Fraternidad de vida evangélica Misioneros de la Cruz
I
¿Qué es?
Es una Asociación Privada de Fieles con personalidad jurídica privada constituida en la Arquidiócesis de México al amparo de lo establecido en el Código de Derecho Canónico. Reconocemos la Fraternidad de Vida Evangélica de Misioneros de la Cruz, perteneciente a la comunión de la Iglesia católica, de derecho diocesano, según los cánones 298,1; 299; 304; 305; 309; 31.
El Sistema Integral de la Nueva Evangelización (SINE), como modelo misionero y pastoral integral para parroquias y escuelas católicas, ha producido frutos abundantes de comunión eclesial y revitalización misionera: transformando las parroquias en intensamente misioneras, donde se implementa la misión integral de la Iglesia, de forma organizada y sistemática; realidad que se multiplica geográfica y geométricamente en otras parroquias y diócesis en diversos países, con el resultado de freno total del avance de los grupos protestantes y de las diversas sectas, con una firme fidelidad de los católicos a su propia Iglesia.
Fruto espontáneo de este tipo de plan pastoral es el brote de numerosos laicos comprometidos apostólicamente: todos los evangelizados unas horas a la semana; algunos medio tiempo; jóvenes, dando un año de su vida; finalmente, por vocación especial, laicos a tiempo completo y de por vida, especialmente en el SINE Central y en todas las parroquias que siguen seriamente el mismo proyecto pastoral se están dando los mismos resultados de laicos comprometidos y de tiempo completo, en muchas diócesis y en varios países.
II
Sus orígenes
Esta Fraternidad de Vida Evangélica de Misioneros de la Cruz surgió y se fue perfilando en el marco de una Parroquia, Comunidad Evangelizadora, proyecto piloto del Sistema Integral de la Nueva Evangelización. Desde 1977 en el Centro de Evangelización, y desde 1981 en la Parroquia de la Resurrección de la ciudad de México, fueron surgiendo y llegando laicos evangelizados que quisieron entregar plenamente su vida a tiempo completo.
En julio de 1983 se definió el perfil de consagrados (hoy tiempo completo) en sus elementos esenciales, y en agosto de 1983 se tuvo el primer retiro de misioneros tiempo completo, donde por escrito expresaron su compromiso en la obra ante su obispo, ante el pastor parroquial, el P. Alfonso Navarro, y frente a la comunidad parroquial.
Por razón del rápido desarrollo y de numerosos grupos de personas involucradas: de tiempo completo y comprometidas, en varios países, diócesis y parroquias, para garantizar la precisa definición de esta vocación y su estabilidad en la Iglesia, se elaboraron los Estatutos para todas.
III
Fines
La Fraternidad de Misioneros de la Cruz se propone rescatar para la Iglesia de hoy lo que en la primera comunidad cristiana fue el estilo ordinario de vivir la fe en el Señor Jesús:
-Seguimiento radical de Jesús.
-Vida comunitaria.
-Entrega Misionera
Esta Fraternidad ofrece a los cristianos conscientes una sólida alternativa para dar a su fe una dimensión Cristo céntrica, comunitaria y evangelizadora: Santidad, Comunión y Misión.
IV
Santidad
El Misionero de la Cruz busca de veras a Dios, con seria voluntad y esfuerzo disciplinado y efectivo de tendencia a la Santidad. Predestinado a reproducir la imagen del Hijo se dejará moldear por el Espíritu Santo para la transformación en Jesús, de tal manera que viva ya no él sino Cristo en él; negándose a sí mismo, cargando con la Cruz: dando muerte al pecado, al hombre viejo a la carne y al mundo; presentándose como ofrenda agradable a Dios, creciendo en la fe, con una comunión de amor cada vez más profunda con el Señor.
V
Comunión
La comunidad debe haber empezado a vivirse desde terminada su evangelización pero se replanteará y se formará una nueva comunidad después de su incorporación formal a la Fraternidad. Las comunidades tienen al menos una reunión semanal formal, a la que deben asistir y participar la totalidad de miembros, además de buscar otros momentos de reunión para integración humana: descanso, esparcimiento y diversión juntos, alimentando y mostrando un verdadero espíritu de familia.
VI
Misión
La misión evangelizadora es la finalidad propia de los Misioneros de la Cruz en la Iglesia. Evangelización que lleve a construir comunidades cristianas vivas será su tarea propia, cumplida primero en las diócesis, parroquias y escuelas católicas verdaderamente misioneras.
Su servicio apostólico es una colaboración con el apostolado propio de la Jerarquía y bajo su dirección, teniendo como fin inmediato la misión de la Iglesia, trabajando unidos como un cuerpo orgánico (AA.20) (CL. 29).
La Fraternidad tiene centros de formación en misión y pastoral integral bajo la dirección de SINE central. Ahí se imparten los diversos retiros, cursos y capacitaciones para todos los aspectos de Misión y Pastoral Integral.
Por pedido o con anuencia de los obispos, se podrán tener oficinas de servicios de SINE a nivel diocesano, regional o nacional, para dar servicios a partir de ahí, a todas las instancias de Iglesia que lo soliciten. Habrá para eso un centro local de la Fraternidad con misioneros a tiempo completos y comprometidos. Esos centros y oficinas de SINE dependerán de la casa central de la Fraternidad y del SINE central.
Llamados por los obispos, los Misioneros de la Cruz podrán trabajar en servicios eclesiales en un nivel más amplio que la parroquia, en las diócesis o en organismos eclesiales más amplios nacionales o internacionales dentro de la finalidad apostólica de la Fraternidad.
La Fraternidad de Vida Evangélica Misioneros de la Cruz es un camino de vivencia cristiana, abierto a todos los estados de vida, vocaciones particulares, carismas y situaciones; no se imponen estructuras especiales de vida, sino que tan sólo se procura alimentar un mismo espíritu y mantener la misma orientación, dentro de un auténtico marco de comunión y participación.
VII
Espiritualidad
ESPIRITUALIDAD de los MISIONEROS DE LA CRUZ es la forma peculiar de vivir la vida cristiana, que integra todos los diversos elementos de su vocación y misión. Esta espiritualidad es una síntesis de todos los elementos propios y típicos en santidad, comunión y misión, que les da unidad interior, fisonomía e identidad propia en la Iglesia, para vivirla intensamente e irradiarla testimonialmente, tanto individual como corporativamente.
ESPIRITUALIDAD MISIONERA es lo característico de la Fraternidad, a ejemplo de Jesús, el primero y más grande evangelizador que decía de sí mismo: tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino porque para eso he sido enviado. Vivirán esta espiritualidad misionera sobre todo en su disponibilidad y entrega a la tarea evangelizadora con todo el esfuerzo, renuncias, privaciones y persecuciones que implican.
Puede entrar y pertenecer a la Fraternidad todo fiel cristiano: clérigos y laicos: hombres y mujeres, célibes, solteros, casados y parejas de esposos; perteneciendo y formando todos una sola y misma Fraternidad, al interior de una misma estructura. Podrán ser miembros de la Asociación aquellas personas que vivieron su retiro de evangelización kerigmatica y que reúnan las condiciones exigidas por el derecho común, acepten los estatutos y quieran vivir el espíritu de la Asociación.
VIII
Para ser miembro
Para ser miembro de la Asociación deberá solicitarse al encargado de formación por escrito iniciar el proceso de incorporación que tiene tres etapas. Para pertenecer a la Fraternidad requiere haber pasado por las etapas de probación y formación básicas, y hacer su incorporación formal en un centro local, después de haber sido aceptado por los moderadores correspondientes. No puede haber miembros de la fraternidad en lugares en donde no está establecido y aceptado por el Consejo Central y el Centro Local.
Para la incorporación de los de tiempo completo se necesita un cuidadoso discernimiento y confirmación de una auténtica vocación, con el equipamiento necesario, el cumplimiento de los objetivos de la etapa concluida, y la capacidad para pasar a la siguiente; para ello se hará con dos meses de anticipación una solicitud por escrito, pidiendo el ingreso a la que responderá el Consejo Central de la Fraternidad.
Para comprometidos la aceptación le toca al Consejo Local de la Fraternidad, escuchando al responsable pastoral del centro. El Clérigo que desee pertenecer a la Asociación deberá notificar al Ordinario del lugar y si es religioso recabar el permiso de su Superior.
Como Fundador y Pastor General de esta Fraternidad queda el mismo P. Alfonso Navarro Castellanos MSpSC, con el Lic. Raúl Matienzo Cruz MC, como Vicario (ahora Vice – Moderador).
IX
En el mundo
Actualmente la Fraternidad de Vida Evangélica Misioneros de la Cruz somos: 32 personas a tiempo completo distribuidos en diferentes países, como Estados Unidos, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana y México en la Casa Central. Los misioneros comprometidos son más de 1,000 incorporados en diferentes centros locales en los mismos países ya mencionados.
X
En República Dominicana
En República Dominicana esta Fraternidad inició en el año 1992, en la ciudad de Santo Domingo. Actualmente hay más de 270 misioneros comprometidos que están incorporados en seis (6) centros locales que son:
1. Santo Domingo
2. Santiago de los Caballeros
3. Tireo (Constanza)
4. Puerto Plata.
5. Cayetano Germosén (Guanábano, Moca)
6. Villa Mella Santo, Domingo
También hay cuatro Misioneros a Tiempo Completo viviendo en casa comunitaria ubicada en la urbanización Los Reyes, calle Penetración # 6 Santiago, RD; teléfono 809-295-4835 con la moderadora Ana Mercedes Morillo de Gómez. En Santo Domingo pueden contactarse con Margarita Franco, moderadora del Centro Local al 809-543-3079.
Conclusión
CERTIFICO que los datos ofrecidos por mí sobre “La Fraternidad Evangélica
Misioneros de la Cruz”, como laicos protagonistas de la Iglesia, los ofrecieron sus directivos.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintitrés (23) días del mes de junio del Año del Señor dos mil diecisiete (2017).