“Nuestra meta ha sido ganar poco, pero ofrecer calidad”

Osiris Grullón es un hombre de pocas palabras, pero muy profundas, igual que sus sentimientos.

Osiris Grullón es un hombre de pocas palabras, pero muy profundas, igual que sus sentimientos.En este diálogo queda de manifiesto que en el plano personal es alguien que ve más allá de la belleza y la apariencia física, que centra su atención en el interior del ser humano.

Muy joven, supo que aunque no contaba con los recursos suficientes, no pasaría su vida como empleado; por eso, con el apoyo de su esposa Chela comenzó un sueño que 40 años atrás parecía una utopía, pero que hoy tiene no solo nombre y apellido, sino también prestigio y posicionamiento en las marcas de productos de cuidado del cabello: Star Products.

Un proyecto que inició con muchas ilusiones, obstáculos, limitaciones económicas, pero con la firmeza y suficiente voluntad de llevar a buen puerto.
En esta entrega, Osiris nos cuenta que sin el apoyo constante de su familia, jamás habría podido alcanzar sus metas.

1. De Azua a San Carlos
Mi nombre completo es Osiris Atahualpa Grullón. Nací el ocho de enero de 1942 en Azua, pero me trajeron chiquitito para la capital, vinimos a San Carlos. Me dio una brega salir de San Carlos. Nosotros vivíamos en una calle muy pequeña, donde había apenas 14 casas. En esas 14 casas teníamos un equipo de pelota, todos teníamos la misma edad más o menos. Siempre estábamos juntos, uno de ellos es Wilson Pimentel, tiene 78 años y trabaja aquí con nosotros.

2. La escuela
Yo puedo decir que tuve un papá en el Colegio Don Bosco, que se llamó el padre Vicente. Él era checoslovaco. Él era más un amigo que un profesor, organizaba paseos a Boca Chica cogiendo vehículos prestados, pero solo con el curso de nosotros. Yo soy químico, porque un día a mí se me extravió mi libro de Química y cuando él me preguntó le dije que se me había perdido, y ese cura se fue a donde vendían libros viejos, compró uno y me lo regaló. Eso me comprometió a ser lo que hoy yo soy.

3. Una pareja maravillosa
Tuve la dicha de ser hijo de una pareja maravillosa, Luisa Ruiz de Grullón y Leopoldo Grullón Reyes, oriundos de Guaucí, Moca. Me enorgullezco de ser su hijo. Mi papá no se tomó nunca una cerveza, pensando que podía hacernos falta algo a nosotros. Somos cuatro hermanos de padre y madre y una hembra de padre. De los cuales, solo quedamos Flavio, que es mi hermano menor, y yo. Flavio es químico y trabaja con nosotros. Siempre hemos estado juntos. He seguido su ejemplo. En mi casa materna, el dinero lo manejaba mi mamá y en mi casa, lo maneja mi esposa. Antes de casarnos, ya yo le daba el dinero que me ganaba para que ella lo administrara y siempre lo ha hecho muy bien.

4. Quería ser médico
No pude ser médico, porque un médico me llevó al Hospital Juan Pablo Pina a ver un parto y una operación en un seno. Eso me frustró. Como soy de los salesianos, he tenido la intención de ayudar a los demás y por eso quería ser médico. Aquí hay como 90 empleados y nunca les he dicho una palabra descompuesta.

5. Empleado
Trabajé en los Laboratorios Dr. Collado. Me llevaba muy bien con el doctor Collado y con sus hijos, pero en un momento llegaron algunas personas a la empresa con malas intenciones, y yo lo que hago es agradecerles porque talvez, seguiría siendo un empleado. A todos los que fueron mis jefes les debo mucho agradecimiento y amor. Mi esposa y yo pensamos en hacer algo, porque como empleado no íbamos a llegar a nada. Una Navidad, dijimos que no íbamos a gastar ni un chele, porque íbamos a empezar un laboratorio. Con 500 pesos comenzó Star Products, hace 40 años. He recibido grandes ayudas, he tenido la colaboración de grandes amigos, que no quiero mencionar, por temor a que se me escape algún nombre. Nosotros acostumbramos, a la hora del café, darle gracias a Dios todos los días.

6. Matrimonio
Yo me casé con Chela, aunque ella se llama Marisela. Ese nombre no me gusta y nunca la he llamado así. Yo vivía en la calle Duvergé en San Carlos y ella vivía en la Abreu. Ella pasaba todos los días para el liceo intermedio donde estudiaba y pasaba con la ropa planchadita, impecable. Mi mamá me decía: “Mira esa muchacha como va, impecable”. Ella siempre pasaba mirando para mi casa. Un día se le quedó un libro, al lado de mi casa, y yo se lo fui a llevar a su casa y cuando yo llegué, que su hermana la llamó, a mí el corazón me dio un brinco y me dije: “Oh, ¿y aquí qué pasó? Desde ahí nos enamoramos. Y fueron unos amores más buenos que el caray, porque no me querían en la casa. Pasé casi seis años teniendo amores con ella, en la escalera de la casa, sin poder subir. Ella ha sido un soporte. A veces pintaba la casa ella sola. Con una mujer así uno se siente respaldado y no tiene más remedio que echar hacia adelante. Pero eso nos dio la oportunidad de conocernos y hacer nuestro propio mundo. Ahí compartimos un solo refresco para los dos. Ella ha sido feliz con nada y con todo. Tenemos cuatro hijas y no nos hizo falta el varón.

7. Star Products
Esta empresa es una de las empresas más extrañas que te puedas imaginar. Se reunió un grupo de personas y decidieron fabricar productos, pero todos me fueron dejando solo. Yo tengo muchas habilidades mecánicas. La gente no cree que la parte interior de esta edificación donde estamos la hice yo, junto a dos soldadores y un cortador. Recuerdo que había unas ampollas de vidrio que venían del extranjero, que era un producto que se lo ponían y que en ese tiempo era carísimo. Entonces, yo fui al laboratorio del gobierno, Laboratorios Químicos Dominicanos, y vi todas esas ampollas amontonadas y pregunté que qué hacían con ellas, me contestaron que nada. Entonces les ofrecí comprárselas y así lo hice. Entonces llenábamos las ampollas con un producto de nosotros y con un acetileno las cerrábamos. Cuando yo me iba al trabajo, mi esposa se quedaba en la casa, llenando ampollas. Así comenzó el laboratorio. Después tuvimos un gran aliado, Miguel Gutiérrez. Cuando empezamos, él cogía tanques prestados para fabricar champú. Nuestra meta ha sido ganar poco, pero ofrecer buena calidad. Cuando un producto, debido a la competencia que hay, no da resultados, preferimos sacarlo del mercado, pero no bajamos la calidad para competir.

8. Cuatro personas
Comenzamos cuatro personas y se fueron yendo uno a uno, pero yo seguí en lo mío. Al principio lo más difícil era no contar con crédito bancario. Había que estrechar el presupuesto de la familia, para ir comprando cosas. Lo que nunca hice fue privar a mi familia de tiempo. Todo mi tiempo libre se lo he dedicado siempre a mi familia. Todos los años buscamos fines de semana para irnos a una de esas playas vírgenes, del Este. Mis hijas dicen que esos son los años más felices de sus vidas.

9. En familia
Uno tiene que saber de qué se enamora de una mujer, que no es solo del cuerpo, porque eso se acaba y cansa. Pero las mujeres tienen tantas bellezas secretas que son difíciles de ver… Una vez en mi casa se rompió la mesa del comedor y yo la arreglé muchas veces, pero ya no podía hacer más nada. Ese día me fui deprimido hasta lo último para el trabajo y cuando llegué al mediodía a comer a la casa, mi esposa tenía a mis hijas vestidas de japonesas, para que no me diera vergüenza comer en el piso. De eso se enamora un hombre. Mi esposa y mis cuatro hijas trabajan aquí y ya los nietos dan sus primeros pasitos en la empresa. Vivo enamorado de mi esposa y de mis hijas. Aquí mi esposa es la jefa, pero se reparten las ganancias. Todo es de todos. Mi mayor logro es mi familia.

10. La boda de Rommy
El día que Rommy se casó, fue el más difícil de mi vida. Cuando yo vi, que esa muchacha, vino este…a decirme dizque: “yo soy el marido y me la voy a llevar”, eso me dio a mí una tristeza tan grande. Jamás miré para esa habitación. Cuando esa hija se me casó, yo sentí que me habían arrancado un pedazo del corazón. Me amargué. Lloré como un niño ese día. Eso rompió mi entorno. Tengo la satisfacción de haber complacido a mi mamá en todo lo que ella quería. Su sueño era montarse en un avión y la envié a Puerto Rico con mi esposa. Entonces ese fue el día más feliz de mi vida.

Honrar la confianza de su padre en él

Cuando mi padre ya no pudo trabajar más, nos reunió y nos manifestó que ya no podía seguir trabajando. Yo tuve la suerte de haber encontrado un empleo en una fábrica de pintura. Él murió, pero entiendo que murió tranquilo. Él me dijo: “Mira yo nunca he hablado mucho contigo, pero mira, cuídame al más grande”. Cuando él se murió el reloj que él tenía se paró a la hora de su muerte y nunca más funcionó, él tenía esperanzas en los tres hermanos que estaban primero que yo. No me quejo de nada. Cada vez que rezamos en la mañana, no es para pedirle a Dios, es para agradecerle todo lo que nos ha dado.  Ahora espero terminar de entregarles la fábrica a mis hijos.  

Inicio
“Comenzamos cuatro personas y se fueron yendo uno a uno, pero yo seguí en lo mío. Al principio lo más difícil era no contar con crédito bancario”.

Ejemplo
“En casa, el dinero lo manejaba mi mamá y en mi casa, lo maneja mi esposa. Antes de casarnos, ya yo le daba el dinero que me ganaba para que ella lo administrara”.

En San Carlos
“Vivíamos en una calle muy pequeña, donde había apenas 14 casas. En esas 14 casas teníamos un equipo de pelota, todos teníamos la misma edad más o menos”.

Trabajos
“Trabajé en los Laboratorios Dr. Collado. Me llevaba muy bien con el doctor Collado y con sus hijos. A todos los que fueron mis jefes les debo mucho agradecimiento”.

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