Ninoska ¿qué tiempo lleva dirigiendo la Escuela Nacional de Danza de Bellas Artes? ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?
Ocho años y medio. Mi mayor satisfacción es haber tomado una escuela totalmente deprimida, con un nivel tanto técnico como artístico cuestionable, y llevarla a lo que es hoy la principal institución danzaría del país con un elevado nivel académico en las diferentes áreas danzarías, como ballet clásico, danza contemporánea y folklórica, siendo así la única institución danzaría de este tipo en el país. Y en estos momentos, el nivel adquirido es competitivo nacional e internacionalmente.
Otra acción que nos llena de orgullo es haber creado el proyecto “Incorporación Varones Endanza”, porque hemos sufrido por décadas la falta de bailarines formados en el país desde temprana edad, nuestras academias están totalmente desprovistas de varones en sus recintos. Hoy día, en los salones de la Escuela nacional de Danza coexiste una población mixta que ha rebasado los prejuicios establecidos por la sociedad, romper con esos esquemas es un salto gigante para la danza. Además, vienen niños de estratos muy humildes y aquí ven la posibilidad de desarrollar sus destrezas y talentos, posibilitando así, salir en muchos casos de sus limitaciones sociales.
¿Cómo se forma una bailarina clásica?
Un bailarín y una bailarina se forman de la misma forma en nuestra institución Endanza, donde se propone una carrera con titulación que comprende ocho años de estudios. El estudiante es escogido a través de una audición, y debe contar con condiciones físicas establecidas, y a partir de ahí asume un pensum de estudios que abarca tanto las áreas de ballet, danza contemporánea, folklore, así como materias teóricas- prácticas, como música, teatro, anatomía, historia de la danza, organología del folklore, entre otras.
¿Qué metodología ustedes utilizan?
Utilizamos diferentes metodologías, pero estamos como plan piloto sometiéndonos a una unificación de criterios en las diferentes metodologías, tanto en el ballet clásico como en la danza contemporánea, para en un futuro tener nuestra propia metodología.
¿Es mucho el sacrificio y la disciplina?
La danza, y en particular el ballet clásico, es una de las disciplinas más difíciles y sacrificadas. Debemos trabajar con el cuerpo, el cual debemos adecuar y convertir en nuestro instrumento. Durante toda la infancia y adolescencia, el cuerpo debe someterse a una transformación a través de ejercicios especializados con extensas cargas horarias, además del desarrollo de aptitudes mentales y de comportamiento que debe adoptar el aspirante.
¿Un buen profesor de ballet, que cualidades debe tener?
Tener las capacidades del conocimiento, en primer lugar; estar debidamente acreditado, pero lo más importante en un maestro de ballet es el don de querer transmitir todas sus experiencias y sensaciones vividas.
¿Cuáles son los beneficios que aporta el ballet?
Además de los aportes físicos que conocemos, porque es un atleta de alto rendimiento, los aportes mentales y de comportamiento son extraordinarios: desarrollo de habilidades de concentración, disciplina, respeto, competencia, tolerancia, aprende estrategias, fomenta metas y retos, entre otras.
¿Cuántos estudiantes tienen en la academia?
La Escuela Nacional tiene 205 estudiantes. Eso fluctúa, aumentando con las audiciones y disminuye con el desarrollo del año y por el filtro en que se someten los alumnos durante el año escolar.
¿En qué proyecto están trabajando en la actualidad?
Hace tiempo trabajamos en el proyecto de la Compañía Joven de la Escuela Nacional de Danza. Es hora de que éste sea una realidad y tenemos todo para poderlo emprender, solo falta la aprobación de nuestros superiores; sería de las mejores instituciones de danza, así lo creemos. l
¿ Cuál ha sido el mayor logro que le ha brindado dedicarse al ballet?
Ver la vida bajo el prisma de la danza, y ver a todos mis hijos, que son mis alumnos, descollar en la vida igual que yo. l
Ninoska Velázquez
Directora de la Escuela Nacional de Danza de Bellas Artes
Ninoska Velázquez es una profesional de la danza que desde que tiene uso de razón piensa, sueña y se alimenta en función de esta disciplina. Desde su temprana juventud siempre ha estado preocupada por el desarrollo de este arte en la República Dominicana. Se define como una luchadora para que las cosas se hagan y se hagan bien, para crear zapata donde se puedan fijar las estructuras. La bailarina siempre vio con preocupación la falta de formación, el bajo nivel de las escuelas, que apenas se formaban una que otra bailarina, sin hablar de los bailarines(varones). “Soy una esclava de la danza por voluntad propia, pienso siempre que todo es posible si las condiciones están dadas. El trabajo y la pasión lo es todo, creo que sí es posible hacer realidad los sueños”, afirma Velázquez.
Satisfacción
Mi gran satisfacción es haber tomado una escuela con un nivel técnico y artístico cuestionable y llevarla a lo que es hoy, la principal Institución danzaria del país”.
Disciplina
La danza, y en particular el ballet clásico, es una de las disciplinas más difíciles y sacrificadas. Ya que debemos trabajar con el cuerpo”.