¿Cómo será el 2012? La volatilidad de la economía internacional dificulta predecir el futuro. El oro se mantiene por encima de US$1,500 la onza, la Unión Europea sigue con dificultades serias y el mercado inmobiliario de los Estados Unidos no arranca. Históricamente por cada punto que crece la economía estadounidense, la nuestra crece 2.7 veces. Si se espera un crecimiento en Estados Unidos de 1.3% para el 2012, nuestro crecimiento rondaría el 4%. El próximo año conlleva elecciones presidenciales y esto tiende a influir de manera considerable el acontecer económico nacional.
Si el pasado sirve de alguna base, démosle un vistazo al 2008, manteniendo a la vista de que en dicho año tuvimos una escalada sin precedentes en los precios de los commodities, y la posterior caída de Lehman Brothers detonando la crisis internacional. En la actualidad el plano internacional tampoco pinta color de rosa, liderado por la crisis europea.
En el 2008, la economía dominicana se comportó casi de manera bipolar: En los primeros meses se apreció una flexibilización de los medios de pago, bajas tasas de interés, lo cual estimuló la inversión privada, así como un incremento significativo en los gastos de capital del gobierno, factores que empujaron el crecimiento de la economía. Para el segundo semestre el comportamiento fue totalmente restrictivo, contrarrestando el sobre calentamiento que produjo las elecciones. A marzo del 2008, el medio circulante llevaba un crecimiento del 30% anual, ritmo que fue frenado hasta concluir el año con una contracción del 9%.
La tasa de interés, para préstamos preferenciales en los primeros meses rondaba el 11%, estimulando la actividad crediticia, sin embargo a partir de abril la misma experimentó alzas significativas, finalizando el año por encima del 20%.
En los primeros seis meses del 2008, las reservas internacionales netas se redujeron en un 18%, sin embargo finalizaron el año con un aumento de 10%. La cuenta de errores y omisiones de la balanza de pagos reflejó potenciales salidas de capital en el primer semestre y entradas posteriores en el segundo. La devaluación anual del peso fue de un 5%.
Tomando este comportamiento como base es de esperarse que durante los primeros meses del 2012 tengamos flexibilizaciones que permitan el crecimiento del crédito, tasas de interés estables, venta de reservas por parte del Banco Central para mantener la tasa de cambio, y un crecimiento importante del gobierno en las inversiones públicas vía empréstitos internos, todo esto motorizando la actividad económica. Para luego pegar el freno como bien hicimos en el segundo semestre del 2008, restringiendo los medios de pago y aumentando las tasas de interés. Claro está, todo esto mientras se mantenga la rienda de la confianza.