Ramón Antonio Molina, conocido en el mundo del arte como Papa Molina, es un hombre de poco hablar. Tanto, que su esposa, Josefina Miniño, se mostró sorprendida de que accediera a este diálogo.
Sin embargo, a sus casi 90 años, es un hombre sumamente agradable, jovial y con un gran sentido del humor. En la sala de su hogar, comenzamos hablando de sus primeros pasos en la música, asegurando que desde que descubrió su vocación, nunca quiso hacer otra cosa.
Durante el encuentro, fueron surgiendo los temas, entre ellos, el día que le declaró su amor a su esposa Josefina y de la infinita tristeza que le produjo el viaje de ésta al extranjero, una tristeza que fue musa inspiradora para dar vida a canciones como ¿Cuándo volveré a besarte? y Sufro por ti. También, describe la emoción y el orgullo que siente al ver lo lejos que ha llegado su hijo, José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica Nacional. De esto no abunda mucho, pues confiesa que no quisiera caer en alabanzas, la misma razón por la que no es muy dado a conceder entrevistas.
En el plano personal, a pesar del tiempo transcurrido, desde el día que sus padres partieron de este mundo, aún el dolor está presente. A tal punto, que sus ojos se humedecen y le resulta imposible continuar la conversación. La tristeza le marca el rostro. En este momento guarda silencio y cambiamos de tema, tratamos lo popular que era entre las féminas de su época, especialmente entre las artistas. En esta parte, su esposa interviene y afirma que casi todas eran sus novias. Esta vez, sonríe con picardía y confiesa que no es que él fuera lindo, sino que privaba de eso. Antes de terminar la conversación, se definió como un hombre feliz, realizado, y un ser humano que nunca ha tenido problemas con nadie, un hombre muy conforme con lo que Dios le ha dado.
1. Mocano
Nací en la ciudad de Moca, el 19 de diciembre del año 1924, de donde tengo muy buenos recuerdos. Allá, muy joven, desde los 11 años comencé a estudiar música con el maestro Pilo Rojas. De ahí pasé a Bonao, a la Súper Orquesta San José, como primer trompeta y después fui director de la misma. Siempre estudié música. Toda mi vida, no he hecho otra cosa.
2. Un amor para siempre
Soy hijo de Ana Dolores Pacheco y Ramón Antonio Molina, de los cuales me siento muy orgulloso. Eran dos buenas personas. Mi papá, que Dios lo tenga en la gloria, decía que vivía lleno de orgullo… (mira al suelo, sus ojos se humedecen, guarda silencio…) y mi madre sentía un inmenso amor por mí. Siempre supe lo mucho que ella me amaba. Mi papá murió primero y luego mi madre, y las dos hermanas que más convivieron conmigo, también murieron. Fueron momentos muy difíciles.
3. Amante del boxeo
De niño, yo era un enamorado de la música y de los deportes, especialmente del boxeo. Me gustaba el boxeo, pero siempre supe que sería músico. Me encantaba ese deporte…, tanto así, que en la capital, siendo un profesional de la música, el maestro Julito López, que era campeón de aquí, me dio clases de boxeo. Nunca utilicé el boxeo con mis amigos, pero cuando hubo la necesidad, lo utilicé, ¡y de qué manera!
4. Profesores de música
Los profesores que más recuerdo son don Tilo Rojas y Valentín Michel. Pilo Rojas fue mi primer profesor. Recuerdo una vez, dándonos las clases de teorías, que él dijo: “levante las manos el que se atreva a escribir un merengue en la pizarra”. Yo tenía mi practiquita en mi casa, entonces yo levanté la mano y él se sorprendió, porque yo era el más jovencito. Él me mandó a la pizarra, lo escribí y se lo encontró muy bien. Él lo orquestó, es decir, lo instrumentó para la banda y se estrenó antes de que yo cumpliera los 12 años.
5. Sin límites
Yo diría que la música es algo que no tiene límites, porque a veces uno juzga una cosa que cree que es muy mala y si la analiza no es tan mala. La música es como se le define, el arte de bien combinar los sonidos con el tiempo. Me siento demasiado realizado en mi vida y más aún por haber encontrado una mujer que ama el arte, como doña Josefina Miniño, a quien conocí bastante jovencita. Ella tenía nueve años. Soy un joven de casi 90 años. Ja ja ja… Cuando ella cumplió los 16 años, nos enamoramos, hasta la fecha… Estamos juntos y tenemos un hijo que es un orgullo nacional, José Antonio Molina, director de la Orquesta Sinfónica. Mi hijo me hace sentir una satisfacción increíble, no puedo decir más porque quizás luciría como alabanza y eso no me gusta. Soy un hombre que me conformo con lo que Dios dispone.
6. El amor
Cuando Josefina se fue al extranjero, le escribí las canciones ¿Cuándo volveré a besarte? y Sufro por ti. Yo era el director musical de Radio Televisión Dominicana y ella era una de las artistas que comenzaron su carrera de manera precoz. Nos fuimos atrayendo poco a poco y a los 16 años le confesé mi amor. Después, ella se fue a los Estados Unidos y le escribí esas canciones. Nos casamos en 1959. Ya tenemos 53 años de casados. Ella me hacía mucha falta y extrañaba sus besitos. Ella dice que yo soy su príncipe azul, su gran maestro y el guía de su carrera. Ella me acusa de que las artistas de mi época eran todas novias mías. Y yo le digo que yo no era bonito, pero privaba en eso.
7. Consejos
A mis hijos, toda la vida les he aconsejado que su conducta sea siempre correcta. A José Antonio lo inscribí muy chiquito a estudiar música y siempre estaba encima de él, aconsejándolo. A él le encantaba la música desde pequeño. Cada vez que yo veía a mi muchacho que iba progresando en la música me sentía más orgulloso. Les digo que las personas deben de luchar por alcanzar sus metas y deben hacerlo de una forma que se sientan orgullosos. Hacer la profesión que les guste, que sean lo que desean ser, por inspiración, por amor, no pensando solo en lo material. Cuando uno consigue lo que uno aspira en su profesión, la satisfacción es mayor.
8. Casa de artistas
Esta es una casa donde lo que se respira es música. Doña Josefina es locura total con la música, y aunque ya está retirada, no deja de estar vinculada al arte, no lo deja nunca y por lo que estoy viendo, no lo dejará nunca. Nosotros nos la pasamos escuchando los discos y recordando los logros que tuvimos, que fueron muchos.
9. Hogareño
Me gusta estar en la casa, pero fuera de ella, lo que más disfruto es ir al supermercado. Me gusta hacer compras. Voy a algunos conciertos, disfruto mucho los conciertos en el Teatro Nacional. Me gusta ir a ver a José Antonio.
10. Familia
Tengo nueve hijos en total y 25 nietos. Con Josefina tengo dos hijos, José Antonio y Evangelina Molina Miniño, que es gineco-obstetra, es especialista en niñas. Evangelina es la más pequeña de mis hijos, es la que siempre está pendiente de mí. Yo digo que sus cuidados y sus atenciones son los que me tienen vivo. Ella es la que me recomienda los médicos que entiende que deben verme. Soy un hombre tranquilo, pacífico, que no tiene problemas con la vida ni con nadie. En la casa recibo todas las atenciones del mundo, sin pedirlas, ni exigirlas. Mis nietos me aman, vienen a verme con frecuencia. En la casa la fuerte es Josefina, yo siempre vivía mimando a mis muchachos. A la más pequeña la llevaba diariamente a su colegio y a su universidad. Me siento feliz porque todos mis hijos han sabido aprovechar el tiempo. Una de mis biznietas era participante en el concurso de Miss Universo Dominicana, perdimos, porque ella no ganó, pero para mí ella era la más hermosa. Nosotros tenemos un nieto que nació aquí, que se inició como pianista y ya es maestro de piano y está terminando la carrera de Mercadeo, se llama Luis Maríñez, es hijo de mi hija menor y te podría decir que es un ejemplo para nuestra familia.
Sus significativos aportes a la música
Ramón Antonio Molina (Papa) comenzó sus estudios en la Academia Municipal de Música, en Moca, bajo la tutela del Maestro Arístides Rojas. Allí aprendió solfeo y teoría musical y se inició como trompetista. Luego, ingresó en la Banda Municipal, ocupando la plaza de trompetista solista, y en la Academia fue profesor de solfeo. Luego de haber tocado en las más famosas orquestas del Cibao, en 1942, fue contratado como primer trompeta de la Orquesta San José en La Voz del Yuna. La agrupación, que fuera de las más prestigiosas de su época, fue dirigida por Julio Gutiérrez, Avelino Muñoz y el propio Papa. En su extensa labor como compositor, el maestro Molina ha creado piezas imprescindibles en la música dominicana del siglo XX, entre ellas, el bolero Evocación, que fuera grabado por Alcy Sánchez y Alberto Beltrán con el acompañamiento de la orquesta de Billo Frómeta; por Rafael Colón, con la orquesta de Johnny Ventura, y por Betty Missiego, con la orquesta de Bertico Sosa. También de gran popularidad gozó en su momento la pieza Sufro por Ti, bolero que quedó registrado en la voz de Alberto Beltrán, acompañado por la orquesta San José y el coro de La Voz del Yuna. Lope Balaguer colocó en el tope de la popularidad el bolero Nunca te lo he dicho, y Elenita Santos, con Rafael Colón y la orquesta de Johnny Ventura, ¿Cuándo volveré a besarte? El maestro Papa, a lo largo de su carrera como músico ha creado obras sinfónicas de gran valor, entre ellas sus Tres imágenes folklóricas, obra que terminó de escribir en noviembre de 1990 y que poco después fuera estrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional, donde quedó desde entonces en el repertorio que regularmente interpreta esa institución.
Metas
Las personas deben de luchar por alcanzar sus metas y deben hacerlo de una forma que se sientan orgullosos. Cuando uno consigue lo que uno aspira en su profesión, la satisfacción es mayor.
Enamorado
Cuando Josefina se fue al extranjero, le escribí ¿Cuándo volveré a besarte? y Sufro por ti. Yo le confesé mi amor cuando ella tenía 16 años”.
Feliz
En la casa, la fuerte es Josefina. Yo siempre vivía mimando a mis muchachos. Me siento feliz porque mis hijos han sabido aprovechar el tiempo”.
El músico
A José Antonio lo inscribí muy chiquito a estudiar música y cada vez que lo veía progresando en la música, me sentía muy orgulloso”.
La doctora
Evangelina es la más pequeña de mis hijos, siempre está pendiente de mí. Sus atenciones y sus cuidados son los que me tienen vivo”.
Herencia
Como mis tíos, “Los hermanos Pacheco”, tenían una orquesta, la cual ensayaba en mi casa, pienso que esa fue una de las causas para que me interesara más por aprender música.