“Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra”. Cor. 13: 47.
La evangelización no tiene fronteras. Los cristianos no somos superiores, somos iguales a los demás, imperfectos. Ladiferencia es el reconocimiento de que Jesús es nuestro Señor y Salvador. La evangelización de Pablo fue ‘aterrizada’: “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos… a todos me he hecho de todos, para que de todos modos salve a algunos”, (1 Cor. 9). Cada día, personas conscientes e iluminadas hacen un trabajo tenaz y discreto en las cárceles, entre prostitutas, drogadictos, no haciendo lo que ellos hacen, pero en su “idioma”, para llevarles el mensaje con un código que pueda ser entendido, para que sean copartícipes del evangelio. Esa es la clave.