialista sostiene que todo depende de lo que sea más cómodo para la pareja, pero hasta esto debe de expresarse.
“Los estilos dependen de la seguridad, la confianza y la educación de hogar de la persona”, indica.
La mujer espera recibir un “te quiero” antes, durante y después del acto sexual, ya que para ella la sexualidad es una expresión de amor. Sin embargo, el hombre también tiene su lado sensible. Su ego depende de la percepción de otros con respecto a él. Por esto, es importante hacerle cumplidos respecto a la relación sexual u otros aspectos.
Siempre es muy efectivo decirle a tu pareja lo estupendo o estupenda que es, lo que te gusta de él o ella, todo lo que le admiras, etcétera.
Esto, en todo caso, no implica mentir, porque la falta de sinceridad deteriora la relación de pareja. A pesar de que los tiempos han cambiado y ahora la mujer expresa lo que le gusta o no, el doctor manifiesta que “aún existen mujeres que son muy cohibidas y se reprimen durante el acto. Por eso evitan pronunciar palabras obscenas, gritar o gemir”.
El hablar permite la expresión del deseo, por eso –según Pacheco– no debe haber inhibiciones. En ese momento lo que importa es la respuesta del ser humano, no lo que es “correcto”.
Sobre el momento después del coito, el experto refiere que el hombre, a diferencia de la mujer, pasa por un periodo refractario. Justo en el instante después de la descarga eyaculatoria, “que es un acto excesivamente violento”, el hombre necesita tranquilizarse, mientras que la mujer queda dispuesta a mucho más.
No importa el momento en el que decida hacerse. La realidad es que el diálogo sí puede meterse a la cama con la pareja.
Pero esto debe ser un proceso que comience desde antes de entrar en la habitación. De esta manera la conversación que se tendrá en cualquiera de los periodos del acto será más placentera.
Hablar “sucio”
El vocabulario dependerá mucho de la pareja. Contrario a lo que se piensa, existen hombres a los que no les gusta el lenguaje “sucio” y a muchas mujeres les encanta. Por eso es bueno recalcar que en ese momento las “malas palabras” son permitidas, siempre y cuando ambos estén de acuerdo.
Con sentido del humor
Un factor que ayuda a tener una mejor relación es el sentido del humor que se desarrolla en la cama. La risa es un buen indicador de que todo anda bien entre ambos.
Es mucho más positivo reír que pasar largos momentos de silencio e incertidumbre.
En tu relación sexual, no olvides nunca que el juego es parte de ella. Saber qué, cómo y cuándo hablar en la cama, te puede ayudar a ser una pareja sexual mucho más deseada.
Esto constituye un factor emocional importante que produce gran atracción, a veces, incluso, más que llegar al orgasmo.