Los sentidos fuera de la lista

A pesar de que no gozan de la total aprobación para ser llamados “sentidos” existen algunas facultades en el ser humano a las que…

Los sentidos fuera de la lista

A pesar de que no gozan de la total aprobación para ser llamados “sentidos” existen algunas facultades en el ser humano a las que…

A pesar de que no gozan de la total aprobación para ser llamados “sentidos” existen algunas facultades en el ser humano a las que él mismo ha decidido otorgarle ese título. Es muy común escuchar en diversos ambientes de nuestro entorno a personas que reprochan a otras no tener sentido del humor, de orientación, de equilibrio, del tiempo o el conocido sentido común.

Aunque a estas cualidades se les denomine sentidos, en realidad no lo son, según explica el psicólogo clínico Salvador Estepan. “Realmente en términos físicos no lo son, porque los sentidos son órganos que reciben la información del medio externo”, añade.

La más cercana de las definiciones –corrige él– sería decir que son capacidades de percibir y que tienen que ver más con lo afectivo que con lo racional. Numerosos expertos han dedicado tiempo al estudio de algunos de ellos, sin lograr aún entender su procedencia o evolución.

En el pasado Albert Einstein sufrió el abandono de sus colegas en parte por apoyar sus premisas científicas en la intuición. En la actualidad otros científicos han decidido seguir su estela y ver hasta qué punto es cierto lo de intuir.

Un profesor de Psicología de la Universidad Británica de Columbia (Canadá), Ronald Rensink, ha descubierto en un experimento que algunas personas son capaces de advertir cambios en una escena que están mirando antes de que se produzcan, según pubilcó Psychological Science. Desde siempre a las mujeres se les ha atribuido la capacidad de tener el tan famoso “sexto sentido” que tuvo Einstein.

Estepan lo atribuye a que las mujeres son más intuitivas, el hombre es más racional y hay que darle datos. “Eso está influido por la cultura y podría tener que ver algo genético, aunque no se ha comprobado”, concluye.

A estos dos se une el también mencionado “doble sentido”, que para el especialista es otra especie de metáfora, como los anteriores. Esa es la reacción cuando una le está buscando otra vertiente a las cosas y los comediantes suelen utilizarlo mucho a su favor, así como el  “sentido del humor”, que no todos lo poseen.

Según el psicólogo Steven M. Sultanoff, antiguo presidente de la Association of Applied and Therapeutic Humor, el sentido del humor influye en nuestra salud de diferentes formas. “El humor estimula la risa y, como sabemos, la estimulación fisiológica a través de la risa conlleva una serie de beneficios para la salud. Parece reducir el estrés; estimula la producción de inmunoglobulina A y tiende a estimular los linfocitos T, que son anticuerpos que combaten las infecciones”. También reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que puede debilitar la respuesta inmunitaria.

Los clásicos

La piel, por el tacto, es de los sentidos el más grande. En la piel hay varios sentidos, algunos se relacionan con la presión, la temperatura y el dolor.

En el olfato, se ha estudiado que existe un órgano que se llama vomero-nasal, en el centro de la cavidad nasal, para captar las feromonas, lo tienen muchos animales entre ellos el hombre; en el perro se encuentra más desarrollado.

Sentidos tras los sentidos

El experto Salvador Estepan afirma que tenemos cinco sentidos básicos y otros dentro de éstos. “Un ejemplo es que en el del oído hay otros dos: el cenestésico y el vestibular.

El primero suministra datos sobre la rapidez y movimiento en el espacio (movimiento muscular, articulaciones, entre otros). El segundo ofrece información clave sobre la orientación del cuerpo en el espacio. Cuando éste no funciona estamos desorientados. (Síndrome o vértigo de Minier

Posted in Sin categoría

A pesar de que no gozan de la total aprobación para ser llamados “sentidos” existen algunas facultades en el ser humano a las que él mismo ha decidido otorgarle ese título. Es muy común escuchar en diversos ambientes de nuestro entorno a personas que reprochan a otras no tener sentido del humor, de orientación, de equilibrio, del tiempo o el conocido sentido común.

Aunque a estas cualidades se les denomine sentidos, en realidad no lo son, según explica el psicólogo clínico Salvador Estepan. “Realmente en términos físicos no lo son, porque los sentidos son órganos que reciben la información del medio externo”, añade.

La más cercana de las definiciones –corrige él– sería decir que son capacidades de percibir y que tienen que ver más con lo afectivo que con lo racional. Numerosos expertos han dedicado tiempo al estudio de algunos de ellos, sin lograr aún entender su procedencia o evolución.

En el pasado Albert Einstein sufrió el abandono de sus colegas en parte por apoyar sus premisas científicas en la intuición. En la actualidad otros científicos han decidido seguir su estela y ver hasta qué punto es cierto lo de intuir.

Un profesor de Psicología de la Universidad Británica de Columbia (Canadá), Ronald Rensink, ha descubierto en un experimento que algunas personas son capaces de advertir cambios en una escena que están mirando antes de que se produzcan, según pubilcó Psychological Science. Desde siempre a las mujeres se les ha atribuido la capacidad de tener el tan famoso “sexto sentido” que tuvo Einstein.

Estepan lo atribuye a que las mujeres son más intuitivas, el hombre es más racional y hay que darle datos. “Eso está influido por la cultura y podría tener que ver algo genético, aunque no se ha comprobado”, concluye.

A estos dos se une el también mencionado “doble sentido”, que para el especialista es otra especie de metáfora, como los anteriores. Esa es la reacción cuando una le está buscando otra vertiente a las cosas y los comediantes suelen utilizarlo mucho a su favor, así como el  “sentido del humor”, que no todos lo poseen.

Según el psicólogo Steven M. Sultanoff, antiguo presidente de la Association of Applied and Therapeutic Humor, el sentido del humor influye en nuestra salud de diferentes formas. “El humor estimula la risa y, como sabemos, la estimulación fisiológica a través de la risa conlleva una serie de beneficios para la salud. Parece reducir el estrés; estimula la producción de inmunoglobulina A y tiende a estimular los linfocitos T, que son anticuerpos que combaten las infecciones”. También reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que puede debilitar la respuesta inmunitaria.

Los clásicos

La piel, por el tacto, es de los sentidos el más grande. En la piel hay varios sentidos, algunos se relacionan con la presión, la temperatura y el dolor.

En el olfato, se ha estudiado que existe un órgano que se llama vomero-nasal, en el centro de la cavidad nasal, para captar las feromonas, lo tienen muchos animales entre ellos el hombre; en el perro se encuentra más desarrollado.

Sentidos tras los sentidos

El experto Salvador Estepan afirma que tenemos cinco sentidos básicos y otros dentro de éstos. “Un ejemplo es que en el del oído hay otros dos: el cenestésico y el vestibular.

El primero suministra datos sobre la rapidez y movimiento en el espacio (movimiento muscular, articulaciones, entre otros). El segundo ofrece información clave sobre la orientación del cuerpo en el espacio. Cuando éste no funciona estamos desorientados. (Síndrome o vértigo de Minier

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