“Dios es el escudo que me cubre, Él, que salva a los de recto corazón”.
Sal. 7: 11.
Paz. El Señor está en control. Él te sostiene y te acompaña.
Él está detrás, delante, a los lados, arriba y abajo. Dios te cubre; es tu escudo y su palabra es tu arma.
Él ha dicho: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni llama arderá en ti” (Is. 43. 2).
No hay mayor cobertura ni mayor protección que la que viene de Dios. Busca su presencia y pon tu esperanza en su justicia.