Desde los albores del s. XX ya empezaba la mujer a integrarse en todas las ramas del saber, y la medicina no fue una excepción. Tradicionalmente el papel de la mujer se restringía a la enfermería o a ser comadronas, pero en el 1919 se graduó la primera mujer médica dominicana, la Dra. Evangelina Rodríguez. Se trasladó a París a realizar su doctorado en Medicina y realizó cursos de Ginecología y Obstetricia. Regresó al país en el 1925 y de inmediato inició su carrera profesional en San Pedro de Macorís. Fue la propulsora de la planificación familiar, creó los “bancos de leche” para asegurar esa alimentación en el primer año del recién nacido. Era una persona callada y retraída, que sufrió muy pronto la incomprensión de sus conciudadanos por sus ideas avanzadas. Fue, además, contraria a Trujillo, lo que agravó aún más su situación. Murió en la pobreza y soledad. Recientemente se designó con su nombre la ciudad sanitaria que se construye en el norte de la ciudad de Santo Domingo.
La segunda mujer en graduarse en Medicina fue la Dra. Mercedes Heureaux y Pons, quien era hija del presidente Ulises Heureaux, y recibió su título en abril del 1922. Hizo sus prácticas en el Hospital Militar de Santo Domingo y en el Hospital Padre Billini. Laboró también en el Laboratorio Nacional. Ejerció durante algunos años en la ciudad de Santo Domingo, luego se trasladó a Monte Plata, para en los años 40, mudarse a la ciudad de New York, donde ejerció con gran éxito, regresando a la ciudad de Santo Domingo ya retirada en la década del 1970. Falleció centenaria en la ciudad de Santo Domingo.
La tercera dominicana en graduarse de médica fue la Dra. Armida García de Contreras, quien hizo sus estudios en Bélgica, y pese a iniciarlos en el 1913, debido a la Primera Guerra Mundial, no pudo finalizar hasta octubre del 1924. Regresó al país en el 1925 luego de realizar estudios de Obstetricia y Ginecología. En el 1928 fue directora del Hospital Raul Fonts Sterling en Santiago de los Caballeros para luego regresar a su ciudad natal, La Vega, en donde realizó una intensa labor médica y también cívica. Fue la primera mujer dominicana en ser regidora y luego senadora en La Vega.
La Dra. Leonor Martínez de Gómez, natural de Puerto Plata, se graduó de Licenciada en Medicina y Cirugía en el 1932. Realizó prácticas en el Hospital Padre Billini, y tras recibir su exequatur, instaló su consultorio y se dedicó a dirigir la escuela de enfermería de la Cruz Roja Dominicana, en la ciudad de Santo Domingo. La quinta mujer en graduarse de médica fue la Dra. Delta Gutiérrez Pereyra, quien recibió su diploma en el 1933 y su doctorado en el 1936. Escribió un interesante trabajo sobre el aborto, y sus implicaciones, presentado como tesis doctoral. Tuvo participación activa en el Congreso Médico del 1933. Además de su práctica privada, fue vocal y profesora de enfermería en la Cruz Roja Dominicana. La Dra. Consuelo Bernardino, natural del Seibo, recibió su diploma de Licenciada en Medicina y cirugía en el 1935 y su doctorado en el 1941. Realizó estudios de Ginecología y Obstetricia en prestigiosos centros en los Estados Unidos y a su regreso al país en el 1942 se convirtió en la primera mujer catedrática de la Universidad de Santo Domingo, en las materias de Ginecología y Obstetricia.
Pese a la presencia cada vez mayor de la mujer en las universidades, llama la atención que sólo dos médicas han sido ministras de Salud Pública, la Dra. Martha Brown, y la actual incumbente la Dra. Altagracia Guzmán Marcelino.