“Abre la boca en favor del mudo, sostén la causa de todos los desamparados”.
Pr. 3: 8.
No hay mejor orientación que el de una verdadera madre para su hijo, y la del rey Lemuel fue muy sabia al aconsejarle cómo debe vivir un líder: “No lleves una vida bohemia, dada a los placeres”, le dijo en resumen su madre a Lemuel, porque esto repercute negativamente en la gestión de un gobernante.
Le recomendó que se ocupe de los desvalidos, que obre con justicia a favor de los pobres. Si cada gobernante, cada funcionario, cada legislador pensara en esto antes que en sus conveniencias particulares, antes que en el “mercadeo”, quizá su pueblo estaría menos desprotegido y tendría mayor acceso a la educación, la salud, la alimentación… a una vida digna. Las palabras de la madre del gobernante se resumen en el ejercicio de un liderazgo responsable y en el amor al prójimo.