Su voz pausada y un tanto quejumbrosa, rinde honor al mote con el que se le conoce desde sus inicios en la música hace casi 50 años, El Añonaito. Luis Segura, quien inmortalizó la canción “Penas por ti”, esta vez tomó su guitarra, hizo sonar sus cuerdas, pero no precisamente para cantar, esta vez contó la historia del niño que salió de Valverde acariciando la idea de convertirse en un cantante famoso, esta vez, nos confió que el camino no fue fácil, pero que la voluntad y el firme deseo de seguir su destino se impusieron a las adversidades.
1. Primeros años de vida
Nací en Valverde, Mao, me llamo Luis Gonzaga Segura. Desde los ocho años comencé a hacer música. Mis padres eran músicos típicos, a pesar de eso yo me incliné por la música de guitarra. De mis padres recuerdo la formación que me dieron, sus consejos. Lo único es que ellos no querían que me inclinara por la música, porque decían que el músico lo que iba era a beber, que quería aprender a tocar para aprender a beber, y un hermano me decía que yo iba a cantar en el canal de la bruja, pero se llevaron una gran sorpresa cuando vieron que yo grabé mi primera canción. Mi padre se llamó Victoriano Valenzuela y mi mamá Josefa Segura. Solo tengo el apellido de mi madre. Mi madre fue la persona más importante en mi vida, fue todo para mí. Teníamos una relación excelente, con mi padre no fue tan buena la relación porque él me abandonó cuando yo tenía como ocho años y después que fui famoso se me apareció. Yo lo recibí y estuve a su lado hasta que murió.
2. La muerte de mi madre
Yo tenía 20 años cuando murió mi madre. Ella sufría de asma, pero no estaba enferma, fue algo de repente, de un momento a otro le dio una crisis. Para mí fue muy duro porque yo no acostumbraba a salir de la casa y ese día salí. Ella misma me dijo: ‘mi hijo sal, da una vuelta que tú nunca sales de la casa’. Yo siempre decía que mi novia era mi mamá, no le hacía caso a nadie, y cuando salí y llegué recibí ese golpe tan fuerte, cuando me dijeron: ‘tu madre acaba de morir’. Ella murió cuando yo estaba iniciando mi carrera. Todavía la extraño. Ese fue uno de los golpes más duros que he sufrido en mi vida. No quería seguir cantando. Eso fue terrible. Cuando a uno se le muere un ser querido como su mamá a uno se le quita el deseo de todo. Recuerdo que cuando ella murió, ya yo había grabado mi primera canción, y me estaba preparando para comprarle una casa. Recuerdo que le dije: ´mire mamá, con esta canción voy a comprarle su casa´. Nosotros vivíamos en casa alquilada. Su muerte me hizo pensar en dejarlo todo, pero un amigo me dijo: ´Luis, tienes que seguir tu carrera, llueve, truene o ventee´, pero yo sentía que ya nada valía la pena. Ese amigo me dio mucho ánimo, me estimuló a seguir.
3. Formación de hogar
Mi mamá me mandaba a dar pelas cada vez que yo salía de la casa sin permiso. Ella me enseñó que yo tenía que besarle la mano a todos los vecinos cuando salía a la calle, si no lo hacía me venía un castigo bien grande. Así crié a mis hijos. Yo era travieso como todos los niños, me gustaba pelear en la escuela y cuando llegaba a la casa me daban una pela para que no peleara con mis amiguitos. Recuerdo que me iba a la calle sin permiso y cuando venía me daban una tremenda pela. Esa crianza me enseñó a ser mejor padre, a ser más estricto y me ha ayudado a que mis hijos tengan disciplina.
4. Enamorado de la música
Desde niño siento amor por la música. A los ocho años yo hacía guitarritas con los tubos de carro. Me incliné por la bachata, que antes no se le llamaba así, le decían canciones de amargue, de forma despectiva le decían cachivache. Era una música muy discriminada. Me tracé la meta de que me dedicaría a lo que a mí me gustaba, que era la música, que me ha gustado toda la vida. Ya tengo en la música más de 50 años, grabando voy a cumplir 50 años.
5. Trabajador
Llegué a trabajar en Arte y Oficio, no era tan buen estudiante porque estaba más interesado en aprender bien a hacer música. De hecho, si te hablo de mis profesores te voy a decir que el que más recuerdo es a mi profesor de guitarra, que ya murió. Lo recuerdo por muchas cosas, pero sobre todo, porque a los seis meses de yo estar tomando sus clases, terminé dándole clases a él. Él lloró cuando vio que yo adelanté tanto en la guitarra. No recuerdo muy bien su nombre, porque le decíamos Bochón.
6. “Cariñito de mi vida”
Esa fue mi primera canción. Me inspiré por una muchacha de la que estaba muy enamorado y que yo le decía Cariñito, pero ella me rechazaba porque decía que una gente tocando guitarra no tenía ningún porvenir. Pude grabar esa canción por un señor que iba pasando cuando yo estaba en un lugar cantándola. Esa muchacha que me despreciaba, cuando escuchó la canción y veía a tantas muchachas detrás de mí, ella también se acercó, pero ya era tarde, porque ya había muchas otras detrás del artista.
7. Ese no eres tú…
En mi barrio, Villa Juana, cuando me escuchaban por radio, decían que no era yo que cantaba, ´porque ese hombre cantaba muy bonito´ y no podía ser yo. Se llevaron una sorpresa cuando por primera vez, fui al canal siete, en los años 80, donde por primera vez me presenté en televisión en un programa de Yaqui Núñez. Esa fue una tremenda sorpresa para todos aquellos que me ignoraban y los que dudaban de que esa voz fuera la mía. El tiempo siguió pasando y llegaron otras canciones, como Dios mío, dónde tú estás.
8. La primera bachata en FM
La canción que hizo que la bachata se colocara donde se encuentra ahora mismo fue la canción “Penas”, que fue la primera canción que se tocó en FM. Antes se tocaba la bachata solamente en Radio Guarachita y Radio Pueblo, pero después que salió Penas por ti… fue la primera canción de ese género musical que se tocó en FM. En mis inicios yo era uno de los artistas mejores pagados, me daban 100 pesos al año por grabar 12 temas, Penas tiene 30 años y si Penas hubiese salido ahora yo no habría encontrado dónde echar el dinero, y me pongo a pensar cuántas personas se hicieron millonarias con esa canción.
9. Un hombre de familia
Mi esposa se llama Melania Hernández de Segura, ya vamos a tener 48 años de casados. Mi esposa es una heroína. Es duro para una mujer convivir con un artista rodeado de tantas mujeres, tantas tentaciones, bebidas…, yo a ella la felicito, creo que merece un galardón grandísimo. Todo el mundo cela, pero yo la enseñé, cuando yo me casé con ella, la llevaba a las fiestas y ella veía a las mujeres cómo me volaban encima… (Ella está a unos pasos de nosotros… y la expresión de su rostro habla por sí sola, es como si reviviera la imagen de su esposo, rodeado de féminas que lo abrazan y lo besan sin parar… respira profundo y solo llega a musitar… es duro…jum… tú no te imaginas…) Ella soportaba todo eso. Es duro porque a las mujeres no les gusta que otras mujeres besen su marido, pero ella soportó todo. A ella hay que hacerle una estatua porque 48 años…, eso es terrible.
10. El añoñaíto
Antes, la gente se negaba a decir que uno era un cantante romántico y por no decir que ese hombre tenía una voz romántica, por la discriminación que sufría la bachata optaron por llamarme El añoñaíto. Además, la gente cuando llamaba a Radio Guarachita, decían: póngame la canción de ese hombre que canta tan añoñaíto y así se me quedó el apodo.
El sueño del niño, la verdad del adulto
“Mi sueño, mi anhelo desde niño era ser famoso. A mí me decían Guirí Guirí en mi pueblo, dizque porque andaba tocando una latita que hacía ese sonido, para arriba y para abajo. Un día, pasó un señor y me escuchó cantando con mi guitarra y dijo, ¡oh pero qué lindo canta ese muchacho!, se paró y me preguntó que si yo quería grabar y le respondí que ese era mi gran sueño. Me propuso que él iba a poner el dinero y que yo aportaría los músicos que me acompañarían. Nos hicimos socios y ¿qué pasa?, yo no sabía nada, no me imaginaba los beneficios que él iba a obtener, porque uno no piensa en eso, uno piensa en lograr su sueño de ser famoso. Nosotros comenzamos a trabajar, hicimos la grabación, comenzó el disquito a gustar y el hombre me dijo que las ganancias serían para los dos, y yo acepté, pero yo nunca veía beneficios porque si él vendía 1,000 me decía que solo había vendido 100. Siempre hay engaños, pero eso es bueno porque uno aprende mucho. Valió la pena que él me explotara porque entonces aprendí más o menos cómo se trabaja con las canciones y con los discos. Comencé a grabar más, a hacer más canciones. En ese entonces yo admiraba mucho a Julio Jaramillo, un cantante ecuatoriano y a Olimpo Cárdenas”.
Un cambio de vida
Mi suerte en el amor cambió drásticamente cuando me convertí en un artista famoso. En esa nueva etapa se me sobraban las admiradoras”.
Gran alegría
Una de mis satisfacciones más grandes fue cuando me convertí en el primer bachatero que cantó en el Palacio Nacional. Eso fue en el primer gobierno de Leonel”
Bien valorado
Creo que los dominicanos han valorado mi carrera en su justa medida. Los dominicanos me han dado los mayores y mejores premios, que son sus aplausos”.