Los establecimientos de venta de comida radicados en el país propiedad de nacionales chinos han ido haciendo una especie de “mutación” hacia otras actividades comerciales dentro de un mismo local.
Es decir, que si usted llegó a uno de esos establecimientos que han conseguido la diversificación, en busca de varias piezas de pollo, acompañadas de plátanos fritos o tostones, que en sentido general se conoce en República Dominicana como “pica pollo”, es posible que se anime a comprar también una blusa, un pantalón, un reloj, una pulsera o unos zapatos, entre otras opciones que hay.
Al colocar negocios variados en un mismo local, los chinos logran lo que se llama popularmente “matar dos pájaros de un tiro”. En algunos casos, se trata de pica pollo y venta de textiles y prendas, y en otros de pica pollo y centro de arreglo de uñas para damas.
Pero la “capacidad de diversificación” que demuestran los dueños de los citados negocios genera preocupación en la industria textil dominicana, y razones dicen tener de sobra para eso, según argumentan representantes de ésta.
La Asociación Dominicana de Industrias Textiles (Aditex) ha denunciado que nacionales asiáticos han adquirido a sobreprecios, en menos de tres años, unos 178 puntos comerciales, o quizás más, para colocar tiendas textiles, la mayoría de éstas en el mismo lugar o local de los denominados “pica pollo”, en todo el territorio nacional. Esos locales adquiridos son adicionales a otros que ya existen desde el pasado y que sólo ofertan alimentos preparados.
“El problema de eso es que esta gente instala tiendas donde venden mercancías importadas sin pagar aranceles reales y utilizan mayormente mano de obra ilegal. Inicialmente, en el país se colocaban dos negocios cada 15 días, luego fueron subiendo y hemos sabido que han llegado hasta a colocar 12 al mes”, asegura David Cortés, presidente de Aditex, al abordar el tema con elCaribe. Y agrega: “es un problema que está ahí y sigue creciendo sin control”.
Casi siempre la venta que se realiza es de ropa nueva, pero en algunos casos se trata de ropa traída como paca. “Todos sabemos lo que eso significa para la industria formal local”, apunta el empresario Cortés.
En Santo Domingo Oeste, Herrera es uno de esos lugares donde hay una importante presencia de pica pollos, pero también aparecen en distintas zonas de los municipios Santo Domingo Este y Norte y en el propio Distrito Nacional.
También se encuentran en otros pueblos y provincias del país. “El negocio de los pollos parece que no es tan rentable, y como ya quebraron algunas empresas especializadas en venta de pollo en el país, parece que han decidido emigrar a otro negocio”, dice David Cortés.
Pero Danhong Chou y Mai Huang, del pica pollo El Gigante, del Ensanche Ozama, no piensa lo mismo. Asegura que los clientes siguen prefiriendo los pica pollo chinos, especialmente porque están al acceso de todo público. “A nosotros nos sigue yendo bien en este país. Y si hemos optado por ampliar el negocio y poner otro tipo de cosas en venta es para tener más gente comprándonos”, dice Chou.
David Cortés, de Aditex, asegura que “esas tiendas ubicadas en la capital y el interior del país están llevando a la quiebra a industrias y comercios locales, porque los extranjeros introducen mercancías en forma irregular, no expiden facturas con comprobantes fiscales, y por tanto no pagan Impuesto Sobre la Renta, no pagan ITBIS y contratan personas sin incluirlos en la Seguridad Social y los despiden antes que adquieran derechos laborales”.
“Una sola personas ha alquilado 78 tiendas, que son abastecidas con ropas, zapatos, accesorios y electrodomésticos nuevos, que llegan por los puertos como pacas o ropas usadas. Además venden marcas falsificadas”, aseguró.
Lo sabe Aduanas, la DGII y el Ministerio de Trabajo
Los industriales textiles han planteado sus inquietudes al Gobierno a través de la Dirección General de Aduanas, la Dirección General de Impuestos Internos, y el Ministerio de Trabajo. A este último organismo le han dicho que los asiáticos que tienen negocios de tiendas/pica pollo están contratando personas a quienes no les garantizan sus derechos laborales.
“Cuando tú le permites a un negocio que venda pacas se aprovechan y ahí venden de todo, en perjuicio de las industrias y la producción local dominicana”, aseguró David Cortés.