El caso de los impuestos a las compras por Internet está tan maleado que el no afrontarlo directamente le traerá más problemas al presidente Medina que los que él cree que está esquivando con su “Dejar hacer, dejar pasar”. No se puede andar de “agua tibia” por la vida y querer quedar siempre bien; porque hasta la belleza cansa. Y es que en RD los problemas están saliendo a flote ahora, porque ya no son percepciones. Los problemas se están desbordando tanto que la percepción es de que no hay autoridad.
El mayor empleador dominicano, exceptuando al Estado, es el comercio; informal o formal, el comercio. Esos hombres y mujeres que se levantan todos los días a trabajar, abren las puertas de sus negocios, y tratan que cada día sea un día más y no el último. Abrir cada día un negocio en nuestro país es la aventura más azarosa, pero a la vez la apuesta más importante por el país. Si esos hombres y mujeres no hicieran su trabajo diario, aquí el desempleo no sería un problema, sería el fin de todos los problemas, sería el cierra y vámonos.
El negocio que se está haciendo por Internet alcanza cifras a lo grande. Por eso, lo que el comercio formal e informal quiere es igualdad, y no competencia desleal. Los couriers mismos hablan de 10,000 paquetes diarios (serán muchos más). El propósito original de la entrega urgente ha desaparecido. Hay compañías que se suplen en su totalidad por couriers, pues el flete adicional se compensa con creces con el no pago de arancel e ITBI.
La Suprema Corte USA ha dictaminado que sólo si el e-vendedor tiene una presencia física en un Estado es cuando no se debe cobrar impuesto; porque sería doble tributación. Pero si ese vendedor no tiene presencia física ¿por qué no se le va a cobrar impuestos como se le cobra a los que tienen sus negocios abiertos, pagan salarios a empleados, luz, alquileres y patentes.?
Alemania y Reino Unido pidieron al G20 que las economías más grandes del mundo formen un frente común contra la evasión fiscal del comercio electrónico y otros esquemas de evasión. Si los grandes lo hacen ¿nosotros qué?
Se ha creado un monstruo que lo controlan Amazon, eBay, couriers locales, y fabricantes chinos. En esos negocios sólo seríamos consumidores. Si los ingenuos que defienden a los couriers como si fueran chapulines colorados quisieran en verdad la defensa del consumidor, lo que pedirían sería igualdad de condiciones y exigirían que se quite el impuesto a todas las ventas por debajo de 200 dólares, y no sólo a las ventas que hacen los couriers.