Cuando uno hace una consulta con alguien que se supone es asesor de finanzas personales y consejero sobre buen manejo del dinero, lo primero que debe tomar en cuenta es la condición misma de ese consultor. Esto así, porque no es posible que alguien con problemas económicos, lleno de limitaciones y hasta de deudas, se venda como asesor en la rama de las finanzas personales. No tiene sentido.
Pero tampoco es preciso estar de consulta en consulta pagando asesores financieros, como si fueran médicos y usted tuviera una grave enfermedad, aunque a veces la situación de algunos es peor que eso. Pero el asunto es que siempre que usted vaya a requerir alguna asesoría, ya sea para hacer un negocio, para administrar mejor su salario, su tarjeta de crédito o sus activos de diversas fuentes, lo ideal es que consulte a personas que no exhiban derroche de dinero ni gastos extraordinarios, pero que al mismo tiempo, no presenten problemas económicos de ningún tipo.
Generalmente, las personas con problemas económicos se prestan mucho a dar consejos financieros, pero siempre cargados de negatividad y de orientaciones erradas. En tanto, las personas emprendedoras, que se han desarrollado económicamente en algún sector productivo, con frecuencia no acostumbran a hablar mucho, pero aciertan cuando aconsejan sobre el buen manejo de los recursos.
Sin embargo, con orientaciones o no, la palabra clave para equilibrar las finanzas personales y no incurrir en déficits innecesarios, es la “disciplina”. Para todo hay que ser disciplinado, hasta para decir que no cuando nos solicitan ser garante de alguna operación o cuando algún familiar o amigo nos solicita un préstamo que sabemos que no podrá pagarnos. Disciplina para no incurrir en gastos innecesarios y para tener presente las fechas de pago de nuestros compromisos fijos, como servicios en el hogar y cuotas de préstamos.
Cuando me toca asesorar sobre finanzas personales, hago algunas preguntas, y casi siempre concluyo en que los líos económicos de muchos no son por falta de dinero, sino por falta de disciplina.