Rafael Pérez Modesto: “He sido coherente con mis pensamientos y con mis acciones”

Cuando sólo contaba con seis años de edad, sintió en carne propia los embates de un sistema político despiadado que por el solo hecho de que alguien no comulgara con sus ejecutorias y su estilo de gobernanza, no merecía ni la vida ni la libertad.&#82

Cuando sólo contaba con seis años de edad, sintió en carne propia los embates de un sistema político despiadado que por el solo hecho de que alguien no comulgara con sus ejecutorias y su estilo de gobernanza, no merecía ni la vida ni la libertad. Este fue el caso de su amado “tío-panino”(a los seis años, así llamaba a su tío y padrino), quien fue apresado y al que no volvió a ver durante los próximos tres años. Un rudo golpe para el chiquillo, que sólo se alimentaba si su tío era quien le daba los alimentos.

Fue esta acción, la que marcó el nacimiento del revolucionario, a pesar que en una ocasión se inclinó por la vida religiosa, hasta las puertas de la iglesia lo persiguió su afán de lucha porque el país viviera un clima de libertad y de respeto por la dignidad humana. A los 18 años, no lo pensó cuando fue propuesto para enrolarse en la guerrilla de 1963, donde resultó herido en la pierna izquierda, la cual no perdió de milagro.

Hoy, recuerda que una de las noticias más tristes, durante su padecimiento, fue enterarse de la muerte de sus compañeros de batalla, en especial la de su líder, Manolo Tavárez Justo.

El tiempo y el cambio en la forma de gobierno, trajeron otras luchas y batallas, pero para librarlas no necesita otras armas que sus acciones, sus palabras y cumplir cada día con los compromisos que asume.

1. De origen vegano
Soy de origen vegano, nací en La Vega, de una familia muy humilde. Mi mamá, Andrea Modesto, era una maestra, consagrada en el aspecto de la educación de niños y mi padre, José María Pérez, era zapatero. Tenía una zapatería, de fabricar y de arreglar zapatos. Éramos una familia muy unida y estable, que influyó poderosamente en mi formación. Yo puedo decir que tuve una niñez feliz en lo que tiene que ver con la formación, con el trato y con el cariño. Todo eso tiene su incidencia a lo largo de la trayectoria del ser humano. Fuimos felices, con limitaciones, pero no excesivas.

2. Beneficiado de la fe
He sido un gran beneficiado de la fe. He pasado por situaciones que otras personas no podrían sobrevivir y yo he sobrevivido. A los seis años, fui sometido a una cirugía que la mayoría de los niños moría y yo sobreviví. A los 18 años participé en ese movimiento guerrillero y soy el único herido, los demás murieron. Duré cinco días sin atenciones médicas, lo mejor que podía pasar era que me amputaran la pierna izquierda, sin embargo, me la logró salvar un médico comprometido con la causa. Sobreviví tres años en la cárcel. Después, en el año 2005, padecí de cáncer y sobrepasarlo, sin dejar un día de trabajar.

3. Dos aspectos
En mi vida resaltan dos aspectos, el primero era que yo tenía que hacer cosas que los demás niños no hacían, por ejemplo, ayudaba a mi papá desde los seis años, trabajaba desde pequeño, tenía que cruzar el pueblo, cuando eso, la carretera pasaba por el centro de La Vega, para llevarle a mi papá su comida y atendía a los clientes. Aprendí a vender y atender a los clientes. Mi familia, por el lado materno, tuvo participación antitrujillista. Entonces eso marcó a toda la familia y conllevaba a que ningún familiar podía ocupar cargo público, había una vigilancia. No obstante el cariño, muchos familiares temían compartir con nosotros y eso desde niño lo entendí.

4. El hermano mayor
Del matrimonio de mis padres nacieron cinco hijos, tenemos una relación muy estable y de mucho cariño. Yo soy el mayor. Éramos niños obedientes y estudiosos. Lo bueno de ser el hermano mayor es que yo influía y todavía influyo, aunque todos son profesionales y tienen sus puntos de vista diferente, siempre los he respetado y ayudado. Lo malo era que siempre me ponían de ejemplo para cualquier cosa en la escuela, en las actividades deportivas y religiosas. Eso a veces generaba problemas. Fui un niño normal, me gustaban mucho los deportes.

5. Mi tío
A uno de mis tíos lo desaparecieron por tres años y eso me marcó. Ese era mi tío y mi padrino, era mi ídolo. Yo tenía unos cuatro o cinco años, pero lo recuerdo mucho porque ese era el tío que me mimaba, que me daba los alimentos. En mi casa, mi abuela vendía leche y a mí no me gustaba la leche, quizás de tanto verla, pero él buscaba la manera de prepararme alimentos con leche, me hacía arroz con leche, café con leche, avena, algo que me hiciera consumir leche. Yo lo quería tanto, que noté su ausencia y tanto fue que tuvieron que decírmelo. Entonces yo le oraba al Santo Niño de Atocha, por su salud y porque lo soltaran. Fue muy impactante cuando lo volví a ver. Mi abuela, Palmira Estrella, se valió de un recurso, poco usual, ella era una persona con limitaciones escolares, pero con una gran inteligencia y una gran formación, leía los periódicos a diario y tenía contacto con intelectuales veganos de esa época. Ella tomó la iniciativa de venir donde la mamá de Trujillo, y le dijo: “Usted es una madre ejemplar y sabe el valor que tiene un hijo para una madre. Yo tengo un hijo que está en la cárcel y llevo tres años que no sé de él. Yo sé que él está vivo y vengo donde usted para que usted me ayude, si está a su alcance. El nombre de él es fulano de tal y su cédula es tal”. Al poco tiempo él fue liberado. Lo más triste de mi vida, fue la desaparición de mi tío y yo día por día iba a un cuadro del Santo Niño de Atocha a pedirle de rodillas que soltaran mi “tío-panino”, porque aún yo no hablaba bien.

6. El bachillerato
Me gradué de bachiller con muchísima dificultad, a base de habilidad y consecuencia de algunos profesores que creían en mí. Entonces me inscribo en la universidad, caigo preso. Duro tres años en la cárcel. Tuve que dedicarme a trabajar, me inclino por el área de administración. Ya con más 30 años de edad, estudio Administración de Empresas. Hago una maestría de Mercadeo, que para esa época estaba comenzando en el país, estudio Relaciones Públicas, siempre había tenido facilidad en comunicación oral y escrita, entonces incursioné en el ámbito del Mercadeo Farmacéutico, comencé como visitador y me fui desarrollando y estudiando y fui ascendiendo. Tuve la dicha de trabajar en empresas nacionales e internacionales, con el más alto nivel de dirección de Mercadeo.

7. Revolucionario
Muy temprano me vinculé a la iglesia Católica. Fui monaguillo, luego, seminarista, ya en las postrimerías del trujillato, la iglesia tuvo contradicciones sumamente violentas con la dictadura. Es famosa una pastoral por los cientos de jóvenes que fueron apresados y torturados. La iglesia leyó en todas las misas que se hicieron esa pastoral condenando esos hechos y eso terminó de agrietar esas relaciones. Además, la iglesia se negó a que a Trujillo se le diera un título que él deseaba, que era que se le declarara “Benefactor de la Iglesia”. Las contradicciones se agudizaron a tal punto, que el obispo Panal, de La Vega, que fue mi protector en todos los aspectos, porque él, incluso, cubría los gastos que yo tenía en el seminario. Yo comencé a entender de una forma más consciente lo que era ese régimen y luego me incorporé directamente a la lucha, primero desde la iglesia y luego, me acerqué al Movimiento 14 de Junio.

8. El guerrillero
Dos o tres días después de la liberación de Manolo y los esposos de las Mirabal, constituyeron el Movimiento 14 de Junio, en homenaje al movimiento del mismo nombre, que a su vez rendía homenaje a la expedición de Constanza de 1959. Yo comencé enrolándome poco a poco, al poco tiempo ya era dirigente estudiantil, municipal, provincial, y después regional. Cuando dieron el golpe de Estado, el 14 de Junio se sentía comprometido a luchar y yo fui el más joven de los elegidos para participar en ese acontecimiento. Ahí estuve en el segundo frente de importancia, que llevaba el nombre del capitán piloto que había desertado de la aviación militar dominicana y que vino desde Cuba a la expedición y se quedó dentro de ella, ese frente se llama Ventura Simó.

9. Grandes satisfacciones
He tenido grandes satisfacciones. Una de las mayores satisfacciones es ser coherente en la vida. He sido coherente con mis pensamientos y con mis acciones. Nunca he sido un extremista en ninguna de mis actuaciones. En lo que he creído, lo he defendido, exponiéndome a la muerte en más ocasiones de las que te pueda narrar, esa vinculación trascendió el cuadro de la guerra. A los 20 años fui propuesto unánimemente como miembro del Comité Central del 14 de Junio, que para ese entonces no era fácil. Al tiempo de que participar con 18 años en la guerrilla, me impidió que yo me graduara de bachiller. Entonces no me aceptaban en la escuela porque entendían que yo era un elemento que llevaba subversión. Para yo poder graduarme de bachiller me dio muchísimo trabajo y perdí muchísimo tiempo, pero aproveché los estudios. Fui enviado fuera del país a estudiar y a tratar de salvarme la pierna, que estuve al borde de que me la cortaran. En ese tiempo adquirí conocimiento de política, economía, filosofía, tanto en Francia como en China Popular.

10. Tres años en prisión
En el gobierno de Balaguer me persiguieron mucho, fui apresado y duré tres años en prisión. A partir del 66, cuando Balaguer toma el poder, en los años 70 aquí se vivió un estado de sitio. Te apresaban por el solo hecho de ser estudiante. Imagínate tú, ya yo era dirigente nacional. El 14 de Junio, como parte de la izquierda, se dividió y yo era una de las cabezas de ese movimiento y fui apresado junto a otro compañero. Me acusaron de lo que era común en esa época, que era la tenencia de armas de fuego, práctica de comunismo, conspirar contra el Estado. A los tres años me soltaron, por no haber cometido los hechos. Eso conllevó a que yo perdiera mis estudios universitarios. Con el paso del tiempo, influyó mucho en mí el pensamiento de Juan Bosch. Antes de Juan Bosch irse del PRD ya concebía la idea de crear un partido distinto y yo tuve la suerte de ser uno de los que escuchó y asimiló ese pensamiento. No salí de mi grupo político, porque se podía ver como un acto de traición en ese momento. Caí preso y no podía renunciar, porque se vería como una debilidad, pero al salir de la cárcel, fui acercándome al Partido de la Liberación Dominicana, del cual soy miembro y dirigente, desde 1978.

Con sentido de sensibilidad social

El primer cargo que tuve, estaba relacionado con la modernización del Estado, contratado por el PNUD, justamente la figura que manejaba eso era Gustavo Montalvo. En el año 1998 fui seleccionado como director administrativo de la Presidencia de la República. En el 2000 volví a mi actividad privada, como director de Mercadeo de una empresa privada farmacéutica y cuatro años después, fui adquirido como viceministro administrativo, después fui ministro de Estado sin cartera, pero orientado hacia los problemas de tipo administrativo y cultural, históricos, desastres naturales.

Hasta que en el año 2011, de manera repentina, me propusieron que viniera en calidad de gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social. Para mí fue una sorpresa, porque aunque sabía que existía esta institución y aunque la sensibilidad social ha sido una característica nuestra, en principio me desconcerté un poco, pero el que está preparado para servir, no le teme a nada.
Asumí el cargo y lo primero que hice fue aprender lo que tenía que aprender y hoy, son muchos los logros que se pueden exhibir. Eso me llena de satisfacción porque es un aporte a la población por la que tanto uno ha luchado.

Coherente
“Nunca he sido un extremista. En lo que he creído, lo he defendido, exponiéndome a la muerte en más ocasiones de las que te pueda narrar”.

Precoz
“A los 20 años fui propuesto unánimamente como miembro del Comité Central del 14 de Junio, algo que para ese entonces, no era fácil”.

La guerra de abril
“Fui herido en la guerrilla y fui el único herido sobreviviente, pero en la Guerra de Abril, estuvimos haciendo el papel que nos correspondía”.

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