El abogado Julio Aníbal Suárez, de 69 años, elevó ante el Tribunal Constitucional, un recurso contra la resolución del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) que lo destituye como juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), organismo que lo pensionó con su último salario.¿Cómo marcha el proceso?
Dimos el primer paso. El Tribunal Constitucional ahora tiene que remitir esa instancia al Procurador General y al órgano que dictó la resolución que es el CNM, que a su vez tiene un mes para fijar su posición. Transcurrido ese mes, si el Procurador General ni el Consejo se pronuncia, el tribunal está en facultad de fijar audiencia y después de esa audiencia tiene cuatro meses para dictar el fallo.
¿Los demás jueces destituidos con usted harán lo mismo más adelante?
No sé cuál fue la razón por la que no decidieron tomar acción. Parece que vieron el asunto como algo personal. Al no tener ningún interés, posiblemente, de volver a la SCJ consideraron que eso debía quedar ahí. No estoy ejerciendo la acción porque tenga interés de volver a la Suprema. Creo que ya mi ciclo, como juez de la Suprema cesó con esta destitución.
Entonces, ¿qué persigue?
El asunto tiene que verse más allá de lo que me sucedió a mí, porque esa decisión es muy peligrosa, muy perjudicial para lo que es la independencia judicial. Lo que estoy viendo es la institucionalidad.
Estoy viendo que no es posible hablar de un juez independiente si ese juez está sometido a los caprichos de un órgano cualquiera, sobre todo externo al Poder Judicial. Porque tal y como me sucedió a mí y a las otras compañeras, que fui destituido sobre la base de un simple alegato, porque la razón que se alegó fue que no siempre procedía con criterio de independencia e imparcialidad.
Si el CNM puede hacer eso en cualquier momento, sin presentar los hechos de los actos que constituyen una violación, sin dar motivos para ellos y sin presentar pruebas, pues simplemente los jueces estarán sometidos siempre a la voluntad de grupos predominantes en el Consejo, porque bastaría señalar una falta, sin presentar pruebas para que el juez sea cesado en su función.
¿Se le dio a conocer la razón específica de su destitución?
Se señaló que no siempre, es decir, a mí ni siquiera se me acusa de ser un juez parcial y dependiente, sino que no siempre procedía con imparcialidad e independencia. Pero no se señala cuáles eran esos casos, en qué ocasiones se produce eso, tampoco las pruebas. Entonces, no puede haber independencia judicial si los jueces pueden ser destituidos sin que se den razones. Se habla mucho de que la causa pudo ser aquel voto disidente en el caso de la Sund Land.
¿Cómo llegó a la SCJ en 1997, quién le llamó y le dijo que iría al tribunal?
Bueno, cuando en el año 1994 se modifica la Constitución y ya se crea un nuevo sistema para la designación de los jueces, que ya no era el Senado que los designaba, sino que los nombras el CNM, manifesté mi aspiración para ser postulado a juez. Quien me propuso fue el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de manera particular José Francisco Peña Gómez.
¿Era amigo de Peña Gómez?
Teníamos buena amistad. Además, coincidíamos mucho en la lucha que libró el pueblo dominicano en el régimen de Balaguer. Es decir, había mucha coincidencia de quiénes estábamos interesados de que hubiera un cambio en un régimen que no respetaba las libertades públicas.
¿Se siente perredeísta?
No. Ni siquiera he sido perredeísta nunca. Tuve una vez una vinculación del PRD a través de Concertación Democrática que era un partido que dirigía Fafa Taveras y Vicente Bengoa. Hicimos un pacto para unas elecciones de 1996.
¿Pensó que Jorge Subero Isa permanecería como presidente de la SCJ?
No pensé. Por dos razones. Hace mucho tiempo que se decía que el Presidente de la República le estaba solicitando al doctor Mariano Germán que aceptara la Presidencia de la Suprema.
Existía ese rumor, un rumor casi confirmado… y se decía que el doctor Mariano Germán se resistía. Porque es un abogado muy próspero, con muy buen ejercicio profesional que no quería decidirse. Además es una persona que no está acostumbrada a tener funciones administrativas, a pesar de que fue Procurador General.
Tan pronto se observó que el doctor Mariano Germán, ya en el último día que debía proponer la candidatura, la presentó se comenzó a ver ya la señal de que Subero no iba a seguir siendo presidente. Porque no es verdad que Mariano Germán, con ese prestigio que tiene como abogado, con esa incidencia que tenía en el ejercicio profesional, iba a aceptar ser miembro simple de la Suprema.
Pero además en la ciudadanía había una percepción de que tenía que haber cambios en la Justicia. Y no es cierto que el Gobierno no iba a complacer esa percepción que había. Iba a generar cambios. Si a todos los jueces de la Suprema los quitaban, pero dejaban a Subero, no iba a haber esa sensación de cambio.
¿La SCJ empobrece a los abogados?
El abogado con buen ejercicio gana menos. Si yo hubiera estado ejerciendo esos 14 años hubiera ganado más dinero, porque se cree que los abogados en ejercicio tienen un gran pastel cuando llegan a la Suprema. No es cierto.
Beneficios
Se cree que los abogados en ejercicio tienen un gran pastel cuando llegan a la Suprema. No es cierto. Yo había ganado más dinero fuera”.
Presión
Si hubo presión política ya no dependía de los jueces porque el Presidente era que ponía la agenda. Sobre todo en asuntos de constitucionalidad”.
Lentitud
No podría decir yo, que salgo de la Justicia, que es lenta e inoperante. Lenta sí es y a veces es inoperante. A veces resulta inoperante y frustrante”.