En 2004, ellos entablaron un litigio contra el creador y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg; pues, cuando fueron estudiantes en Harvard, los Winklevoss y Divya Narendra le pidieron a Mark, un verdugo en programación, que los ayudara a desarrollar una red social universitaria: ConnectU.
Pero luego de darle el sí, y tras meses de ellos creer que Mark estaba trabajando en su plataforma, Mark se decidió a trabajar en su propio proyecto que es lo que ahora conocemos como Facebook.
Por dicha división, ellos entendieron que habían sido engañados sobre el valor real de las acciones de Facebook en esa época y que debieron haber obtenido más dinero o más partes de la red social.
El caso estuvo tres años en los tribunales, hasta que a inicios de abril, un juez decidió que al asunto no se le podía seguir dando mucha larga. Y aunque en principio los Winklevoss hicieron como la canción de Luis Fonsi y no se dieron por vencidos, lo más reciente dado a conocer del caso es que los gemelos han decidido dar por terminado el pleito, ante el rechazo de la corte de Estados Unidos… y quedarse tranquilos con los milloncitos dados desde un principio.
Eso, aunque algunas estimaciones recientes aparecidas en la prensa financiera valorizan el sitio, que estudia una introducción en la Bolsa, en más de 100.000 millones de dólares.