Cuando era aún muy joven, por dificultades económicas Carmen Mendoza tuvo que emigrar hacia los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Miami, y allí descubre su gran ficción, coleccionar teteras y cafeteras. Una experiencia difícil la lleva a encontrar su gran pasión, Mendoza ama de casa, madre de tres hijos, abuela de nueve nietos y tres biznietos, su traslado de país, la lleva a encontrar lo que en sus días de vejez la haría muy feliz.
Durante su viaje, en medio de una visita a una amiga, llama su atención una tetera muy peculiar, y declara que le gustó mucho por ser tan bella y extraña, porque era muy pequeña. “Las primeras piezas, las obtuve en mi viaje hacia Miami, pero la colección cuenta con teteras de diferentes países, como México, Puerto Rico y Chile”, expresó Mendoza.
Su amplia colección cuenta con más de 500 teteras y cafeteras de diferentes tamaños y culturas personificadas, que a pesar de que nada en particular la llevó a coleccionarlas, resalta que es muy feliz con su colección, donde familiares y amigos colaboran, para agradar a la humilde señora, la cual pide que si quieren obsequiarle algo el mejor regalo es una tetera.
“La última me la regaló mi hija que vive en Puerto Rico, pero las que más me gustan son las pequeñas, por ser tan coquetas”, resaltó.
Carmen Mendoza indicó que a pesar de que algunas personas la incitan a que exhiba su peculiar colección, teme que alguna se fracture, por lo que solo en su hogar se pueden observar.