El exdirigente perredeísta José Antonio Najri, consideró que el PRD está desgastado y su alta dirigencia debe renunciar para dar paso a un liderazgo nuevo.El empresario y exsenador de la capital por el PRD vaticinó un triste futuro a la organización en la que militó durante más de 30 años, “no solo un futuro triste, sino que veo con mucha pena que el partido que debió ser un instrumento de desarrollo democrático, no cumplió su objetivo”.
Recordó que durante una reunión de la máxima dirigencia de esa organización, en el año 2004, planteó que ese partido debía convertirse en una entidad científica, que se basara en el estudio de la sociedad, sustentada en la base de un programa de desarrollo, pero lamentó que en vez de esto, la dirigencia continúo por el camino que lo ha llevado a la situación en la que hoy se encuentra.
“Lamentablemente en el PRD, las bases nunca han decidido nada, la cúpula es la que se ha impuesto siempre y con mucha trampa, de lado y lado. No hablo solo de este momento, sino de todas las épocas”, dijo Najri, quien fue entrevistado por elCaribe para la sección Diez Momentos Inolvidables.
Afirmó que en el partido blanco nunca ha habido una democracia funcional y lo peor de todo es que no se ha querido hacer de la política un ejercicio científico.
Nueva generación
Aseguró que el PRD tiene que presentarle al país una nueva generación de líderes, identificar nuevos líderes en cada provincia, que se conviertan en los nuevos jefes del partido. “Pienso que esa dirigencia tradicional, todos, desde Milagros Ortiz, Fello Suberví, todos, deben irse para su casa, porque tanto esa dirigencia tradicional como el partido están desgastados”.
Aseguró que los dominicanos están deseosos de que les presenten una nueva visión política, “si el PRD se unificara y le diera una solución viable al país, el país le responderá votando masivamente en las elecciones del 2016”.
Explicó que se alejó del PRD cuando se dio cuenta de que era una cultura, dentro de esa organización, la creación de tendencias y de estructuras paralelas al partido. “En el año 2000, Hipólito ascendió al poder sustentado en el PPH, una estructura que pretendió suplantar, y de hecho lo hizo, a la máxima dirigencia perredeísta”.