El turismo de República Dominicana está en una fase de expansión del ciclo económico y el hecho de que en el primer cuatrimestre del año se haya superado la barrera de los dos millones de visitantes, despeja cualquier duda que exista sobre el tema.
De acuerdo con los cálculos del presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores) Simón Suárez, el hecho de que en cuatro meses hayan llegado al país más de dos millones de turistas significa que al cierre de 2016 podrá alcanzarse la cifra de seis millones.
Y si eso se pone en perspectiva, el número de los diez millones que se espera alcanzar, podría darse para el año 2022, calcula Suárez, entrevistado en el Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe.
“En las proyecciones de turismo siempre nos equivocamos, pero yo diría que al 2022 nosotros habremos superado los diez millones de visitantes”, dice el directivo de Asonahores, respondiendo a preguntas formuladas por el director del diario, Osvaldo Santana, quien dirigió la entrevista. Los cálculos que hace Suárez están dentro de las proyecciones que había hecho el presidente de la República, Danilo Medina, en el sentido de conseguir que a República Dominicana en 10 años la visiten 10 millones de personas, es decir, de conseguir incrementar la llegada de extranjeros a razón de un millón por cada año. Simón Suárez conoce bien del sector y cuando tiene que hablar de él, es difícil que le falten números. “Lo más importante en esa meta de 10 millones es que tendrá un efecto positivo sobre el resto de la economía, así como lo tiene la actividad turística”, sostiene.
Cuando el dirigente empresarial habla de “efecto positivo”, significa que habrá un efecto de derrame o de traslado. Eso quiere decir que por vía de una actividad se beneficia a otras. Y en el caso del turismo salen beneficiados (porque intervienen en la cadena) el transporte, el sector agrícola y el agroindustrial, así como la industria, entre otros. Y de paso, surgen otros beneficios y derramamiento, en la medida que se mejora la red vial, con la construcción de nuevas carreteras o la rehabilitación de las existentes.
Cuando al presidente de Asonahores le preguntan qué hace el sector privado (en adición al trabajo que surge desde el Estado) para alcanzar la meta de los diez millones de turistas, su respuesta fue esta: “Lo fundamental para llegar es aprovechar todas las oportunidades de inversión en nuevas facilidades hoteleras”. A seguidas resaltó que hay casi 7,000 habitaciones hoteleras en construcción.
Simón Suárez no llegó solo al encuentro de ayer. Se hizo acompañar de Rafael Blanco, segundo vicepresidente de Asonahores; de Quiterio Cedeño, asesor (quien permaneció solo un rato) y de una importante “porción de datos”, para responder a todas las preguntas que pudieran surgir. Esas preguntas las formulaban Héctor Linares, subdirector de este periódico; Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura, y Sandra Guzmán editora de elCaribe versión digital.
“Si abordamos la parte de energía, el Estado dominicano ha asumido ya el compromiso de mantener el excedente de capacidad instalada. Inclusive, con el proyecto Punta Catalina, esas inversiones van a darle estabilidad a la capacidad instalada. Nosotros -por otro lado- estamos apoyando los hoteles y la energía alternativa. Se han hecho trabajos interesantes en la zona de Punta Cana, en colaboración con el Consorcio Energético Punta Cana-Macao para el sistema de producción dual de agua caliente y agua fría en los hoteles en base a los excedentes calor de las plantas eléctricas”, sostuvo Simón Suárez.
Dijo que en el tema agua, el sector turístico también está colaborando con el Gobierno donde quiera que pueda para mejorar los sistemas de acueductos y para asegurarse de que todo proyecto nuevo tenga un sistema de acueducto y alcantarillado adecuado.
Respecto a la seguridad ciudadana Asonahores tiene la misma preocupación que tiene la sociedad y está muy atenta a todo lo que sucede. Sin embargo, Simón Suárez dejó claro que en los polos turísticos ha habido una marcada mejoría en la seguridad, luego que el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística pasó a ser dependencia del Ministerio de Defensa hace unos dos años. Antes de eso, la seguridad turística estaba en manos de la Policía Turística (Politur), institución que era dependencia de la Policía Nacional. Con relación al clima que existe en República Dominicana para la inversión extranjera y la local, tanto Simón Suárez, como Rafael Blanco aseguraron que está tranquilo.
“En cuanto a la seguridad jurídica, la inversión dominicana y la extranjera están muy tranquilas porque se ha arraigado cada vez más el respeto a los derechos adquiridos y a decisiones jurídicas tomadas y en ese sentido, las decisiones tomadas, por ejemplo, en torno a Bahía de Las Águilas eso ya da mucha seguridad. Había un entuerto, pero ese entuerto se enderezó”, expuso.
Barrilito, racionalización, transparencia y servicios
Sobre la necesidad de que en el país haya una reforma fiscal, el presidente de Asonahores asegura que “en eso coincidimos todos”. Sin embargo, planteó que cualquier reforma de ese tipo debe ir acompañada de ciertas leyes de transparencia y de eficiencia en el gasto. “Transparencia en cuanto al entendimiento de cómo el gasto se distribuye y también estándares de eficiencia, como ocurre en todo el mundo. Eso es, que cada gasto tenga justificante firme y que no haya Barrilito ni cosas de ese tipo”, expresó.
El Barrilito o Fondo de Gestión Social, que refiere Suárez, es un dinero que en las cámaras legislativas dominicanas ha sido usado de manera discrecional por los congresistas (cuando cada uno ha tenido un monto asignado) para “resolver problemas sociales”, como comprar una receta a una persona enferma o una estufa o una cama, etcétera. Ese capítulo ha sido criticado por diversos sectores del país. Suárez pidió hacer una racionalización del Estado porque el Estado sigue creciendo.
El “boom turístico” está diseminado en el país
Rafael Blanco dijo que la inversión en el país va en franco crecimiento y que el hecho de que eso sea así en todo el país avala la seguridad jurídica existente. “Eso está bastante incitado por la atinada decisión del Presidente, de generalizar la Ley de Incentivos. Vemos que hay un boom hotelero no solo en una región, sino en el país completo”, indicó. Mencionó a Samaná, Jarabacoa, el Sur, el Este, Puerto Plata y la propia ciudad de Santo Domingo.
“Esa Ley de Incentivos cumple sus funciones, de manera que fue una ley atinada. En cuando al derrame, hay que citar el caso de la agricultura, para lo cual hicimos un estudio junto con la Junta Agroempresarial, que señala que el turismo absorbe aproximadamente entre el 16 y el 17 por ciento de las ventas totales de ese sector (del agrícola).
Blanco calcula que hay cinco millones de turistas que pernoctan siete noches y están consumiendo el 20% de lo que consumen los diez millones de habitantes de República Dominicana, lo cual es una suerte de “exportación interna”.
La municipalidad está cargada de debilidades
Desde el punto de vista del segundo vicepresidente de Asonahores, una de las grandes debilidades de la República Dominicana está en la municipalidad. “Necesitamos una estrategia de promover las infraestructuras que doten a todos los municipios de los polos turísticos de un ambiente adecentado y propicio para que el turista pueda desplazarse”, sostuvo. “Muchas veces se le quiere echar la culpa al sector, pero como sector turístico es todo lo contrario. Nosotros queremos que la gente salga, incluso, las nuevas tendencias apuntan a que conozca todo el entorno de donde se encuentra y a que no se encierre en un propiedad. Sin embargo, lo que estamos viendo es que en muchos pueblos y ciudades no tienen el ambiente adecuado para que la gente salga y consuma. Eso lo vemos a diario: una arrabalización en muchos casos, como en Sosúa”, criticó. Y agregó: “Cómo le vamos a pedir a un extranjero, a un alemán a un extranjero que vive en una ciudad como Madrid u otra, que venga a Sosúa y que salga a ver lo que aquí en muchos casos tenemos (una arrabalización)”.