Cuando una persona consigue empleo, obviamente para ganar un salario, ya sea alto o bajo, se convierte en un consumidor. Alguien que demanda bienes y servicios ahora con más frecuencia, pues produce el capital que ha de gastar.Lo mismo ocurre cuando el trabajador, ya asalariado, es beneficiado con un aumento de sueldo, lo cual le permite aumentar su capacidad de consumo y de demanda de bienes y servicios.
Esos bienes y servicios son suplidos por los empresarios, es decir, por los mismos que ofrecen empleos, que pagan salarios y que tienen la posibilidad de disponer aumentos en los niveles de ingresos de sus empleados.
Los empresarios saben que en la medida en que los trabajadores tienen más capacidad de consumo, ellos tienen más probabilidad de aumentar sus ventas y por lo tanto de generar más riquezas. Es la cadena positiva que se registra en la economía, pues todo el que percibe ingresos los gasta para satisfacer parte de sus necesidades.
En esta coyuntura, por ejemplo, representantes del sector industrial han visitado al presidente Danilo Medina y a funcionarios de su gobierno en el Palacio, a quienes les han planteado que sus ventas se han reducido entre 15% y 20% a partir de la aplicación de la reforma fiscal en enero de este año.
La razón es simple, los trabajadores han visto reducir su capacidad de consumo en la medida en que tienen que pagar más impuestos. Esa reducción se refleja en una caída de las ventas de las empresas y consecuente reducción de las abundantes riquezas de los representantes del sector empresarial.
Esa situación se puede revertir positivamente, si los empleadores, en lugar de negarse a consensuar un aumento salarial mínimamente justo para los trabajadores, decidieran aplicarlo para que de esa forma vean mejorar su capacidad de consumo y el fruto de ese incremento de sueldo vuelva con creces a los bolsillos de quienes están llamados a aplicarlo: el propio sector empresarial. Aunque no se ve tan sencillo, sí lo es. Solo es preciso que los empresarios cedan un poco para luego ganar más. Así es…