“La fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo”. Rom. 10: 17.
Dice pablo en su carta a los Romanos que si declaras con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que resucitó de entre los muertos, serás salvo.
Pero ¿cómo se multiplica la fe? ¿Cómo se propaga el mensaje de Jesús? Pablo lo pone de esta forma: “¿Cómo van a invocar al Señor, si no creen en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se lo anuncie?”.
La prédica, mis hermanos, es la clave: pero hablar con palabras y hablar con ejemplo propio y vivo, de otro modo esa prédica queda “floja”, poco convincente. Conocer a Jesús nos plantea el privilegio y el compromiso de multiplicar su reino. No dejemos pasar esta oportunidad.