Con la presencia de cientos de hombres y mujeres de todas las regiones del país, concluyó la madrugada de este domingo la vigilia nacional de jóvenes “Portadores de su Gloria”, en donde clamaron por el cese de la violencia intrafamiliar y eliminación de los feminicidios en todo el territorio nacional.
La actividad, realizada en el pabellón de Combate del Centro Olímpico de Santo Domingo desde las 10:00 de la noche de ayer hasta las 5:30 de la mañana del hoy, fue organizada por la Asociación de Jóvenes Embajadores de Cristo (AJEC), del concilio Iglesia de Dios Pentecostal, M.I.
En varias ocasiones los asistentes a la actividad, encabezada por el presidente nacional de la AJEC, Wilkin de León, externaron a Dios su deseo de que no continúen ocurriendo los feminicidios y que se fortalezcan los lazos familiares en cada hogar de la nación.
El reverendo Eusebio Hernández, presidente de las Iglesias de Dios, exhortó a los jóvenes cristianos a seguir contribuyendo a promoción de los valores de la vida cristiana y familiar, pues a su entender los antivalores se han empoderado de nuestra sociedad, razón por lo cual cada vez son más evidentes la crecida de hechos violentos y delictivos en el país.
Les motivó continuar siendo servidores de la patria y trabajar para alcanzar el éxito en su vida personal, colectiva, para así ser los mejores representantes del reino de Dios en la tierra.
El evento que tradicionalmente se celebra en el centro de convenciones Elim del referido concilio, ubicado en san Felipe Villa Mella, contó con la participación de los evangelistas Robert Torivio y David Bierd, quienes motivaron a los participantes a que “permanezcan en los caminos del Señor y ser portadores de la gloria de él en su diario vivir”.
El escenario fue propicio para anunciar el campamento nacional de jóvenes del 7 al 10 de agosto del año en curso en el Vacacional Villa Roselis a un costo de RD$2,550 por persona.
La AJEC, es una institución cristiana de carácter internacional que desde el 1937 se estableció en el país. Se caracterizan por realizar encuentros nacionales, no solo de carácter de fe sino también deportivos y sociales, entre jóvenes de todo el territorio nacional.