Dariush Mozaffarian, investigador estadounidense, en una entrevista publicada en la versión digital del diario El Mundo, apuntaba que “una mala alimentación influye en los problemas del corazón, en algunos tipos de cáncer, diabetes y muchas otras enfermedades; y lo hace de manera independiente al peso”, lo que revela que flacos o gordos pueden sufrir grandes consecuencias.
Sin embargo, existe otro estudio publicado por el portal médico The Lancet, que revela que más de tres millones de personas fallecieron hace dos años por cuestiones relacionadas a la obesidad, tres veces más que aquellos que murieron por desnutrición. Con todo, según indica el informe, los problemas de malnutrición, bulimia y anorexia siguen provocando numerosas muertes prematuras en la mayor parte de la pobración.
Guerra de las tallas
En el mundo de la moda, la extrema delgadez sigue siendo “el molde perfecto”, aunque debido a la oposición de varios grupos, la industria se abre poco a poco a la talla grande.
La nutricionista Taiana Ubiñas, hace énfasis en las consecuencias de ambas enfermedades: “A nivel físico las secuelas son indistintas. Sin embargo, los efectos más dramáticos de uno u otro caso se dan a nivel interno, donde pueden resultar afectados órganos y funciones. En una persona con delgadez extrema, una imagen no saludable es el reflejo de daños como una piel pálida y seca; el cabello y las uñas también se ven perjudicados. En una persona obesa, se da la aparición de estrías en áreas determinadas, celulitis y exceso de masa muscular”.
Más allá del físico
En el ámbito de la psicología, la doctora Ana Simó, directora del Centro Vida y Familia, explica que el factor más recurrente es la poca aceptación al físico, baja autoestima, vacío existencial y alto nivel de ansiedad. “También en los últimos tiempos he visto personas que llegan al extremo de delgadez u obesidad por una lealtad a la familia. Es decir, que en su hogar existen creencias en cuanto a su contextura (un ejemplo de esto es que los obesos no son felices), y de forma inconsciente se obsesionan con la delgadez para ser aceptados por su familia, pues necesitan sentir la aprobación de los suyos”, revela.
Encuentra el equilibrio
Ubiñas aconseja mantener un peso saludable, que vaya de acuerdo a tu estatura y morfología. Es importante que el paciente entienda que no debe focalizarse en un número, sino en un peso donde luzca saludable, pues muchas veces el basar el peso únicamente en la balanza crea situaciones adversas.
“El paciente debe amarse y saber que si está en uno de estos dos casos tiene que buscar el equilibrio, más que nada, por salud. Nadie en estos casos está completamente a gusto, y si no puede lograrlo solo, es entonces necesario que busque ayuda profesional”, apunta la especialista.
Calcula tu nivel de grasa corporal CON EL IMC ( ÍNDICE DE MASA CORPORAL). TOMA TU PESO EN KILOS, DIVÍDELO POR TU ESTATURA, Y LISTO.
El 27% es la tasa de obesidad en EE.UU., la más alta desde que Gallup y Healthways comenzaron a investigar sobre los índices de obesidad.
¿Estás llegando al extremo?
“Cuando la persona no se siente bien con el peso, se aísla, evita lugares donde tenga que interactuar. El momento de la comida puede ser un momento de tensión donde el sentimiento de culpa exista. Otros factores son la tristeza excesiva, una constante comparación con otros individuos y un alto nivel de ansiedad”, comenta la terapeuta Ana Simó.
La importancia de un peso ideal
De acuerdo al portal australiano betterhealth.vic.gov, prácticamente todas las mujeres han hecho dieta alguna vez. Este efecto “yo-yo”, puede ponerlas en riesgo de padecer problemas cardíacos, y de acuerdo a la Federación Mundial del Corazón, las enfermedades cardiovasculares son la mayor causa de muerte femenina en el mundo.