José Miguel (Guelo) Tueni es un reconocido locutor dominicano, que lleva más de 40 años en esta profesión. A pesar de que en principio su sueño era convertirse en pelotero, como es la ilusión de casi todo niño dominicano, poco a poco se dio cuenta de que su futuro estaba en la locución.
Cuatro décadas en este oficio le han permitido incursionar en todas las áreas de la locución. Ha sido voz comercial, locutor de noticias, animador, comentarista deportivo, narrador de béisbol y de carreras de caballo. Aunque se siente orgulloso de su carrera y de lo que hasta ahora ha hecho en los medios de comunicación, piensa que siempre se puede innovar. “Amo mi carrera, pero me gustaría hacer un programa que no tenga nada que ver con deportes, quiero hablar de la vida y de temas sociales. Yo toco esos temas en los programas de deporte donde participo, porque yo digo que el que escucha deporte, también tiene problemas con la luz, con la delincuencia, con la economía y con el tránsito y la corrupción”.
Para Guelo, como lo llaman los amigos, lo más importante en la vida es valorar a las personas, sin hacer distinciones de carácter social o económico. En lo personal y profesional se siente satisfecho de su transitar por la vida, ya que afirma siempre ha actuado con responsabilidad y honestidad. “He sido una persona honesta, he cometido muchos errores pero he sabido corregirlos a tiempo”.
1. El Día de las Mercedes
Nací en Santo Domingo, el 24 de septiembre; es decir, que el día de mi cumpleaños el país está de fiesta, porque es el Día de las Mercedes, aunque realmente no soy muy dado a celebrar. Mi padre se llamaba Fernando, y Consuelo Brinz, mi madre. Somos cuatro hermanos de padre y madre, dos hembras y dos varones. Las dos hembras son las mayores, y yo soy el más pequeño de los dos varones. Mis padres son extranjeros, mi madre nació aquí, pero es hija de padres extranjeros. Mis hermanos y yo siempre nos hemos llevado bien, tenemos diferencias, pero si nos enojamos no pasamos mucho tiempo sin hablarnos.
2. Padres trabajadores
Mi padre era comerciante. Tuve una infancia muy agradable, muy feliz, la de cualquier niño normal y travieso. En mi casa y en el colegio yo era medio consentido, tanto de mis hermanos como de los profesores. Yo tenía algo por lo que les caía bien a las personas, ¡claro!, no a todas. Parece que también heredé un don de mi mamá, que me permitía darme cuenta cuando le caía bien o mal alguien y en poco tiempo quizás con solo mirar a una persona podía saber si era buena o mala gente. Me dieron una crianza sencilla, consciente de que todo el mundo es igual, ni me inculcaron como una meta tener vehículos caros o grandes propiedades. Creo que no tengo, ni he tenido, ese elevado valor que la gente le da al dinero y a la riqueza, aunque lo malo es que tampoco he tenido un buen concepto del ahorro. Así me criaron, siendo hijo de padres extranjeros y comerciantes, muy trabajadores. Aun siendo ellos personas muy cuidadosas con el dinero y con el ahorro, cuando ellos terminaron su vida útil como comerciante, ninguno de sus hijos le dio continuidad al negocio.
3. En diferentes barrios
Siempre viví en diferentes barrios de la capital. Yo soy, como dicen popularmente, “turquito de la Mella”, pero viví alrededor de San Lázaro, San Miguel y San Antón, me desarrollé entre esos tres barrios, que son barrios que están muy cerca, divididos solo por una esquina uno del otro. Toda la vida me ha encantado el deporte y desde esa época hasta la fecha tenía inquietudes sociales. Casi todos los jóvenes de la época tenían inquietudes políticas, sociales, les preocupaba la situación del país. No pasa lo mismo con los jóvenes de hoy en día. Recuerdo que en la esquina del barrio hablábamos de temas políticos y la situación del país, nos interesábamos por las informaciones y por lo que se decía y se escribía en los medios de comunicación. Hoy, los jóvenes hablan y se interesan por otras cosas.
4. Por casualidad
La mayoría de los trabajos que he realizado han sido por casualidad, por cosas del destino, sin yo estarlos buscando. Por ejemplo, nunca traté de ser locutor de noticias, y me llamaron para trabajar en Mundo Visión, cuando comenzaron, para que hiciera una sección, pero el locutor que iba a leer las noticias, el día que iban a iniciar las transmisiones del noticiario, dijo que no, y Frank Arredondo, que era el director, me dijo: “bueno, hasta que yo consiga un locutor de noticias, arranca tú”. Ahí duré varios años. Aprendí algo diferente. Un día, durante una narración de baloncesto, me puse a narrar de broma y alguien me dijo que lo hacía muy bien y así comencé a narrar baloncesto. No me puedo quejar, la vida me ha tratado muy bien. Pienso que he tenido mucha suerte. Quizá otras personas con más talento que yo no hayan tenido las oportunidades que yo he tenido.
5. Locutor
Soy locutor profesional. Por casualidad, y como siempre he estado vinculado al deporte, comencé transmitiendo juegos de baloncesto en la radio. Dentro de la radio y la televisión he hecho de todo. Porque hay locutores de noticias, deportivos, comerciales, animadores…, pero yo lo he hecho todo. He leído noticias en televisión, comencé en Mundo Visión, leyendo noticias; he sido locutor musical, comercial y deportivo, y dentro del deporte he narrado carreras de caballos, de basquetbol. Puedo decir que, de todo, lo más difícil fue narrar las carreras de caballos. No digo que sea el mejor, pero sí el que ha hecho más cosas. El más diverso.
6. Travieso
Era muy travieso. No tenía el hábito de estudios. No sacaba malas notas porque era muy hábil, pero no porque tuviera hábito de estudios. Los padres no hicieron mucho énfasis en que uno hiciera su tarea. Algunos niños necesitan que los padres les exijan más que a los otros. Era otra época, donde cuando yo hacía una travesura, me daban mi pelita; ahora resulta que el castigo es más efectivo que la pela. Mi papá me daba mi pela cuando yo hacía algo, pero esa era la forma de corregir que utilizaban los papás. Yo hacia todos los días una travesura diferente, desde llegar a poner en riesgo mi vida y mi salud. Llegó un momento en que mi papá se desesperó. Una vez pasé corriendo por una puerta que tenía dos clavos y esos clavos me hicieron dos heridas en la cabeza.
7. 40 años de carrera
Tengo una carrera de más de 40 años en la locución, creo que lo principal para uno mantener una carrera en los medios de comunicación, es leer mucho. Leer libros, periódicos, mantenerse al día. La cultura es lo principal, porque cualquiera puede tener una voz agradable, pero es importante saber de lo que se está hablando, tener una buena pronunciación. No es que no te equivoques… Es importante amar lo que uno hace y ser responsable en tu trabajo. Solo aspiro a vivir y disfrutar la vida y los años que me quedan. Espero lo mejor para la gente que me rodea. Esto no es conformismo, pero creo que todo lo que se puede hacer en la radio y en la televisión ya yo lo he hecho.
8. Una gran tristeza
Para mí lo más terrible que he sufrido es la pérdida de mi madre. Eso es lo más triste. Era más unido con mi madre que con mi padre. Cuando las personas hablan de sus padres resaltan siempre sus virtudes, solo las cosas buenas, pero lo que habla por sí solo, en mi caso, es que todos mis amigos y amigas adoraban a mi mamá y les gustaba ir a mi casa para que ella les preparara algo de comida y conversar con ella. Eso te da una idea del ser humano que ella era. Mis amigos siempre hablaban de su eterna sonrisa y de que siempre tenía algo bueno que brindar a los demás, una buena conversación, un consejo valioso… Recuerda que yo era el más pequeñito de la casa, el más chiquito de los hijos. Teníamos una relación excelente. La relación con mis padres fue excelente. No tengo ningún trauma de infancia.
9. En pelota
El responsable de que yo narrara béisbol es Nandy Rivas. Yo trabajaba originalmente en el baloncesto, y un día faltaba el narrador del equipo del Licey y Nandy Rivas confió en mí, a pesar de que yo nunca había narrado pelota. Así duré 22 años como narrador de pelota. Nandy tenía que ver con las narraciones del Licey y por ese tiempo el equipo se quedó sin narrador y él le dijo a los directivos del equipo que yo sería el narrador y ellos aceptaron. El primer año no creo que haya sido muy bueno, pero fui aprendiendo sobre la marcha.
10. Padre y abuelo
Tengo un hijo que se llama Michel, que trabaja en la crónica deportiva. Es mi único hijo. Me he casado varias veces, pero reconozco que el malo he sido yo. Actualmente estoy soltero. Me siento satisfecho de mi rol de padre. Me divorcié muy joven y me dediqué mucho a mi hijo. Ahora, la debilidad mía es la hija de mi hijo, mi nieta de nueve años. Ella es todo para mí.
A pesar de llevar 40 años en los medios
Creo que uno no debe ser una sola cosa en la vida. En mi caso, quiero hacer otra cosa diferente que no esté vinculada al deporte. Quisiera trabajar en un programa donde hable de temas sociales, de las cosas cotidianas de la vida, de los problemas del país. Tengo mucho tiempo trabajando en los medios de comunicación, pero soy de bajo perfil. No me gusta mucho hablar de mí, prefiero pasar desapercibido. Me siento orgulloso de quien soy, porque a pesar de haber cometido muchos errores siempre los he enmendado a tiempo. Me gusta el deporte y lo practico, voy al gimnasio, camino y monto bicicleta. Disfruto viajar. En una época me gustaba salir en la noche, ya no me gusta tanto la noche. Mientras más cosas disfrute, más opciones de diversión tenga, más disfruta la vida y más oportunidades tienes de ser feliz; mientras menos cosas te gustan en la vida, cuando llega el momento en que ya no lo puedes hacer entonces no eres feliz. La clave es que te guste ir al cine, leer, como en el caso mío que me gusta la música, el deporte, los viajes. En un tiempo fui muy enamoradizo y fui muy afortunado en el amor, pero la vida se compone de etapas.
Formación
La cultura es lo principal, porque cualquiera puede tener una voz agradable, pero es importante saber de lo que se está hablando”.
Evolución
Amo mi carrera, pero me gustaría hacer un programa que no tenga nada que ver con deportes, que sea para hablar de la vida y de temas sociales”.
Vivencias
Durante mi carrera me han pasado cosas graciosas. He cometido errores, que en el momento uno se avergüenza, pero después se ríe muchísimo”.