“Lea más y no maltrate el español”

Estás últimas dos décadas han sido duras para el idioma español, que además de cargar con el espanglish, tiene que soportar que le serruchen las palabras, que más que abreviarle, le mutilan. Esta es la excusa…

Estás últimas dos décadas han sido duras para el idioma español, que además de cargar con el espanglish, tiene que soportar que le serruchen las palabras, que más que abreviarle, le mutilan. Esta es la excusa que usan muchos para ganar tiempo mientras escriben un mensaje de texto.

Pero la realidad es que hay una crisis del idioma fruto de la poca lectura. Y no lo digo yo. La tesis la plantea el mismísimo director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha: “La principal amenaza para el empleo correcto del español es el escaso nivel de lectura”, ha dicho durante la presentación del este libro que han realizado conjuntamente el Cervantes y la editorial Espasa.

Las dudas no son el problema. Es quedarnos con ellas. Por eso “Las 500 dudas más frecuentes del español”, viene al rescate, para que cuando lleguen esos momentos en que olvidemos si es correcto decir “subir para arriba” o “bajar para abajo”, o si hay dequeísmo en la fórmula de la expresión “me alegro de que me hagas esa pregunta“, no nos ahoguemos y se pongan fin a estas lagunas que se están convirtiendo en un patrón penoso.

Lamentable

Hay que levar las anclas y dejar de navegar en los mares de las dudas, para que de una vez por todas dejemos de expresarnos “de una manera corta, limita e imprecisa”, dice con pesar García de la Concha, al observar durante su intervención que el año pasado decía (y habla en nombre del Cervantes) que hablábamos “un español zarrapastroso”. ¿Cuál es la forma de solucionarlo? Simple: la lectura.

Si vacilaciones afirma que solo leyendo nos empapamos de las normas del idioma: “La fijación y la riqueza no se aprende en la teoría de un libro, se aprende a base de leer (…) más libros, más cultos… más libres”.

Estas precisiones no se hacen de espaldas a la evolución, a la que el idioma, no está exento: “todas las lenguas están en constante ebullición”, aclara García de la Concha. Ahora bien, eso jamás debe significar una renuncia a las reglas de su uso. El español no se anquilosa. Para darse cuenta de eso, incluso, hay que leer.

Esta es su propuesta: “lea usted bien y no maltrate el español”. De antemano nos puede parecer una utopía, pero el director del Cervantes no se deja amedrentar. Fruto de ello la obra que recién estrena y que sirve y servirá de consulta. La misma ha sido coordinada por Florentino Paredes, profesor de Lengua Española en la Universidad de Alcalá y que, como bien observa Tereixa Constenla, en una publicación en el periódico EL País, circula justo un año después de “El libro del español correcto”, del cual se han vendido 15 mil ejemplares, declara la directora general de la casa editorial Espasa, Ana Rosa Semprún.

El libro ha sido estructurado en base a preguntas y respuestas. ¿Cantidad? Quinientas (500) como nos lo figura el titular. Las respuestas son directas: sí, no o depende. “A continuación se explica por qué y se añaden ejemplos de usos correctos, incorrectos o preferibles/aconsejables. Se aporta también información complementaria sobre casos similares, así como esquemas que resumen lo expuesto”, explica el portal del Instituto Cervantes.

“Con la publicación de Las 500 dudas más frecuentes del español, se pretende solventar las dudas más frecuentes, y que se reflejan en errores habituales: signos de puntuación, abreviaturas, concordancia, uso de preposiciones, queísmo y dequeísmo, leísmo y laísmo, extranjerismos, etcétera”. Instituto Cervantes.


Positivo

El periodista y escritor Álex Grijelmo, entiende que el surgimiento de estas obras que aborden el tema del idioma es positivo y que “da una buena pista del interés que esta materia despierta entre los hispanohablantes”. Grijelmo solo tiene una observación, que puede ser una preocupación: que tales producciones se contradigan entre sí.

Algunos de los ejemplos que han sido publicados:

¿Se debe escribir internet o Internet? “El DRAE, en su avance de la 23ª edición, presenta la entrada en minúscula, pero admite que se pueda escribir con mayúscula”.

– ¿Se puede usar la expresión bajo mi punto de vista? “No se considera recomendable. La preposición “bajo” aporta a las construcciones en las que aparece el significado de posición inferior, sea esta real o metafórica”.

– ¿Se puede escribir mp3? “Lo correcto es escribir MP3, con mayúsculas, puesto que se trata de siglas (Moving Picture Experts Groups, versión 3)”.

– ¿Está bien dicho sube para arriba? “Sí, aunque es una expresión redundante. Estas expresiones, subir para arriba, bajar para abajo, entrar adentro, salir afuera, son admisibles en el uso oral y coloquial de la lengua, donde se utilizan generalmente con valor expresivo o enfático, pero debemos evitarlas en textos escritos”.

– ¿Me voy pa mi casa es un vulgarismo o un coloquialismo? “Depende. En la lengua hablada esa expresión habría que considerarla un coloquialismo (…) En el registro coloquial, por tanto, es posible decir pa en lugar de para. En cambio, la expresión pa mi casa habría que considerarla un vulgarismo si el hablante utilizase siempre pa, independientemente del contexto en que se encuentre”.

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