Leo Corporán inició su carrera en el periodismo deportivo. No podía asignársele una mejor fuente para desarrollarse en la profesión que había elegido.
Aunque nació en San Cristóbal, a los dos meses de edad su familia se trasladó al sector de Villa Juana, donde creció y conoció a sus amigos de toda la vida.
Cuando decidió ser periodista, lo hizo pensando en dar seguimiento a los eventos deportivos, por lo que a lo largo de su carrera ha sido testigo de los más relevantes nacional e internacionalmente. Algo que lo llena de satisfacción.
Como hijo de Villa Juana se siente comprometido con su gente y le preocupa que la juventud de ese sector recorra un camino de provecho, por eso, su constante e incansable labor en la Fundación y el Club Mauricio Báez.
Es ahí donde ha estado por más de 50 años y donde piensa permanecer hasta que las fuerzas se lo permitan.
1. De Villa Juana
Nací el 06 de noviembre del 1946, en San Cristóbal, pero a los dos meses me trajeron para la capital, para Villa Juana, es decir que hace un mes que cumplí 69 años de edad. Mi madre se llamaba Alba Castillo y mi padre, Juan Heredia. Nuestra infancia fue muy bonita, y nuestra familia fue una familia ejemplar. Mis padres fallecieron hace 10 años. Mi madre era una trabajadora incansable, una mujer de combate; igualmente mi padre, que fue chofer de guagua publica, después fue mecánico, después laboró en el Ministerio de Agricultura, como mecánico. Fue una persona muy querida y respetada en el barrio. Era una persona de poco hablar, pero con un buen desenvolvimiento y además con una línea muy recta. Él era un libro de consulta del Presidente Leonel Fernández, que vivía cerca de nosotros, ahí donde funciona el auditorio del Centro Cultural Mauricio Báez.
2. Cinco hermanos
Somos cinco hermanos, el mayor es Juan Ramón Heredia, “Chiqui”, que es corredor de seguros; la segunda es Rosita Heredia, que vive en Puerto Rico y tiene un laboratorio clínico allá; María Heredia, que es Química, fue por 25 años la jefa de la Cervecería Bohemia, ya está retirada, el otro es José Heredia Castillo, juez de la Cámara de Cuentas. De niño y jovencito, jugué mucho deporte. Estaba en la Escuela República Dominicana, después estaba en la Escuela Argentina. Fui miembro del 14 de Junio por varios años, después fui miembro de la Línea Roja, después de eso, no he tenido participación partidaria. Luego, me metí a persona democrática, tengo 37 años en el periódico El Nacional y desde el año 82, hasta la fecha soy el editor deportivo de El Nacional.
3. Leo Corporán
Mi nombre completo es Leonardo de Jesús Heredia Castillo, pero me conocen como Leo Corporán. Esto es así, porque a los 13 ó 14 años de edad, a mi padre no lo habían reconocido, entonces él se llamaba, Corporán Heredia. Es cuando lo reconocen que pasa a ser Heredia Corporán, pero cuando se realizaron esos cambios, ya yo estaba en el periodismo y ya era Leo Corporán. Me quedé con ese nombre, aunque en la cédula, pasaporte y en todos mis documentos figuro como Leonardo Heredia Castillo.
4. Periodismo
Me dediqué al periodismo atraído por el deporte. Cuando me entrevistó el profesor Gastón Arce, me preguntó que qué decía el editorial de elCaribe del día anterior, y yo comencé a titubear. Él seguía preguntándome por el contenido del periódico y yo seguía titubeando. Era un examen oral en la universidad y él como profesor me preguntó que qué era lo que yo quería estudiar y yo le respondí que Periodismo. Entonces él me dijo que si yo quería ser periodista tenía que leer los editoriales, las noticias, y yo le dije que yo iba a ser periodista deportivo, y me dijo que eso no importaba, que como quiera tenía que leerlo todo. Desde entonces, comencé a interesarme por las informaciones generales y por los editoriales.
5. Los primeros años en ejercicio
Mi primer trabajo fue en el periódico El Sol, por los años 70. Después pasé al Listín Diario y después al periódico El Nacional. Mis inicios fueron más fáciles, ya que fui apadrinado por Bonaparte Gautreaux Piñeyro y Justo Castellanos Díaz, yo era asistente de Justo Castellanos y el señor Gautreaux Piñeyro era muy amigo de mi familia y era un mauriciano, le gustaba mucho el club, inclusive, cuando iniciamos el techado fue uno de los que picó zanjas aquí, siendo director de un periódico. Mi ejercicio era más de corrección. Recuerdo que en esa época, el profesor Juan Bosch, los domingos, nos daba una clase de dos o tres horas, chequeando las páginas, para decirnos en qué habíamos fallado y para decirnos qué título estaba bien y cuál estaba mal. Yo aprendí mucho de ese ejercicio. He sido un amante del trabajo. Tengo 37 años en El Nacional y aunque no es bueno decirlo, nunca he tomado vacaciones.
6. Primeros trabajos
En la juventud, teníamos la convicción de que debíamos derrocar el gobierno de Balaguer y luchábamos por eso. En varias ocasiones anunciaron por Radio Comercial que la policía me estaba buscando. Antes de eso, yo trabajaba en la Textil, en Los Minas, de noche, hasta la seis de la mañana, limpiaba zapatos en la esquina del liceo y en el cementerio limpiaba tumbas. Me consideraba el mejor limpiabotas, y por eso la gente iba donde mí a limpiar sus zapatos.
7. El susto más grande
En una ocasión en que la policía me estaba buscando para matarme, yo iba para la Textil , como a las cuatro y media de la mañana, iba a abordar la guagua, y yo tenía un revolver, por si acaso, pero cuando pasé dos o tres esquinas del club, me salió un ratón muy grade y me dio en el pie, pero yo no sabía lo que era, saqué la pistola, la tiré y grité: “¡no me mate!”. Lo que pasó fue que yo pensé que era un policía que me había agarrado por el pie. Ese fue uno de los sustos más grandes que yo he pasado en mi vida. Cuando el 14 de Junio se reunía en Villa Juana, yo era de los que buscaban la casa y después era de los que me quedaba afuera vigilando por si llegaba la policía. Trabajé mucho en organismos de propaganda, llevaba notas de prensa a los periódicos cuando atrapaban presos políticos, informaba todo lo que les pasaba a los detenidos.
8. Inconvenientes
Solo me he sentido ofendido con los ministros de Deporte, porque algunos de ellos entienden que siempre tienen la razón y piensan que con el dinero lo pueden resolver todo, y para mí ambas cosas son negativas. Algunos de ellos han sido honestos en sus funciones, pero no han hecho una buena gestión, y hay otros que quieren dirigir a los periodistas a base de dinero. En las dos cosas, he sido un opositor rabioso. Yo no pienso que esta profesión es para lucrarse de ella y, por ende, no creo que tenga que colocar en el periódico o en un programa de radio lo que quieran los funcionarios del área de deporte, no solo los ministros, sino también los del Comité Olímpico y otras entidades.
9. Horas tristes
La muerte de mis padres ha sido lo más triste. Pero cuando veo morir a alguien eso me duele mucho. Cuando murió Julio Pozo, un joven que era dirigente del Club Mauricio Báez, muy combativo y trabajador, yo me sentí bastante mal, su muerte me afectó mucho tiempo, y ahora murió otro muchacho que tenía cáncer y yo hablaba casi todos los días con él, Él estaba en Nueva York, y estaba muy animado, con muchas esperanzas, me decía que venía a celebrar el aniversario del club, me dijo que nos abrazaríamos, pero murió antes de esa fecha. Eso fue muy triste. Una vez murió una niña de un año, y ya a ella y a su madre les habíamos conseguido la visa para trasladarla a Virginia, ella murió y eso fue muy impactante para mí.
10. Compañera de vida
A mi esposa la conozco hace cerca de 42 años, 37 años de casados y ocho de amores, la profesora Cecilia Guerra. Ella es de aquí de Villa Juana. La conocí jugando trúcamelo, cuando ella tenía como 13 ó 14 años. Ella fue profesora de inglés y francés, se graduó en la UASD y después fue profesora de la Escuela Mauricio Báez por más de 30 años, se pensionó aquí. Ahora está como directora honorífica del área de pintura de la escuela. Tenemos tres hijos, dos varones y una hembra. Solo aspiro a ser el mismo Leo de siempre. Agradezco a todas las personas que me han apoyado en la vida. l
52 años al servicio de Villa Juana
Soy el asesor principal del club Mauricio Báez, junto con el profesor Nelly Manuel Doñé, quien es también dirigente del Comité Olímpico. Tengo en el club Mauricio Báez, 52 años. Mauricio Báez fue campeón de basquetbol superior tres años corridos, yo fui el gerente general del equipo. He sido una de las personas principales de la organización. Hace algunos años hemos sido muy fuertes en cuestión de la integración de la salud. Hemos gastado millones y millones de pesos en salud, en la gente. Hay una relación de nosotros con Cedimat, con el Hospital de las Fuerzas Armadas, con el Ney Arias Lora, con el Centro Médico Dominicano, con el Hospital de Herrera y con muchos otros centros del país, que le sirven al Mauricio Báez. Ellos no cobran, pero cuando la operación que necesita el paciente es muy costosa, recurrimos a empresas privadas o a organismos oficiales del gobierno, a veces con el Presidente o con el Ministro Administrativo y siempre han dicho que sí. Yo tengo una medalla de oro, y es que en los 52 años solicitando ayuda para la fundación, nunca me han dicho que no. Todo el mundo me dice que sí. Hemos tenido relaciones con el Presidente Guzmán, con Jorge Blanco, con Hipólito Mejía, con Leonel Fernández y con los dirigentes de izquierda, de derecha y con la Iglesia Católica. En el polideportivo las actividades que se realizan son gratuitas, pero lo que más nos satisface son los aportes a la salud.