La competencia electoral con miras a las elecciones del 20 de mayo se torna cada vez más polarizada entre los candidatos Hipólito Mejía y Danilo Medina, quienes necesitan enfocar su estrategia en la atracción de los votantes indecisos, un nicho en el que está concentrada una gran proporción de jóvenes primeros votantes con grandes perspectivas de futuro.
Una mirada al padrón electoral muestra que el 27% de los votantes oscila en edades de 18 a 29 años, donde se destacan mucho los primeros votantes. A eso se agrega el hecho de que posiblemente la totalidad de ese segmento sean estudiantes, pues el padrón indica que el 38% de los votantes estudia en una universidad, instituto o escuela secundaria.
Las cifras muestran que el padrón electoral consta de 6 millones 502 mil 968 personas con calidad para votar, de los cuales casi dos quintas partes (38%) son jóvenes estudiantes, en su mayoría desempleados y entre los que están los que no desean votar o que están indecisos en cuanto al candidato preferido.
¿Cuáles son las expectativas de jóvenes que votarán por primera vez? Para determinar eso es preciso ubicarse en su condición; se trata de estudiantes, en su gran mayoría desempleados con deseos de conseguir un puesto de trabajo digno y que no les impida seguir sus estudios universitarios o de bachillerato.
En forma adicional está el tema del género. El 50.5% del universo de votantes son mujeres, lo que hace pensar que esa misma proporción la integran los jóvenes. Por eso los candidatos están enfocando sus promesas de campaña hacia la creación de oportunidades de empleos y más inversión en la educación, así como asistencia a la clase femenina, con programas dirigidos hacia las mujeres, especialmente madres solteras, que van cada vez en aumento en el país.
Un voto más flexible
Algunos analistas citan la gran cantidad de adultos que integran el padrón electoral. De hecho, el 30.4% de los votantes son personas con más de 50 años de edad y si se agregan los que tienen entre 40 y 49 años, conforman la mitad del padrón completo. Esto quiere decir que los adultos y adultos mayores son mayoría en el padrón y sin embargo, los candidatos se enfocan más hacia la juventud.
La respuesta está en la diferencia entre el voto duro y el voto flexible. Es muy difícil que una persona con más de 50 años varíe su preferencia política, además de que en ese segmento no hay muchos indecisos, pues se trata de personas que han participado en varios períodos electorales y conocen la forma de gobernar de cada partido político del país.
Sin embargo, entre los jóvenes están más los indecisos, aquellos que votarán por primera vez y tal vez no están muy motivados y no tienen la suficiente madurez como para determinar qué es lo que más les conviene a ellos, pero tampoco para saber qué es lo que más le convendría al país.
En el caso del candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), por ejemplo, su enfoque hacia la juventud y hacia los primeros votantes es más estratégico, porque se trata de personas que no vivieron los últimos cuatro años de gobierno de ese partido, en el que República Dominicana sufrió una profunda crisis económica entre 2003 y 2004 a causa de la quiebra de varios bancos comerciales.
Muchos de los primeros votantes eran niños cuando se vivió esa crisis, por lo que probablemente no establezcan su decisión de voto condicionados a lo que se vivió en ese momento. Empero, el candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) pone más énfasis en las inversiones de infraestructura que ha hecho el gobierno de su organización política especialmente en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y sus extensiones en el interior.
El partido oficialista ha insistido mucho con la estrategia de “memoria contra el olvido”, precisamente para recordarle al pueblo dominicano los momentos difíciles de la crisis financiera. Pero ese discurso no tiene mayores efectos en una población joven. En tanto, el PRD tiene una plataforma tecnológica más activa de atención a la juventud, a través de las redes sociales.
Ofertas comunes
Tanto el candidato del PLD como el del PRD tienen discursos prácticamente similares en pro de conquistar a los primeros votantes: Crear incentivos para las micro, pequeñas y medianas empresas, a los fines de que puedan generar más empleos, desarrollar los polos turísticos para que haya más visitantes y más puestos de trabajo en ese renglón y ampliar la oferta académica con énfasis en la educación técnica así como con ampliación de las tandas de las escuelas públicas.
Pero a pesar de estas promesas, persiste algo de pesimismo entre los jóvenes votantes, debido a que las ofertas no parecen ser tan efectivas al momento de llevarlas a la realidad. Las encuestas colocan a la población de indecisos en alrededor del 5% de los votantes, a lo que habría que agregar el histórico 28% de abstención que se registra en cada elección en el país.
Los minoritarios
Los llamados candidatos emergentes (Max Puig, Julián Serulle, Eduardo Estrella y Guillermo Moreno) son competencia para los candidatos punteros en las encuestas, debido a que esos son los que generalmente conquistan a votantes indecisos y a los que están inconformes con los partidos tradicionales.
Aunque esos cuatro candidatos juntos no superan el 2% de la preferencia electoral en la mayoría de las encuestas, el discurso de los cuatro coincide en el hecho de que ellos son los que van a conquistar a la población con capacidad para votar que generalmente no vota. Los indecisos, la famosa masa silente y los inconformes, son el nicho de los candidatos emergentes, lo cual en una medida u otra compite con las ofertas del PRD y del PLD junto a sus aliados.
Abstención y votantes del exterior
En las elecciones del 2008 la abtención electoral se ubicó en un 29%, un porcentaje muy parecido al promedio de elecciones anteriores que ronda el 28%. Los estrategas políticos prevén que ese será en nivel de abstención este año, y que un porcentaje parecido se registraría en el exterior.
Precisamente, los votos en el exterior tendrán en estas elecciones una importante influencia, debido a que son el 5.05% del padrón electoral, con la motivación adicional de que elegirán no sólo al candidato presidencial, sino también a siete candidatos a diputados de ultramar, por primera vez.