Luisa Jorge es una mujer que cree en un mundo posible, y que busca contribuir con la transformación y desarrollo de su país a través de la cultura, la música como lenguaje universal y el idioma de Dios. Jorge lleva tres años como directora de la Fundación Fil-Armonía, labor que define como su mayor satisfacción. “Ser testigo de la transformación de los chicos es mi mayor felicidad, no me canso de agradecer a Dios la oportunidad de ver cómo Fil-Armonía cumple su misión transformadora a través de la música. Esto es un proyecto de Dios. Cada niño, niña, es una nota en la sinfonía de Dios y la mayor satisfacción es ver cómo ponen el corazón al ejecutar esta sinfonía. Saber que estamos contribuyendo con el desarrollo sostenible de nuestro país a través de esta obra es mi mayor satisfacción”.
¿Cómo llega Luisa Jorge a la música?
Desde pequeña sentí mucha inclinación por la música, siempre quise aprender a tocar un instrumento, pero las circunstancia no lo hicieron posible. Estudié musicoterapia y vi resultados maravillosos, cambios y un proceso de sanación en las personas. Luego, trabajé en proyectos sociales en comunidades de vulnerabilidad. Un día, hace ya casi 10 años y con el apoyo de amigos músicos, iniciamos el trabajo y en solo 45 días vimos cambios trascendentales en estos niños, que tenían bajo rendimiento académico, problemas de agresividad, depresiones, entonces dije: ¡esto sí funciona! Unos años más tarde, se formalizó lo que hoy es la fundación Fil-Armonía. Es el resultado de ese sueño hecho realidad.
¿Cuál es el papel que juega la Fundación Fil-Armonía ?
Fil-Armonía promueve el arte y la música como medio para potenciar el desarrollo humano, social, educativo y artístico de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país; haciendo de las orquestas una comunidad de valores por y para la paz. Fomenta una cultura basada en valores humanos y por la paz que contribuyan a su mejoramiento como seres humanos y convivencia en armonía.
¿Cuáles programas ustedes manejan y cuántos jóvenes participan en ellos?
El Programa “Fil-Armonía, Arte y Música como Medio de Inclusión Social”, es un programa que tiene el propósito de desarrollar las habilidades y potencialidades artísticas de niños, niñas, adolescente y jóvenes, con participación de padres / madres y la comunidad en general como escenario y participación activa durante el proceso de formación y exposición de logros. Camerata Femenina Hermanas Mirabal, promoción de la no violencia de género, con una orquesta de 18 mujeres que llevan un mensaje de paz y equidad de género a través de conciertos didácticos. Actualmente, más de dos mil quinientos jóvenes están participando activamente de los programas de Fil-Armonía.
¿Cuáles son los instrumentos que se les enseña a tocar a los jóvenes en este lugar?
Se enseñan todos los instrumentos sinfónicos. La meta es que cada barrio tenga una Joven Filarmónica, a través de las orquestas hacemos comunidad.
Fe y Alegría maneja varias escuelas en todo el territorio nacional, ¿en cuántas escuelas del país se lleva a cabo este programa?
El programa se desarrolla en 14 centros de Fe y Alegría, con una población de 150 estudiantes por centro en las escuelas de música.
Sabemos que la educación no es completa sin la música y que ésta juega un papel importante en los procesos educativos, porque a través de ella se desarrolla la espiritualidad de la persona, y todo el tema de los valores… A usted, ¿qué satisfacción le causa la labor que desempeña en la fundación?
La satisfacción de saber que sí se puede transformar la vida de niños, niñas y jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, saber que a través de la música tienen la oportunidad de romper con la cadena de pobreza de sus familias y hacer de la música un instrumento para una cultura de paz y desarrollo social. La orquesta se convierte en su comunidad, el trabajo en equipo, la cooperación, comunicación, son habilidades y valores que desarrollan con la práctica orquestal.
Usted es psicóloga, ¿los conocimientos en esta rama los aplica a los jóvenes en la fundación?
¡Claro¡ El programa es un programa de desarrollo integral, la música es el hilo conductor para trabajar el desarrollo de aprendizaje, la mejora del comportamiento… A nuestros niños , niñas y jóvenes, cuando inician el programa se les evalúa y damos un seguimiento individual, a su desarrollo, a su desempeño escolar y podemos decir que el promedio académico de nuestros jóvenes es de 87, medimos la evolución y la mejora de sus habilidades lingüístico – matemáticas.
¿Con cuáles otras entidades han hecho convenios?
Tenemos convenios con la fundación San Valero, para sus dos escuelas de Guaricanos, de las Hermanas del Cardenal Sancha, con el objetivo de desarrollar las escuelas de música en sus 28 centros educativos. Con fundación Foco, para su escuela café con leche, con Muchachos y Muchachas con Don Bosco trabajamos con canillitas con Don Bosco.