Santiago.-Bajo el lema “como ellos no tienen voz yo les presto la mía”, la Iglesia Católica marchó junto a cientos de estudiantes de colegios por las calles de Santiago en la que denominan marcha por la vida y contra el aborto.
La caminata promovida por la Vicaría de Pastoral Familia y Vida y la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Educativa de la Arquidiócesis de Santiago, es en apoyo a la iniciativa de la Fundación Matrimonio Feliz que ha interpuesto un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional de aquellos artículos del Código Penal Dominicano y contra los grupos que favorecen dejar abierta la posibilidad del aborto.
Los feligreses oraron frente a la catedral o portaban rosario. Otros con pancartas y mensajes como “los bebés no saben de leyes” o “Déjalos nacer”.
La marcha forma parte del programa de actividades que los laicos de la Iglesia Católica, a nivel nacional, están llevando a cabo, con la anuencia de la Conferencia del Episcopado Dominicano, como una forma de expresar su desacuerdo con los artículos de la Constitución que atentan contra el derecho a la vida desde la concepción.
La caminata contó con la presencia de feligreses de las diversas parroquias, alumnos y docentes de escuelas y colegios, así como una multitud de padres y madres de familias comprometidos con los valores que enarbolan la vida.
Los manifestantes recorrieron la calle Del Sol, habiendo partido del parque Duarte, hasta llegar al Monumento a los Héroes de la Restauración, donde se concluyó con un concierto de música alusiva a la temática, denominado “Un canto por la vida”.
El sacerdote Patricio Azcona dijo es promover la vida y para que sea ratificado el código penal dominicano. Entiende que al despenalizarlo se violenta la constitución.
Los coordinadores de la actividad pidieron al Pueblo de Dios orar para que el Espíritu Santo ilumine a los Honorables Magistrados del Tribunal Constitucional y sean guardianes celosos de los valores consagrados en nuestra Carta Magna.
Varios agentes fueron apostados para preservar la seguridad de la multitud. Algunos de los que hablaron, recordaron diariamente, son muchos los niños que mueren al ser abortados.
