Chris Marrero lo hizo con el bate. Chris Narveson desde la lomita. Fue la combinación ideal para los Tigres ante sus más enconados rivales en la pelota local.Marrero sacudió un cuadrangular con dos outs en el cierre del sexto para virar el marcador a favor del Licey, que venció ayer 3-1 a las Águilas Cibaeñas, en un partido de excelente asistencia en el Estadio Quisqueya.
El refuerzo de los Tigres sacudió su palo, una línea por todo el bosque izquierdo, ante el derrotado Lorenzo Barceló (2-1) en conteo de dos bolas y un strike, que despertó a unos parroquianos azules silenciados por lo que hasta ese momento era otra gran salida del derecho Barceló ante los añiles.
Después de retirar a Luis Terrero con elevado al bosque central y a Dee Gordon por la vía del ponche, Jurickson Profar negoció transferencia y Barceló le hizo cuatro lanzamientos fuera de la zona al peligroso Juan Francisco, algo que era de esperarse, ya que detrás venía Marrero con su anémico promedio de .047.
El veterano serpentinero de las Águilas daba muestras de cansancio y sus dos primeros envíos ante Marrero fueron bola. Luego llegó el primer strike y en el pitcheo siguiente, el primera base de los azules la desapareció para dar a los felinos una ventaja que jamás perdieron. Fue la peor entrada de Barceló en el partido. Hasta el quinto fue un hueso duro de roer, pero la pelota no siempre es justa y un error cuesta el juego.
Para Marrero, sometido a un duro escrutinio por una fanaticada azul que ha pedido mejores resultados de un hombre llamado a batear en la liga, su primer cuadrangular del torneo fue un enorme respiro. “Se siente bien ganar el juego y que sea ante las Águilas, porque ante ellos siempre es un gran juego”, dijo el jugador nacido en Miami, pero de raíces cubanas, luego del encuentro a la transmisión de televisión del Licey. “Los hits no me han salido, pero he tomado buenos turnos. Seguiré trabajando fuerte porque en la pelota las cosas no siempre salen como uno quiere. Pero lo importante es que ganamos”, agregó.
Narveson, de su lado, estuvo dibujando en la lomita como si se tratara de un artista con una exhibición pendiente. Trabajó siete entradas de apenas tres imparables con seis ponches sin transferencias para apuntarse su segunda victoria de la contienda. En dos ocasiones le ha lanzado tremenda pelota a las Águilas. El pasado 29 de octubre tiró bien en seis entradas en Santiago de los Caballeros.
El zurdo, como todo un maestro, trabajó con ajustes de velocidad a la oposición. El único daño que permitió fue precisamente en la parte alta del sexto, cuando después de un out Jonathan Villar se embasó con toque por tercera, Juan Carlos Pérez lo mandó a segunda con rodado a primera y Juan Lagares lo remolcó con imparable al bosque izquierdo.
Ramón Ortiz trabajó un octavo episodio de un imparable para el Licey, mientras que Jairo Asencio, que es lo más parecido a la garantía de un cheque en blanco al cierre de los partidos azules, hizo su trabajo en el noveno para apuntarse su rescate número nueve de la campaña.
A Jairo se le embasó Lagares abriendo la entrada, pero dominó a los siguientes tres, dos de ellos con ponche, para asegurar la victoria número 15 del Licey.
Los Tigres (15-4) ocupan el primer lugar del torneo otoño-invernal con tres partidos de ventaja sobre las Águilas (11-7). Licey ha ganado seis de sus últimos siete compromisos.
Acta habla sobre las próximas integraciones
Los Tigres del Licey tienen en agenda a varios jugadores estelares para la segunda e importante mitad de la campaña otoño-invernal.
“Tenemos a un jardinero ya contratado porque como hemos dicho hay jugadores firmados hasta una fecha. Estamos detrás de un receptor y Leonys Martín viene en diciembre”, dijo Manny Acta, gerente de los azules.
“Ya Ramón Ortiz está con nosotros. Francisley Bueno llegó al país, así que esas son buenas noticias, ya que son dos lanzadores con calidad probada en la pelota invernal”, agregó.
Acta dijo que Emilio Bonifacio está en descanso y espera que se ponga en forma para diciembre, mes en el que también debe jugar el paracorto estelar, Erick Aybar. “Tenemos un plan para cada etapa”, comentó el ejecutivo.