“Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor”. 1 Cor. 13: 13.
Señor, Mi Dios, gracias por darme tanto…demasiado. Gracias porque tu amor incomparable se refleja en tu fidelidad, en tu bondad, en tu misericordia; gracias porque tu amor inmenso se refleja en mis hijos, en toda mi familia.
Gracias sobre todo, porque tu amor irrefutable se refleja de manera muy especial en mi esposo; gracias porque a ambos nos estás enseñando las maravillas de la fe, la increíble proyección de la esperanza, pero sobre todo, la infinitud del amor.
Servirte juntos ha sido una de tus grandes obras de amor en nuestras vidas. Gracias Señor. Amén.