Tan pronto como sentimos fiebre y dolor al tragar, de inmediato asociamos esos síntomas a la gripe. Rara vez pensamos que podríamos estar frente a un cuadro de amigdalitis.La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas. ¿Cuál amígdalas? Muy pocos sabemos que tenemos muchas amígdalas, no solo las dos que vemos al final de la boca, denominadas palatinas. “Además de las palatinas, las amígdalas faringes, que son las adenoides; las amígdalas linguales y las amígdalas tubales, ubicadas a la salida de los oídos”, conforme explica el doctor en otorrinolaringología , José de Jesús, quien aclara que el protocolo en el manejo de las amígdalas ha cambiado mucho con el paso de los años.
Prueba de ello son las estadísticas internacionales, ya que en el país no contamos con estadísticas en este sentido, las que arrojan que solo de un tres a un cinco por ciento de niños son operados de amígdalas, contrario a otras épocas donde casi a todos los niños, al llegar a los siete años de edad, se las extirpaban, principalmente en Europa. Esa práctica está descontinuada. Hoy se procura preservarlas como un mecanismo de defensa del organismo.
El galeno, quien revela que en su consulta la mayoría de los niños llegan por amigdalitis, es entrevistado para elCari be, donde aborda, entre otros aspectos, las diferentes causas de amigdalitis palatinas y la importancia de no separar estas amígdalas de las amígdalas faringes o adenoides.
¿Cuál es la principal causa de amigdalitis palatinas?
La amigdalitis en general es producida por causas infecciosas y causas no infecciosas, siendo la principal la inflamación de las amígdalas. En el adulto las posibilidades de padecerla es de un 60 %”.
¿Qué debemos hacer ante el primer síntoma?
Es importante que el paciente no vaya a la farmacia y compre un antibiótico, porque la mayoría de las amigdalitis son virales y se van a corregir solas. Cuando el paciente se automedica incurre en tomar antibióticos innecesarios y de manera excesiva. Cuando verdaderamente los necesite va a presentar resistencia a los antibióticos o no va a obtener la efectividad que deben tener.
Las amigdalitis bacterianas, ¿qué las causan?
El estreptococo betahemolítico causa una gran parte de las amigdalitis bacterianas, y es el que provoca la fiebre reumática. Es el agente del cual mayormente nos cuidamos los médicos, ya que puede afectar a órganos tan importantes como el corazón y los riñones.
¿Existen vacunas contra el estreptococo?
Se han ensayado algunos tipos de vacunas en este sentido, pero hasta ahora los resultados no son todavía definitivos en cuanto a ayudar de manera eficaz a disminuir los casos.
¿Por qué es tan común en los niños?
La amigdalitis es una enfermedad bastante común en la infancia, aunque les puede dar a personas de cualquier edad. Son muchos agentes que por diversas vías pueden producirla. En los primeros dos años de vida es raro que un niño sufra de amigdalitis, porque la madre le ha pasado al momento del parto gran cantidad de anticuerpos y ellos están bastante protegidos. A partir de ahí, es muy común y suelen ser mayormente bacterianas, porque su sistema inmunológico esté aprendiendo, está reconociéndolo todo, preparándolo para la adultez, para un sistema inmunológico más maduro.
¿Qué medidas debemos tomar?
Cuando hay una amigdalitis palatina los niños se niegan a comer y a tomar líquido, entonces puede darse la deshidratación, de ahí la importancia de hidratarlos adecuadamente. Llevar el niño al pediatra o al otorrino, de manera que se le instale el tratamiento que amerita, según la opinión del médico.
Es importante saber distinguir entre una amigdalitis viral o una bacteriana y eso se logra con el examen clínico y la experiencia del médico. Existen pruebas como el cultivo de faringe, que ayuda a decir si es bacteriana o no. Incluso, existe una prueba que en nuestro país se usa poco, es rápida pero bastante cara. Sirve para determinar si la causa obedece a la presencia de estreptococo. En Estados Unidos se utiliza mucho: un hisopo se introduce directamente a la garganta para tomar una muestra de su secreción, la que se somete a una prueba en el mismo consultorio y el resultado se da de inmediato. Se conoce como el estreptest.
¿Qué deben saber las madres ante un cuadro de amigdalitis?
Lo ideal es explicarle a la madre que si un dolor de garganta es secundario a un proceso gripal, es muy probable que se esté frente a un proceso viral y eso se pasa solo. Sólo se debe hidratar, sin la necesidad de suministrar antibióticos. Si presenta dolor de garganta y fiebre no asociados al proceso gripal, hay alta posibilidad de que estemos frente a una amigdalitis de origen bacteriano. Ahí se recomienda ir al médico, nunca auto medicarse. Eso resulta contraproducente.
Contrario a épocas pasadas, hoy se procura preservar las amígdalas, ¿a qué obedece el cambio?
Se han creado criterios para intervenir quirúrgicamente a un paciente de amígdalas palatinas. La frecuencia de las crisis y el tamaño de las amígdalas lo determinarán.
Con el uso de modernos antibióticos se hace menos frecuente extirpar las amígdalas por crisis de amigdalitis que por obstrucción. Hoy, la causa principal para operar las amígdalas es porque obstruyen. Lo que no quiere decir que no se extirpen por infección. Por ejemplo, pacientes que se enfermen de las amígdalas más de cinco veces al año, califican para operarse de las amígdalas, aunque no obstruyan. Cuando el paciente convulsiona por fiebre de amigdalitis, aunque sea una vez al año, lo ideal es operarlo. Pacientes comprobados que son portadores de difteria, deben ser operados. Los criterios pueden variar de una sociedad a otra, según el manejo dado a la salud en cada país.
¿Su carencia, cómo afecta nuestro sistema inmunológico?
No es una gran pérdida. Primero, porque quedan más amígdalas en el organismo y, aunque son parte del sistema de defensa, no son grandes órganos de defensa. El trabajo que hacen las amígdalas como defensa es bastante pobre.
¿Qué tan estrecha es la relación entre las amígdalas palatinas y las adenoides?
No hay que separarlas. Lo ideal es que cuando se operan las amígdalas palatinas, también operar las adenoides, porque como las dos son amígdalas, generalmente cuando hay hipertrofia de unas, hay hipertrofia de las otras.
¿Cómo se reconoce en un niño esta condición?
Son aquellos niños que duermen con la boca abierta y aquellos que roncan. Esos niños acaban teniendo muchas complicaciones por esa obstrucción crónica tan importante en sus vidas. Eso provoca alteraciones auditivas, retraso de peso y talla, retraso del lenguaje, deformidad de la dentadura. Todos los niños que roncan deben ser valorados por su pediatra, y en caso necesario por su otorrino, para descartar que haya hipertrofia importante de adenoides.
¿Se requiere de cirugía?
No todas requieren de cirugía. Algunas responden a tratamiento. Hay hipertrofias moderadas, leves y severas; las últimas, si tienen algún grado de complicación podrían requerir de cirugía.
Cuando la inflamación es provocada por infección, se trata con antibióticos, pero cuando es una hipertrofia de amígdala no asociada a infección se corrige con cirugía.