La mayoría de los casos judiciales “de tierra salada” no han sido más que chantajes de gente apandillada con abogados inescrupulosos, y, peor aún, con fiscales y fuerza pública. Son casos en que desde el principio queda claro que la verdadera intención del demandante es la de chantajear a los inversionistas que osen invertir en la RD. Una frase típica que utilizan las pandillas para intimidar a los inversionistas es la de “Te vas a morir de agotamiento yendo y viniendo a tribunales, nosotros sabemos como se hace eso, así que lo mejor es que pagues”. En ese ir y venir tienen a uno de los principales inversionistas en nuestro país, Juan José Hidalgo, dueño de Air Europa, de Globalia y de otros negocios aquí y en el mundo.
A esa tragedia hay que sumarle la del desamparo que tienen ante la Procuraduría General, ¿cómo es posible que el procurador general, que está en su segunda oportunidad al frente de ese negocio, no sepa lo que está pasando con los abogados pandilleros? sólo tiene que leer la prensa y verá lo que hicieron en Hard Rock, o las denuncias de Asonahores que están preocupados “…por el intento de embargo-asaltos en establecimientos hoteleros, de los cuales dos casos ocurrieron en Bayahíbe el 17 y el 22 de septiembre con procedimientos irregulares hechos sin las notificaciones previas de sentencias y con supuestas sentencias que afectaban a empresas diferentes a las propietarias y operativas de los establecimientos afectados”. El creer que estamos solos en el mundo y que las noticias no circulan entre los inversionistas parece ser la estrategia oficial.
Por suerte en Salamanca todavía hay hidalguía y Pepe Hidalgo ha decidido darle pelea a los pandilleros, que hasta obtuvieron una orden de ¨busca y captura”, sin cumplir con los procedimientos de derecho establecidos en nuestras leyes.
No citar, citar en falso, o incidentar son las especialidades de estos “incidentalistas” para desesperar a quienes tienen que trabajar en distintas partes del mundo y no sólo estar yendo y viniendo a citaciones amañadas. Los pandilleros saben que esa es la forma que desespera a su presa, sin importarles las pérdidas para el país.
Hay cuatro áreas básicas para mejorar la posición de nuestro país en la competencia regional: Los niveles de impuestos; lo laboral; las prácticas regulatorias y la seguridad jurídica. Es decir, mejorando estructuralmente nuestros mercados laborales y financieros, acomodando nuestros niveles impositivos a los de aquellos países que nos hacen la competencia, adaptando nuestra práctica regulatoria a conceptos más liberales, fuera de los controles faraónicos de presidentes de turno, y sobre todo la seguridad jurídica para las inversiones nacionales y extranjeras.