La infidelidad se pone de moda, de trending topic como decimos ahora. Lo último ha sido lo de la píldora para incrementar la libido en las mujeres, la Flibanserin. Que unida a la Viagra, para aumentar flujo sanguíneo en los genitales masculinos, prometen la combinación perfecta para vivir la vida loca. Todo puros tópicos. En el hombre se aumenta la irrigación sanguínea, porque se supone que siempre está libidinoso, y en las mujeres se aumenta la libido para que no tenga que hacer teatro en la cama y tenga deseos reales. La pulsión de la infidelidad como derecho humano fundamental.
Los antropólogos, que insisten en vernos como animales y nada más, simplifican el tema reduciéndolo a que la infidelidad es natural e intrínseca a la naturaleza humana al igual que se observa en todos los otros animales. Pero sabemos que no es así de fácil, entran muchas cosas más en juego, por ejemplo, que somos animales; pero animales complicados. Si parafraseamos a Javier Marías tendríamos que agregar a la conducta infiel el componente del deseo “el deseo, como uno de los motores más fuertes en la vida de las personas, que a veces lleva a pasar por encima de cualquier lealtad, consideración e incluso respeto en el trato con los demás. El deseo, que a menudo se impone a todo escrúpulo, lealtad o respeto, y sobre nuestra imperfecta contemplación de los hechos, siempre tuerta: a veces por fuerza, a veces por entera decisión nuestra”.
Se citaba mucho a Octavio Paz diciendo que la próxima gran revolución sería la de la mujer cuando tenga plena participación en la vida económica. Eso ya esta aquí, no sabemos si para bien o mal de las mujeres, que lo digan ellas; lo que sí puedo decir que ha sido para bien y liberación de los hombres. Los gay consiguieron pleno reconocimiento en gran parte de la humanidad civilizada. Ahora le toca al adulterio. Las fiestas de los swingers, las pastillas mágicas y los lobbies mediáticos crean ambiente para la próxima revolución ¿quién ganará o perderá?. Gran cantidad de parejas que se querían y que se tuvieron que divorciar porque ella o el tuvieron affaire extra home es triste. En esos casos ¿ver la infidelidad como simple ayuda marital sería la solución?, ¿y el término “infidelidad” revocado?
La infidelidad, de cualquier tipo, se considera la máxima traición. La terapista en relaciones Esther Perel examinó, en TED, porqué la gente engaña, y porqué es tan traumático. Decía que porque está en juego la seguridad emocional, y una sensación de ansiedad y pérdida.
Infidelidad ahora es un trending topic. Está de moda hablar de ello, ¿para exorcizarla?.